El relanzamiento del programa Conectar Igualdad es una realidad en la Argentina, luego de que así lo reflejara el Boletín Oficial local y pusiera en marcha nuevamente la iniciativa mediante la que el Ministerio de Educación entrega dispositivos tecnológicos y una plataforma pedagógica, de forma gratuita, a docentes y alumnados de instituciones públicas de nivel secundario de todo el país. Y, en paralelo, anunció Conectar Escuelas, un nuevo programa con el que busca garantizar el acceso a Internet de todas las instituciones educativas del país.
La iniciativa consiste en una ambiciosa política pública de achicamiento de la brecha digital local y corre por cuenta del Ministerio de Educación, que se financiará con las partidas que anualmente asigne la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional, con fondos provenientes del Tesoro Nacional.
Conectar Igualdad es una ya vieja iniciativa del Estado Argentino que, con vaivenes, marcó un antes y un después en la accesibilidad a los dispositivos tecnológicos por parte de las comunidades escolares del servicio público y, sobre todo, de los sectores más vulnerables.
Lo que hoy parece una obviedad, no lo fue en su comienzo; y aún resulta fácil recordar las críticas que recibió el plan por el que cada estudiante y docente argentino recibió una computadora: cinco millones de equipos entre 2010 y 2015, para caer a los 700.000 entre 2015 y 2019.
Hoy, la iniciativa cuenta con el robustecimiento que le ofrece el Plan Juana Manso que, anunciado hace ocho meses, involucró la incorporación del sistema operativo Huayra y, por ende, de una plataforma ajustada a las necesidades que imprimen las clases virtuales.
Según trascendió en la prensa local, el objetivo de Conectar Igualdad es repartir un millón de computadoras durante 2022, cuyo pliego ya fue presentado. Y, aunque este proceso pueda involucrar plazos largos, el Estado está en condiciones de repartir los 633.000 equipos adquiridos bajo el paraguas del Juana Manso.
En primera instancia, el Plan del Ministerio de Educación nacional sería dotar de equipamiento a los docentes y alumnos de los primeros tres años del nivel secundario.
“Nación va a empezar a entregar al primer año de la secundaria y nosotros vamos a hacer una política para empezar por los estudiantes del último, así en pocos años, lograremos completar toda la secundaria provincial”, indicó Alberto Sileoni, ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, al medio local Pagina/12 y adelantó que lanzará el parangón provincial que se llamará Conectar Igualdad Bonaerense.
“Hay una compra de 140.000 computadoras, hemos reparado otras 130.000 y el año pasado ya entregamos 60.000”, explicó Sileoni y valoró al medio ya citado que “el decreto del presidente Fernández es un acto de justicia, un acto de reparación”.
La importancia del anuncio de Sileoni radica en que la provincia de Buenos Aires posee más de 15 millones de habitantes y es, según el censo de 2010, la más poblada del país.
El plan de Conectar Escuelas, por su parte, aspira a llevar conectividad a 2.500 escuelas de todo el país, entre enero y marzo, para totalizar las 13.500 a lo largo de 2022. En total, en Argentina hay 15.954 escuelas conectadas por medio del Plan Nacional de Conectividad Escolar (PNCE), de las cuales 2.875 son de nivel inicial, 6.780 son primarias, 4.660 son de nivel secundario y hay otras 1.639 que se suscriben a otro tipo de instituciones de educación pública.
Sobre la base de esos datos, la cartera pondera que la mitad del alumnado de las instituciones públicas del país tienen conectividad en sus lugares de estudio, y que prevé cerrar el año con una capilaridad del 90 por ciento.
Esa proyección prevé sumar a 3.000 instituciones hasta mayo, otras 4.000 hasta agosto y noviembre respectivamente, al tiempo que prevén repartir 1.000 routers 4G para brindar Internet de forma inmediata a establecimientos en ruralidad extrema.
“La conectividad es primordial para garantizar la presencialidad plena y que chicas y chicos puedan estudiar en sus escuelas con todas las herramientas necesarias” dice el comunicado oficial y adelanta que el plan involucra instalar un piso tecnológico en las instituciones educativas con infraestructura de la red local e inalámbrica Wi-Fi; enlace de Internet y gestión de implementación, seguimiento y monitoreo.
“A fines del 2022 queremos que el 90 por ciento de las y los estudiantes de nuestro país tengan conectividad en sus escuelas porque es un derecho fundamental y una herramienta para modernizar la enseñanza” sostuvo Jaime Perczyk, ministro de Educación de la Nación y resumió que el objetivo de Conectar Escuelas y de Conectar Igualdad es “achicar las brechas digitales, educativas y sociales acercando la tecnología a las pibas, los pibes y sus docentes en cada establecimiento de la Argentina”.
En la Argentina, la mitad de la población está en condiciones de pobreza y la posibilidad que el Estado facilite herramientas de conectividad es auspiciosa por donde se mire: una computadora en las manos de una persona que está en pleno proceso de aprendizaje implica la apertura de puertas y de posibilidades, sobre todo, para que su potencial se desarrolle más allá de las coyunturas económicas.
Y lo es, sobre todo, en un escenario de pandemia, aún vigente. Los días y los meses que transitó el estudiantado argentino desde el comienzo de la emergencia sanitaria, en buena medida, estuvo signado por la dedicación docente y la buena voluntad de ofrecer clases a través de la WhatsApp, YouTube y Facebook, o de repartir materiales impresos para paliar las distancias que impusieron los asilamientos y las barreras de acceso digital, como la asequibilidad a los dispositivos y a los servicios de conectividad.
