Dos emergencias sacuden a la Argentina: la sanitaria por pandemia y la económica por sus altos niveles de pobreza. ¿Pero qué es primero, el huevo o la gallina? Quizás, sea momento de adelantar el lanzamiento del Juana Manso: plan análogo a Conectar Igualdad que supone la fabricación -y por tanto la generación de empleo local- y la entrega de 633.000 netbooks a estudiantes secundarios en la Argentina. Fue anunciado esta semana por Alberto Fernández, primer mandatario local, quien – a su vez – lo comparó con la reciente iniciativa de su par estadounidense.
Para profundizar en este escenario, cabe señalar que la situación sanitaria por el avance del coronavirus es apremiante porque ya significó la muerte de más de 65.000 personas y hoy compromete a casi el 80 por ciento del sistema de salud en sus zonas más pobladas y, por tanto, imprime la necesidad de garantizar que la continuidad pedagógica sea virtual. A su vez, la coyuntura económica no merma en necesidades porque encuentra al 42 por ciento de su población sucumbida en la pobreza, según los datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) al término del segundo semestre del 2020 y significó un incremento del 6,5 por ciento en la comparación interanual.
Esos dos datos pincelan brechas de todo tipo, sobre todo digitales, y son las que este martes tuvieron foco en el anuncio realizado por el primer mandatario de Argentina al presentar el Plan Federal Juana Manso, iniciativa con la que prevé invertir 200.000 dólares (unos 20.000 millones de pesos) para entregar unas 633.000 netbooks hasta fin de año a estudiantes de escuelas secundarias, achicar la brecha digital e impulsar el empleo.
La primera entrega consistirá en 80.000 equipos y se realizará en julio para, luego, continuar con distribuciones cada 30 días y cuya prioridad estará dedicada a los establecimientos con alumnos que tuvieron baja o nula continuidad pedagógica en 2020, zonas de menor nivel socioeconómico y un mayor porcentaje de estudiantes desvinculados. Asimismo, la propia fabricación de estas netbooks generará 2.000 puestos de trabajo y se realizará en plantas ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las provincias de Santa Fe, Tierra del Fuego y Buenos Aires.
Esta apuesta genera empleo y, por eso, el presidente argentino realizó un paralelismo con las políticas de reactivación anunciadas por Joe Biden, primer mandatario de Estados Unidos, que en su caso involucran una inversión de 100.000 millones de dólares para el crecimiento de su red de Internet de banda ancha, en el marco de una estrategia con la que aspira a crear “millones de buenos empleos”. Con todo, ambas naciones apostaron por un programa de empleo y obra pública para “recuperar muchas de las fuentes de trabajo que se perdieron durante la pandemia”, destacó Fernández.
La iniciativa argentina, con sus escalas y realidades, prevé repartir casi 700.000 computadoras y sigue los pasos del programa Conectar Igualdad que, lanzado en la administración de Cristina Fernández de Kirchner, repartió cinco millones de equipos durante su gestión, además de las 700.000 máquinas entregadas en la gestión predecesora, la de Mauricio Macri.
Al Juana Manso se suma al plan de conectividad pública con el que se prevé llevar fibra óptica a todo el país “y eso lo hace el Estado que es quien más conectividad tiende porque, en los años que me precedieron, esperaron que lo hicieran los capitales privados, pero ellos van donde es negocio. Nosotros lo llevamos donde hay una necesidad, porque donde hay una necesidad hay un derecho, y esa es la gran diferencia que tenemos”, sostuvo Fernández.
Juana Manso fue una argentina que 200 años atrás reivindicó la educación y la emancipación de las mujeres y hoy su nombre sirve como mascarón de proa de una iniciativa que promueve el acceso a la educación en tiempos digitales.
“El acceso a internet para un niño, una niña, un joven es lo que en mi época era poder acceder a un libro o a una biblioteca. Vivimos en un tiempo donde el conocimiento es central, las sociedades ricas son las que se educan y desarrollan la ciencia y la tecnología”, remarcó Fernández y subrayó que “cuando decimos que ponemos en marcha este plan para llevarle a los chicos y chicas argentinas el acceso a Internet para poder estudiar, lo hacemos construyendo estas computadoras en ocho empresas argentinas, que nos van a dar 700.000 notebooks al cabo de este año”, dijo Fernández.
