Dos noticias circundan las calles de San Pablo por estas horas: por un lado, la ley de antenas ya es una realidad y, por el otro, avanza el plan de contar con conectividad total y de calidad para sus escuelas; pero vamos por partes… aunque todo señale a 5G.
El jueves pasado, el municipio local firmo un convenio de cooperación con la Fundación Lemann para implementar el Programa de Conectividad Escolar, porque aspira a iniciar el 2023 con conectividad escolar a Internet “con calidad de estándares internacionales”. La intención es que los enlaces sean por fibra óptica y sirvan a los fines pedagógicos y, aunque no se hayan aclarado los parámetros técnicos, la normativa dictada en Estados Unidos habla de 1 Mpbs por estudiante y en la Unión Europea, de 1 Gbps.
El programa busca “ampliar” los umbrales de la enseñanza en el aula y para los cuales los recursos digitales son claves para avanzar con los objetivos de innovación formativa y evaluativa y, para ello, se realizará un diagnóstico cuya precisión marcará el ritmo de la apuesta por venir en las escuelas públicas. A tal efecto, cada institución tendrá instalado un software que, desarrollado por NIC-br en colaboración con el Ministerio de Educación (MEC), medirá la conexión cada cuatro horas y ofrecerá detalles sobre las calidades de los enlaces.
Según trascendió, las instituciones educativas también recibirán equipamiento, de infraestructura y de conectividad; aunque hoy es sólo un piloto que está en clave de despliegue. Y, según publicó el medio local Telesíntese, se tratará de enlaces que permitirán transmitir videollamadas con calidad de video HD, y que la velocidad mínima indicada a nivel nacional es de 100 Kbps por alumno; al tiempo que recuerda que el gobierno municipal ya realizó otros desembolsos vinculados a achicar la brecha digital en el segmento estudiantil al adquirir 465.000 tabletas para estudiantes de 540 escuelas primarias y otras 40.000 para estudiantes de nivel inicial.
Fernando Padula, secretario de Educación municipal dijo que “esta alianza será una herramienta más para ayudar a docentes y estudiantes en las actividades, especialmente en este nuevo momento que estamos ingresando a la educación, en el que el uso de la tecnología estará cada vez más ligado a la cotidianidad de las escuelas”.
Cabe recordar que, a colación de la subasta de 5G y desde hace un mes, el país avanza en el despliegue de una solución de conectividad para el segmento educativo e, inclusive, hace alrededor de un mes fue la Anatel quien anunció la cancelación del contrato de cooperación técnica que había establecido con la Fundación Lemann, al considerar que los datos y los esfuerzos se superpondrían con los que realizará el Grupo de Seguimiento del Costo de Proyectos de Conectividad Escolar (GAPE).
“La ciudad de San Pablo tiene que ser un ejemplo para Brasil”, dijo el alcalde local Ricardo Nunes y se refirió a la disparidad de la calidad del servicio local, al tiempo que recordó la legislación de antenas sancionada días atrás.
Se trata de la Ley 17.733/22 que, aunque ya está publicada en el heraldo oficial, aún no está vigente pues el Ejecutivo municipal debe reglamentarla para derogar la normativa vigente desde 2004. “La antigua legislación fue considerada obsoleta por la industria de las telecomunicaciones, que había estado clamando por nuevas reglas durante años”, dice en su nota Teletime y refleja el ánimo sectorial.
La nueva letra ofrece incentivos y “condiciones diferenciadas” para el otorgamiento de licencias de antenas, ofrecen reducciones en el precio público de registro y licencia y en el valor de la remuneración por el uso de bienes municipales, tal como lo refleja el medio local.
Además, la normativa ofrece la posibilidad de que los plazos de permisos no superen los 60 días o los 180, en caso que el Ejecutivo lo declarara “complejo”. Sino, corre por cuenta el conocido “silencio positivo” que ante la no prohibición, se asume la posibilidad de avanzar.
Inclusive, la normativa ofrece la exención de licencia para la instalación de mini ERB y ERB móviles, que apenas requieren de un registro electrónico; y la posibilidad de instalar ERB en predios irregulares; entre otros. Sobre todo, esta normativa se evidencia como una buena señal ante el desembarco de las antenas de quinta generación, dada la gran capilaridad que la nueva tecnología demandará.
