Y llegó el día. Imowi, el cuarto operador móvil de la Argentina, está en la calle. Lo hace bajo la figura de Operador Móvil Virtual y apoyado en la infraestructura de red de Movistar. El proyecto más esperado del sector cooperativo de los últimos años es la concreción de muchos años de trabajo, sudor, marchas y contramarchas, apoyos y tropiezos (no sin alguna zancadilla, por momentos). Imowi representa el ingreso de las cooperativas en el negocio móvil, y buscará posicionarse en un mercado donde la penetración del servicio supera el 100 por ciento, a través de la complementación de la oferta de banda ancha y de TV paga que ya brindaba a sus asociados.
Hacerse un lugar en el mundo de la telefonía celular será el principal desafío del nuevo operador móvil virtual (MVNO, por su sigla en inglés) conducido por la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (Catel) creada, justamente, con el objetivo de hacer evolucionar a un sector cooperativo que, en general, se ocupó de llevarles servicios de telecomunicaciones a las poblaciones más remotas, o que no fueron alcanzadas por las grandes operadoras del sector. En mercados móviles maduros, como el argentino, sólo se crece a costa del competidor y, si bien en Imowi parecen tener claro que algo de la estrategia comercial pasará por ahí, también apuestan a que toda esa base de clientes que hoy es atendida con servicios de banda ancha fija y TV paga se incline por su oferta móvil o, como dicen desde Imowi y desde Movistar, se dejen seducir por la posibilidad de tener una oferta complementaria y convergente, claro.
“Tenemos un plan creativo y aspiramos a tener lanzamientos todas las semanas. Hoy ponemos operativo el servicio, pero la idea es que todas las semanas las cooperativas lancen en las localidades que atienden. Vamos a buscar, sabemos que todos tienen un celular”, explicó Ariel Fernández Alvarado, presidente de Catel, durante la conferencia de prensa realizada posteriormente a la presentación oficial del servicio, que contó con la presencia de las máximas autoridades de telecomunicaciones del Gobierno argentino, además del vicejefe de Gabinete, Jorge Neme. El presidente Alberto Fernández iba a ser de la partida, pero el contagio de Covid-19 de uno de sus ministros lo obligó a estar aislado.
Fernández Alvarado explicó, luego, que los clientes que provengan de la competencia, incluidos los de Movistar, se quedarán con una parte de los ingresos que se generen por la presencia de un nuevo operador.
La expectativa de Imowi, un acrónimo que alude a Innovación, Movilidad y Wireless, es contar con 300.000 clientes en el próximo año. A partir de ahora, el servicio se disponibilizó en 32 localidades a través de un grupo de cooperativas que oficiarán de cabeceras. Se trata de las ubicadas en Del Viso, Tortuguitas, Pinamar y Monte, en la provincia de Buenos Aires, y en Villa Gobernador Gálvez, en la provincia de Santa Fe. Pero, para llegar a la cifra prevista, la acción se orientará a que, cada semana, una nueva cooperativa lance los servicios en su área de influencia. El objetivo es que las 500 cooperativas de telecomunicaciones se suban a Imowi y que, luego, también lo hagan las más de 1.000 cooperativas eléctricas que, como las primeras, se distribuyen a lo largo y a lo ancho del territorio argentino.
Será el modo con que este MVNO buscará ampliar la pisada. Por eso, Fernández Alvarado, “el malabarista”, tal como lo describió Luis Delamer, director mayorista de Telefónica Hispam, insistió en la idea de completar la oferta fija. “Vamos a completar la oferta fija, porque nosotros sí tenemos red fija en todo el país, y los grandes no, por eso el complemento es ideal. Cuando hoy se suman los servicios de la oferta fija de uno y la móvil de otro operador es muy costoso. Por eso a ese cliente de Claro y de Personal que quiere tener los servicios que nosotros antes no podíamos completarle, ahora podrá incorporar Imowi. Y desde la fija también podremos ser mucho más flexibles porque ese negocio lo tenemos con mucha más capilaridad y, además, tenemos experiencia”, aseguró.
Por su parte, Luis Delamer, explicó que “el 87 por ciento del tráfico que se genera desde un celular se efectúa por una red fija, canalizada por el Wi-Fi que, así, pasar a ser más fuerte en la conectividad. La unión del terminal con la red fija es relevante, por eso nuestra apuesta es aumentar la conectividad trabajando con las cooperativas”.
La asociación entre Movistar y Catel se inscribe muy bien en la actual política de la operadora orientada a compartir infraestructura en la región, aunque la relación entre ambas se inició mucho antes de la decisión del spin off de Telefónica de noviembre de 2019. Ocurrió durante una misión comercial a Nueva York y Washington, en noviembre de 2016, liderada por la gestión de gobierno anterior, de la que formaron parte todos los actores del sector y de la que esta periodista fue testigo. Desde entonces se viene trabajando en este proyecto que, desde ahora, ya es posible contratar de manera individual o en combo. Y esta vinculación es la que, hacia adelante, podría generar nuevas relaciones con otros actores de la industria que hoy están adquiriendo relevancia en distintos países de la región.
Está claro que, en una primera fase, el objetivo de este cuarto operador móvil será el de ganar clientes en el rubro móvil e ir completando la oferta que brindan. También, que las operadoras diseñarán sus estrategias para no perder ni uno solo, y habrá que seguir con atención todos estos movimientos. Porque, así como el camino no fue llano para conformar este nuevo operador virtual, tampoco lo será a medida que busque hacerse un lugar, aunque la perseverancia ha sido el elemento que caracterizó a este proyecto. Y aunque ahora la cosa pasará por la competencia en el negocio, habrá que ver si esa creatividad aludida en la presentación será el diferencial del nuevo operador.
Para salir airoso de esta primera fase, el MVNO no sólo tendrá que ganar clientes sino ampliar servicios y, para ello, necesitará financiamiento, tal como se prevé encarar la segunda etapa. A partir del segundo semestre de 2022 comenzará a analizarse el alcance en localidades anexas a las que ya comenzaron a ser atendidas y, luego, realizar nuevos despliegues en áreas desconectadas.
Tras la conferencia de prensa, y en diálogos informales mientras se brindaba por el esperado lanzamiento, se deslizó que cuando se requiera capital se buscará a los organismos multilaterales y a los fondos de inversión que están cada vez más presentes y activos en la región, aunque todavía sin mucho foco en la Argentina. De hecho, Telefónica mantiene acuerdos de asociación en Chile y Colombia con KKR, y con CDPQ, en Brasil. Las torreras podrían ser otro eslabón que se integre en este nuevo abordaje de la infraestructura de las telecomunicaciones en la región aunque, claro, es todavía todo muy prematuro para avizorar convenios concretos.
Sucede que, mientras tanto, habrá que ganar clientes. ¿Cómo lo hará? Con una estrategia comercial que se basará en el precio y en la complementación.
Imowi tendrá un valor de 6,76 dólares (705 pesos argentinos) por el plan base de 3GB, llamadas, SMS y WhatsApp. A este plan se le podrán sumar bonos de datos de diferentes capacidades y duración que los clientes podrán añadir a través de canales de autogestión. Aquellas personas que quieran pasarse a esta nueva alternativa, sólo tendrán que llamar y pedir el cambio. Recibirán un nuevo chip y mantendrán su número de teléfono. Una cuarta opción ya está disponible. Y ya hay más de 100 cooperativas, federaciones y asociaciones similares interesadas en sumarse al proyecto desde el pasado jueves.
