Mejorar la ciberseguridad, la resiliencia y la confiabilidad de los sistemas. Son los tres ejes que explican el movimiento que el segmento corporativo está dando de cara hacia edge computing. La posibilidad de instalarse más cerca del cliente con inversiones basadas en el concepto de transformación digital está animando a las actoras de los diversos segmentos de la economía a apalancarse en este terreno para brindar servicios estratégicos.
Es lo que surge de un estudio realizado por Schneider Electric, en asociación con IDC, llamado Succeeding at Digital First Connected Operations, en el que se detallaron los impactos de las tecnologías de edge computing como uno de los ejes que permiten evolucionar hacia modelos digitales.
Una de las preguntas obligadas del informe era si las empresas consultadas – pertenecientes a los sectores de industria, salud y educación, entre otros, de Estados Unidos, China, Japón, el Reino Unido, Irlanda, Alemania y la India- estaban interesadas en invertir en edge. Entre los más de 1.000 profesionales que formaron parte del muestreo, el 50 por ciento dijo que sí, para avanzar en la mejora de la ciberseguridad, mientras que un 44 por ciento señaló que el interés pasaba por dar resiliencia y confiabilidad a los sistemas.
Esta necesidad reveló otra, todavía más primaria, tal como es resolver los problemas de conectividad, con la latencia a la cabeza, y de cortes de energía, cuyo tratamiento exige un abordaje conjunto: sin energía no hay conectividad posible. Y esto también quedó evidenciado en un nivel significativo pues el 32 por ciento de los profesionales encuestados aseguró haber experimentado fallos en la conectividad o una lentitud en las implementaciones de edge computing, mientras otro 31 por ciento aseguró padecer cortes de energía o subidas de tensión de más de 60 segundos.
Todo esto es lo que llevó a consultar qué desafíos deben superarse una vez que se desarrollan las operaciones digitales conectadas, con buena latencia y sin cortes de energía, y aquí es donde apareció la seguridad como la prioridad. Por eso, el informe planteó la necesidad de integrar y adaptar procesos adaptados a un enfoque de la seguridad como nuevo paradigma. “La conexión a la nube y el poder acceder a la información serán elementos que permitirán optimizar procesos. La información podrá mejorar la colaboración en la empresa y desarrollar operaciones remotas, las cuales ofrecen mayor eficiencia laboral, al tiempo que garantizan que las empresas tengan capacidades de operaciones remotas resistentes”, señala el reporte.
Aquí es donde, además de las habilidades que necesitarán quienes desarrollen estos entornos tecnológicos y los cambios a nivel de organización, surge la cuestión de la fiabilidad porque las operaciones de las empresas están cada vez más soportadas de manera remota por la conectividad de edge, lo que requiere de altos niveles de confiabilidad.
“Hoy, los recursos de edge resilientes, se consolidan como el eje que permite avanzar hacia operaciones digitales conectadas. Las organizaciones se volverán vulnerables en la medida que su tecnología falle. En futuras implementaciones perimetrales, los responsables deberán establecer una estrategia en la que se tengan en cuenta situaciones o elementos como la ciberseguridad, problemas de conectividad y el acceso a recursos que permitan establecer y mantener infraestructuras perimetrales resilientes”, expresó Jennifer Cooke, Research Director, Edge Strategies, de IDC.
A la cuestión de la conectividad y la energía resilientes – y sustentable, aspecto sobre el que el sector ya lo da por sentado- se suma la supervisión remota y la gestión de recursos de edge a gran escala. Si más arriba se mencionaba la necesidad de contar con equipos que posean las habilidades necesarias para enfrentar este proceso, también requerirán del equipamiento necesario para soportar el monitoreo remoto y la operación autónoma.
Todo este nuevo combo tecnológico, sostenido en talento capacitado, también exigirá de otra pata: contar con socios de confianza con los que desarrollar mejores prácticas. Tal como lo propon el reporte, que puede descargarse desde aquí, edge propone un cambio tecnológico pero, por sobre todas las cosas, a nivel de cultura organizacional, tal como sucede con cualquier otro proceso de transformación digital.
