Todo parecía listo para transitar la recta final hacia la portabilidad fija. Pero la curva parece haber sido demasiado pronunciada y a último momento, casi como un derrape que obliga a levantar la bandera amarilla para alertar de la situación, Telefónica y Telecom pidieron, con sendas notas, volver a prorrogar la fecha de inicio de este sistema que permitiría, especialmente a las pequeñas operadoras del sector, contar con la posibilidad de ofrecer servicios empaquetados incluyendo la telefonía fija. Hasta el cierre de este artículo, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) no se había manifestado sobre qué decisión tomará al respecto.
Tal como informó TeleSemana.com, esta semana se iniciaba la fase de pruebas finales orientada a iniciar la portabilidad fija en septiembre próximo, proceso que tramita desde 2018 y que parecía haber tomado un envión al inicio de este 2022, aunque finalmente el regulador decidió dar seis meses más para resolver las cuestiones técnicas planteadas por las distintas participantes.
Hasta el viernes, las cosas parecían bien encaminadas.
De hecho, 26 operadoras de distinto tipo, entre ellas Telefónica, Telecom, Claro, iPlan, Metrotel y CATEL – que nuclean a la mayor cantidad de clientes de telefonía fija – forman parte de esa lista. Pero el mismo viernes, las dos principales operadoras del país – siempre reticentes a la portabilidad fija – presentaron a a la Dirección Nacional de Planificación y Convergencia del Enacom volver a prorrogar la fecha de inicio del sistema.
En líneas generales, ambas argumentaron que no están dadas las condiciones técnicas. Telefónica-Movistar consideró que, debido al inminente cambio en el Plan Fundamental de Numeración, base sobre la que se construye el sistema de comunicaciones, modificarlo genera impactos en la red y en su configuración por lo que “ambas cuestiones deben someterse a una evaluación conjunta para evitar retrocesos innecesarios y que las implementaciones se realicen de modo ordenado y preciso”.
Además, señaló que no se ha resuelto la cuestión de las portabilidad de clientes con deuda – un tema que Telefónica suele usar para evitar fugas de clientes en la portabilidad móvil, por ejemplo-, cuya resolución está pendiente de resolución en la justicia.
A esto sumó observaciones vinculadas con “indefiniciones técnicas” relativas a la Plataforma de Trámites a Distancia, expresado en notas elevadas al organismo en diciembre del año pasado, que tramitan con el expediente 2021-121776807, además de observaciones vinculadas con la portabilidad para clientes corporativos y gobiernos que, en su visión, están “erróneamente equiparados con la portabilidad de clientes individuos”.
Tras observar, al menos, otros tres aspectos, concluye la presentación de Telefónica-Movistar que “no vemos posible la implementación de la portabilidad fija en los términos y plazos previstos por ese Ente”.
Telecom-Personal, en tanto, pide de manera directa la modificación del cronograma de trabajo y, entre sus argumentos, también alude a la falta de cumplimiento de condiciones técnicas y operativas, tal como lo hiciera en diciembre de 2021.
Tras aludir al método utilizado para la implementación de la portabilidad – conocido como All Call Query – Telecom señala que se trata del sistema usado para la totalidad del tráfico destinado a otros operadores. Pero “la aplicación del modelo All Call Query a todo el tráfico móvil que se origina y también que accede a la red de Telecom desde otros operadores, exige importantes erogaciones en infraestructura de consulta, además del mantenimiento y optimización de los recursos técnicos y humanos de gestión, de manera ininterrumpida, proporcional y en orden a la fluctuación del tráfico que resuelve”, no es adjudicable en su totalidad a la portabilidad fija. Considera que muchos de los operadores que entrarán a participar de este sistema no reúnen las condiciones técnicas para resolver el enrutamiento de las comunicaciones.
Y agrega que “…la eventual réplica en la portabilidad fija, del esquema consensuado en la portabilidad móvil, implicaría redimensionar todos nuestros recursos de red, informáticos y capacidad de infraestructura, multiplicando las erogaciones e inversiones de adecuación, para sostener un modelo que, reitero, no impone a Telecom como sujeto obligado para resolver el encaminamiento de comunicaciones de otras operadoras”.
Señala, asimismo, que los 26 operadores que adhirieron al sistema de Administradora de Bases de Datos (ABD) no dan garantías de cumplir con las exigencias técnicas necesarias para cumplir con la operatoria que implica la portabilidad y que, “al día de hoy la situación reviste tal gravedad, que el actual esquema no ofrece garantías de que los operadores puedan resolver las comunicaciones que se cursan en sus propias redes”.
Tras profundizar en estos aspectos, Telecom pide tres cosas: que se modifique el cronograma de trabajo establecido por la resolución 32/2022, que prorrogó por 120 días la implementación de la portabilidad fija; conocer la lista de los prestadores de servicios portables que se encuentran obligados a implementar el régimen de portabilidad numérica y adherir al contrato de la ABD; y conocer el detalle de los prestadores que no cuentan con la capacidad técnica para emplear el método de consultas de todas las llamadas, es decir, el All Call Query.
Aunque el Enacom aún no se expidió, aquí vuelve a quedar claro que, las dos grandes operadoras de telecomunicaciones de la Argentina siguen resistiéndose a la portabilidad fija, sistema que es reclamado básicamente por las pequeñas prestadoras que entienden que, con ella, podrían competir de mejor forma en el mercado.
Esta batalla, casi de ribetes románticos por momentos, revela, una vez más, que ninguna compañía está dispuesta a que le saquen nada, aún cuando el servicio de voz fija se encuentra en retroceso. La historia, no hay dudas, continuará. Aunque no se sabe si será con curvas y contra-curvas, o tomará la recta final.
