El desarrollo de vehículos autónomos amplía cada vez más su ecosistema. Y las operadoras de telecomunicaciones comienzan a ser parte concreta de los grupos de investigación y desarrollos en marcha. En España, un consorcio integrado por MasMóvil, Renault Group, Indra, Sigma, GMV, Alsa y Masermic puso en marcha el proyecto R3CAV, orientado a crear un prototipo de coche autónomo y conectado para el entorno industrial, y otro para el transporte de pasajeros. Las primeras tareas se están realizando en España.
El consorcio ya está avanzando con ambas iniciativas. Como se dijo, una de ellas consiste en un prototipo de vehículo autónomo para la industria que se está desarrollando en la planta que Renault tiene en Palencia; la otra, mucho más audaz, propone la creación de un vehículo cuya funcionalidad futura será el transporte de personas, o shuttle, también autónomo que se idea en Alcobendas, localidad ubicada a unos 25 kilómetros de Madrid. Este segundo caso contempla, además de la conectividad y la comunicación, el desarrollo de sistemas de navegación autónoma y posicionamiento.
Este proyecto no es uno más. Se había encarado antes de la pandemia y quedó en suspenso por las restricciones impuestas en aquel momento. Y los socios volvieron a reencontrarse en el Centro de I+D+i de Renault Group en Valladolid que, ahora, se enmarca en el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por el Next Generation EU, el fondo masivo de recuperación de la Unión Europea que alcanza los 750.000 millones de euros y fue creado en 2020 por el Consejo Europeo para ayudar a los países del bloque más afectados por las consecuencias del covid. Y que, entre sus objetivos, se propone contribuir al desarrollo de tecnologías relevantes de aplicación en la industria automotriz, entre otros objetivos que apuntan a buscar una recuperación económica rápida por la vía de la innovación, y a concretarlo tomando en cuenta principios ambientales como la movilidad sostenible, las cero emisiones y, lógicamente, el auto conectado.
El R3CAV, sigla que resume el concepto en inglés de Robust, Reliable and Resilient Connected and Automated Vehicle o vehículo robusto, confiable, resiliente, conectado y autónomo, incluye el desarrollo de una nueva arquitectura adaptable, tanto a nivel de hardware como de software, cuyo objetivo es crear autos que, gracias al nivel de conectividad de que están dotados, puedan operar con distintos niveles de autonomía.
En otras palabras, el proyecto pretende darle luz a un vehículo autónomo que sea capaz de gestionar interacciones complejas gracias a la ayuda de una infraestructura avanzada, que operará como una fuente redundante de información para el vehículo.
Esto implicará el desarrollo de una nueva plataforma de vehículo eléctrico autónomo y conectado que permitirá pensar en una aplicación futura, tal como es la de transporte de personas en circuitos urbanos. En este desarrollo puntual, la idea es profundizar el nivel de automatización que pasará de un L2, en donde hay sistemas de ayuda para la conducción avanzada, a un L3, en donde esa supervisión es baja.
En este punto en particular, tanto para uno como para otro vehículo, es donde trabajará MásMóvil. “Conectividad 5G y seguridad en vehículo e infraestructura” es el nombre del grupo que liderará la operadora de telecomunicaciones y que, entre otras tareas, tendrá que ocuparse de diseñar la arquitectura de servicios de movilidad, el diseño y el desarrollo de la plataforma de conectividad dinámica heterogénea además de la integración de sistemas de slicing. Pero no se queda aquí. También tendrá que considerar la optimización de tecnologías de conectividad heterogénea 5G/G5, sin dejar de lado temas súper críticos como la ciberseguridad en el vehículo y la infraestructura, tal como informó en su comunicado.
Indra, por su parte, coordinaár al grupo de “Infraestructura conectada” y aportará su tecnología para habilitar los altos niveles de conducción automatizada que requerirá este tipo de vehículos, sea para uso industrial o de transporte de pasajeros. Para ello, se piensa en la monitorización en tiempo real del entorno controlado creado en la planta de Palencia, ubicada a unos 260 kilómetros al norte de Madrid, pasando Valladolid, donde se han montado cámaras y sensores LiDAR (Light Detection and Ranging), es decir, la tecnología que permite medir la distancia entre un sensor y un objeto. También tendrá que implantar distintos servicios 5G y videocámaras, tal como lo requerirá el proyecto de shuttle, según indicó Cinco Días.
Renault, por su parte, aportará al equipo de más de mil ingenieros de su centro de innovación cuyo expertise en la industria automotriz deberá complementarse e integrarse sobre el que vayan creando los distintos grupos de trabajo. Las otras empresas, como GMV, Alsa, y MaserMic están vinculadas con el desarrollo de tecnologías para la industria automotriz, para la movilidad y para las ciudades inteligentes. La cooperación que logren entre todas será, sin duda, enriquecedora para estos y para otros proyectos similares.
Por eso es también relevante la participación de la academia en esta iniciativa. Las universidades Politécnica de Madrid (UPM), Carlos III de Madrid (UC3M), de Murcia (UMU) y Miguel Hernández (UMH) junto a los centros tecnológicos Tecnalia, de Automoción de Galicia (CTAG) y Tekniker (dedicado a la fabricación avanzada, las ingenierías de superficie, de producto y TICs) forman parte de este consorcio sobre el que se ha creado una alta expectativa teniendo en cuenta los desafíos que atraviesan las distintas industrias en un escenario de plena transformación digital, y donde la tecnología de quinta generación promete impactar, justamente, en los entramados productivos.
