En el día del bicentenario de la independencia de Brasil y en el marco del balance del primer semestre del año, la agrupación que en ese país reúne a empresas de telecomunicaciones y conectividad Conexis Brasil Digital, registró que al cabo del primer semestre del año se vandalizaron 2.340 kilómetros de cables de telecomunicaciones que, a su vez, dejaron a cuatro millones de clientes sin servicios.
La cifra publicada refleja un incremento del 28 por ciento en la comparación al semestre anterior, pero también pone en escena una vieja problemática que no termina de resolverse y que, inclusive, se da después de haber registrado una caída del 11 por ciento en los robos producidos en 2021 frente a 2020. Pero, además, se inscribe en un flagelo regional: hace una semana Chile comunicaba que este tipo de delitos había significado la sustracción de 725.000 kilos de cableado.
¿Qué volumen de cables de telecomunicaciones fueron sustraídos en las ciudades brasileras?
El informe lo desmenuza y señala, por ejemplo, que en San Pablo totalizó más de 490 kilómetros; en Paraná, los 487 kilómetros; en Minas Gerais los 317 kilómetros; en Espíritu Santo los 182 kilómetros, y que en Río de Janeiro superaron los 161 kilómetros de tendido vandalizado.
¿Y cómo dimensionar esa cantidad de metros de tendido robado?
Un buen ejercicio es el que propone la propina Conexis, al señalar la posibilidad de unir, ida y vuelta, la distancia que separan a Río de Janeiro de Porto Alegre.
“El aumento registrado en comparación con el volumen sustraído en el segundo semestre de 2021 refuerza la preocupación del sector por estas acciones delictivas. São Paulo, Paraná, Minas Gerais, Espíritu Santo y Río de Janeiro son los estados que más sufrieron el problema”, dice el reporte y reflexiona que estas acciones “causan daños directos a millones de consumidores, que se quedan sin acceso a servicios importantes para el día a día” además de comprometer los servicios de utilidad pública como la policía, los bomberos y las emergencias médicas”
De todos los distritos que padecieron la merma de sus infraestructuras de telecomunicaciones, Espíritu Santo fue más afectado al registrar un alza del 162 por ciento en la cantidad de episodios registrados en comparación con el semestre inmediatamente anterior; pero que se alcanzó en un 245 por ciento si se lo contrasta con los valores interanuales.
San Pablo, a su vez, registró in incremento del 16 por ciento frente al semestre anterior pero una caída del 21 por ciento en la comparación con 2021; mientras que Paraná creció un 29 por ciento en la comparación con el semestre anterior pero un alza de 113 por ciento en la interanual.
En el informe publicado, Rio de Janeiro tuvo un capítulo aparte. “A lo largo de 2021, especialmente en el segundo semestre del año, el sector intensificó su interlocución con autoridades federales, estatales y municipales, en especial de Río de Janeiro, para impulsar acciones de combate al hurto, robo y vandalismo de cables y equipos”, dijo Conexis en su balance y explicó que el resultado de esas acciones se tradujo en la baja del 52 por ciento en los episodios registrados entre 2021 y 2020.
“En la primera mitad del año, el estado cayó al quinto puesto entre los que más padecen el problema, y a pesar de haber mostrado un aumento de 63 por ciento en comparación al segundo semestre de 2022 -dato que merece atención- en comparación con el primer semestre de 2021 hubo una caída del 60 por ciento”, agregó el documento que puede consultarse aquí.
