La Argentina le da la bienvenida a una nueva cámara en el sector de las telecomunicaciones, una más. Aunque esta flamante organización pondrá foco en la infraestructura. Infraestructura Digital Argentina (IDA) es el nombre de una nueva asociación que, conformada hasta ahora por seis integrantes, busca correrse de la coyuntura para plantear nuevos debates de cara al futuro. Consideran que mirar hacia adelante es el modo de provocar cambios en el presente. La conformación de esta nueva entidad, que venía gestándose desde hace largos meses, ya provocó cuestionamientos desde la misma industria. Un signo de los tiempos.
IDA nuclea una iniciativa que comenzó a idearse hace un año cuando se reunieron para pensar qué hacer para salir del día a día y mirar al largo plazo. Y a partir de ahí, un grupo, por ahora pequeño -el sector cuanta con más de 1.200 prestadoras de telecomunicaciones que conforman el ecosistema digital argentino- decidió agruparse y comenzar a trabajar en un plan que contenga recomendaciones tanto para el sector público como el privado.
Por el momento, IDA definió un manifiesto de 10 puntos orientado al desarrollo sustentable de la infraestructura digital argentina. La nueva asociación está conformada por Telefónica, Sion, San Juan Cable Color, Carlos Paz Televisora y Marcelo de Ambrosio (General Pico, La Pampa) y Rodolfo Bianchi (San Rafael, Mendoza) a título personal, ambos integrantes de la Cámara Argentina de Pequeños Prestadores de Internet – CAPPI). Es liderada por Alejandro Lastra, de Telefónica, Sonia Félix, de San Juan y Gino Genovesio, de Córdoba.
Los 10 puntos del manifiesto esbozado hasta ahora abordan temas históricos de la industria y otros más vinculados con los nuevos tiempos que corren. De hecho, la conferencia de prensa generó mucho intercambio porque no terminaba de comprenderse la razón de avanzar con una nueva plataforma institucional -como prefieren llamarle sus fundadores- cuando existen ya varias cámaras en el sector.
Independientemente de este contrapunto, los 10 ejes sobre los cuales comenzará a trabajar IDA – y sobre el que podría generarse un documento concreto con recomendaciones para impulsar la infraestructura digital que podrían recibir los candidatos a la presidencia de la Argentina en 2023 – son: neutralidad de las redes, compartición de infraestructura, eficiencia tecnológica para el aprovechamiento del espectro, eliminación de la brecha digital, impulso a la inversión privada en innovación, tecnología y despliegue de redes, neutralidad tecnológica y sustentable, y elaboración de un marco regulatorio integral de vanguardia en materia de innovación y tecnología. También la estabilidad fiscal y previsibilidad, la educación en habilidades digitales y, finalmente, el fomento de la economía del conocimiento a través del despliegue territorial de infraestructura digital.
Cada uno de estos puntos tiene, a su vez, su abanico de principios que permitirían promover el desarrollo de la infraestructura digital en la Argentina.
Pero lo que subyace a esta iniciativa se vincula con la necesidad de dar un debate que alcance a los distintos jugadores del sector público y privado para que los principales jugadores digitales – Google, Amazon, Meta, entre otros – se hagan cargo de las inversiones en infraestructura que, hasta ahora, solo pesan sobre las operadoras de telecomunicaciones. Una discusión que acumula años y que, actualmente, en Europa está dando lugar a acciones concretas y que IDA quiere que también llegue a estas latitudes.
“Hay que discutir la infraestructura digital, porque esto tiene que ver con la electrónica, el software, la nube, la economía del conocimiento, y se requiere un desarrollo armónico y no políticas aisladas para promover a estos segmentos”, explicó Alejandro Lastra. Admitió que el grupo de empresas que ha iniciado IDA tiene divergencias pero que la apuesta es encontrar una síntesis donde prime el interés común.
Sonia Félix agregó la necesidad de “aportar en la construcción de una política pública desde un lugar diferente y encararlo en conjunto con las autoridades nacionales, provinciales y municipales para adecuarnos a la tecnología y hacerlo en un marco de competencia y colaboración”. Sostuvo, en este sentido, que la generación de datos crece al 50 por ciento anual, y que la infraestructura digital debería crecer al mismo ritmo “pero eso no está sucediendo porque no hay un plan que lo promueva”.
Durante el encuentro, sus voceros se preocuparon por dejar en claro que IDA está inspirada en el deseo de rediseñar la institucionalidad del sector y la articulación público-privada para acompañar la evolución vertiginosa de la tecnología. Y, como nueva plataforma institucional, nuclear a ISPs, empresas que brindan servicios de telecomunicaciones, proveedores de internet, de televisión por suscripción, de servicios en la nube, entre otras entidades del ámbito de las TIC, sin que eso signifique estar en disidencia con otras cámaras empresarias sino actuar de manera complementaria.
El acento puesto en la necesidad de discutir de cara al largo plazo llevó a que se remitiera a la imposibilidad de pensar en el futuro, tal como está expresado en un libro de reciente publicación, “Una temporada en el quinto piso”, de Juan Carlos Torres, que alude a la crisis económica de la Argentina en su retorno a la democracia en los ‘80 y cómo la urgencia del día a día impide a un gobierno a pensar más allá de la coyuntura. Con un contexto económico actual que tiene muchos puntos de contacto con lo sucedido en aquel entonces, desde IDA insistieron en la necesidad de que haya un grupo de empresas que pueda pensar nuevas ideas de cara a crear marcos regulatorios nuevos que permitan darle al sector, y a la infraestructura digital, las herramientas que necesita para un desarrollo ágil, que responda a la vertiginosidad que la tecnología impone en estos tiempos.
“Hay que tener una mirada digital en su conjunto. Es necesario discutir políticas públicas para el desarrollo digital, no solo de conectividad. Los datos son un nuevo factor de producción y hasta ahora esta discusión no se ha dado en otras cámaras”, apuntó Lastra.
En ese sentido, las leyes Argentina Digital, y a los decretos 267/2015 y 690/2020 – y que hoy rigen a la industria- fueron cuestionadas por haber surgido en contextos para dar respuestas en el corto plazo y no como parte de una discusión amplia orientada a encontrar las mejores decisiones.
Entre las propuestas que se desprenden de los 10 puntos mencionados surgen, por esta razón, la conformación de un tribunal arbitral técnico o de mediación -extrajudicial- para cuando surjan conflictos entre los actores de la industria (por ejemplo, cuando hay que compartir postes), la necesidad de rediseñar el servicio universal y, por ende, el fondo que lo sostiene (al que las compañías digitales no aportan), además de la eliminación de impuestos distorsivos surgen como algunos de los puntos más concretos de este primer esbozo del plan que se quiere tener más definido en 2023.
Como se dijo más arriba, la conformación de IDA no ha sido muy bienvenida por otras entidades del sector. Desde la Cámara Argentina de Internet (CABASE), indicaron que “la industria tiene suficientes cámaras y generar una nueva no aporta nada, a la vez que implica un debilitamiento de la representatividad que organizaciones como CACPY, CATIP, CAPPI, CATEL, ATVC, CICOMRA, FECOTEL, FECOSUR, y CABASE, entre otras, han construido con mucho esfuerzo a lo largo de los años”, dijo a TeleSemana.com, Ariel Graizer, presidente de la entidad.
Agregó que “estamos en un momento en el que se necesita fortalecer la representatividad de los actores del ecosistema, y no lo contrario, por un contexto en que el DNU 690, las complicaciones para acceder a divisas que se requieren para adquirir equipamiento para mantener y actualizar las redes, y el creciente proceso inflacionario condicionan seriamente la subsistencia de muchas pymes y cooperativas, que necesitan entidades gremiales fuertes y comprometidas con las necesidades de sus asociados”.
Pensar en el largo plazo y dejar de lado la coyuntura -que en la Argentina viene siendo salvaje- tiene lógica. Es lo que está sucediendo en los países centrales que, aún en un contexto global convulsionado y en crisis, cuentan con esa posibilidad.
Será un desafío para IDA no solo mantener la autocrítica puertas adentro de la plataforma institucional -aspecto sobre el que también hubo un mea culpa explícito durante la conferencia de prensa- sino también comenzar a plantear nuevas discusiones y articular con el resto de la industria e, inclusive, con el sector privado, para poder plantear ideas diversas y distintas, plasmarlas en acciones concretas, y colaborar en el desarrollo de la infraestructura digital que la Argentina necesita. Porque, tal como se señaló en la rueda de prensa, la base de la infraestructura sobre la que se apoyan las redes de la Argentina se construyeron en la década del 90, aún cuando a lo largo de los años se haya evolucionado en ciertas redes o servicios. Las necesidades actuales y futuras son bien distintas a las de entonces como también la situación de los jugadores que animan al sector. Será interesante seguir cómo se planteará la nueva discusión.
