Para Claro Argentina, el despliegue de la red 5G demandará, al menos, seis años

El despliegue de 5G demandará, al menos, seis años en la Argentina. Es la mirada de Claro sobre las perspectivas que se manejan en relación a una licitación de 5G a convocar en el primer trimestre de 2023, y en un contexto en donde las operadoras de telecomunicaciones de este país encuentran cada vez más dificultades para importar equipamiento y pagar licencias.

La consideración de Claro vino de parte de Alejandro Quiroga López, director de Asuntos Regulatorios e Institucionales de la filial argentina de América Móvil, en el marco de la presentación del documento 6G: hacia la futura generación de servicios móviles, presentado en el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) y en donde se abordó una mirada sobre 5G como antesala a lo que ya se está discutiendo en el mundo en relación a 6G, la tecnología que, se prevé, dará sus primeros pasos efectivos hacia 2030.

Y aunque hablar de 6G en la Argentina puede resultar contradictorio cuando todavía no se avanza de manera efectiva sobre la quinta generación móvil, la declaración de Quiroga López surgió en este ámbito. “Estamos discutiendo cómo va a ser la licitación 5G para 2023. Y hay que saber que 5G va a demandar un mínimo de despliegue de seis años, más allá de que el 40 por ciento de la población tenga ingresos por debajo de la línea de pobreza. Creo que hay que pensar en estas cosas porque la tecnología puede ayudar a resolver estos problemas”, comentó Quiroga López.

El documento, cuya presentación sirvió de excusa para que varios actores del sector se reunieran nuevamente, plantea la necesidad de que la Argentina se dé un debate sobre las tecnologías móviles con la intención de proponerse objetivos alcanzables en relación a ellas.

“La Argentina tiene que recuperar herramientas para tomar las decisiones racionales. Tenemos que poder recuperar la racionalidad para tomar decisiones estratégicas que trascienden a los gobiernos. ¿Cómo llegamos nosotros al horizonte de calendario cuando 6G ya está ahí? Hay que trabajar con las condiciones de borde que tocan. Y aquí vemos que son difíciles los retos de 6G pero va a llegar; 5G ya viene, el tema es que hay que hacerlo bien, porque la situación de la industria es un drama en términos de dólares, y no podemos pagar al exterior para hacer cosas de mantenimiento que son importantes, sea el 2G, el 3G, o el 4G”, agregó Quiroga López.

Aunque las dificultades que atraviesa la Argentina en materia de acceso a divisas para poder importar equipamiento de telecomunicaciones – problema que se replica, con sus particularidades, en todas las industrias – son importantes, en el encuentro también surgió la necesidad de conversar seriamente sobre 5G.

Fue Martín Wessel, principal Industry Value engineer de SAS para América latina, quien sostuvo que “5G no pretende remplazar nada sino complementar en donde no hay servicios. Cuando se piensa en tecnologías nuevas con despliegues masivos, habrá que pensar bien a la hora de las licitaciones, qué se les pide a los operadores de punta. Porque 5G tiene que ser un complemento, no va a resolver la voz. Si en 4G fue complicado poner VoLTE porque no estaba previsto, en 5G menos. La voz va a ser resuelta por 4G. Por eso, hay margen para seguir pensando. Los operadores ya están trabajando tecnológicamente previendo que 5G va a llegar”, destacó, para agregar que las ideas en torno a esta evolución van desde la posibilidad de llevar el core a la nube hasta pensar en otros esquemas, aunque en todos los casos se necesita de más fibra que, poco a poco, va teniendo más presencia en las redes de este país.

Marina Rosso Siverino, vicepresidenta del Departamento Técnico del CAI, planteó la necesidad de continuar expandiendo los despliegues de red porque “acceder a la conectividad es tener ciudadanía” – en relación a la cantidad de trámites sociales que se realizan a través de Internet – y consideró que, en función de esta necesidad, “los municipios y las provincias se van a involucrar cada vez más en los despliegues de red”. En la Argentina, la figura de la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM) en telecomunicaciones está ampliamente extendida y muchas de estas entidades son responsables de llevar conectividad en donde no hay o es insuficiente.

Este debate se une al relativo a 5G debido a la necesidad de redes de fibra óptica que exige la quinta generación móvil. Y también a la encrucijada en que se encuentra el sector en la Argentina donde, para poder adquirir equipamiento nuevo, es necesario pedir permiso para importar y para acceder a divisas, autorizaciones que no salen en el tiempo y forma que exige la dinámica de la industria.

La presentación del documento sobre 6G, que puede descargarse desde aquí, invitó, justamente, a plantear las vicisitudes que existen en el mercado de las telecomunicaciones de la Argentina, justo en la previa al inicio de una convocatoria para entregar espectro para 5G.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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