Ecuador se encuentra el pleno proceso de cambio en materia de telecomunicaciones. También de transformación digital, porque todo va de la mano y una cosa lleva a la otra. Vianna Maino es la ministra de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información de Ecuador. Desde que asumió al frente de esa cartera, la conectividad ha sido una prioridad pero no solo para que la ciudadanía tenga Internet sino como base de una transformación digital más profunda, que apunta a convertir a este país en una potencia digital. La determinación por lograr este objetivo se advierte tan fuerte en este período que más de cuatro millones de personas fueron conectadas en un año y medio en este país. En charla con TeleSemana.com, Maino abordó los distintos temas que tiene bajo su responsabilidad: desde la necesidad de elevar los niveles de penetración de los servicios de telecomunicaciones hasta la renegociación de los contratos con las operadoras móviles, sin olvidar el trabajo que significó la aprobación en el Congreso de una Ley de Transformación Digital y la promoción de una baja impositiva al sector para fomentar las inversiones en infraestructura, y lo que resta por definir en materia de espectro. Una mujer contundente como los logros obtenidos en su primer año y medio de gestión.
¿Qué logros se han alcanzado en este período?
Estamos muy contentos en este año y medio. Nos hemos concentrado en la conectividad. Tenemos indicadores bastante interesantes en conectividad. El esfuerzo mayor se concentró en repuntar, porque entendemos que sin conectividad no podremos potenciar las demás bondades del proyecto digital que hemos diseñado para Ecuador, y también encaramos estas iniciativas en el marco de la transformación digital. En lo que hace estrictamente a conectividad, hemos desarrollado un exitoso proyecto integral porque hemos logrado conectar 4,2 millones de personas. Esto, en una población de poco más de 18 millones de personas es una cifra muy representativa.
¿Cómo han hecho para alcanzar a tanta cantidad de personas en este tiempo?
En este tiempo logramos conectar a 59 parroquias que pertenecen a áreas rurales, son los lugares más pequeños. Antes, se conectaban solo 10 parroquias por año, lo que muestra lo que se avanzó en este año y medio. También sumamos 6.600 puntos Wi-Fi gratuitos que prestan servicios públicos en zonas alejadas, como centros de salud, escuelas y municipios pequeños, en donde la conectividad la necesita tanto el personal que atiende como el usuario. No solo llevamos infraestructura sino accesibilidad la conectividad. Por eso también hemos concretado la repotenciación de antenas de 2G a 4G. En donde había solo voz, ahora hay señal.
¿Cómo impactaron estos avances en la penetración de los distintos servicios?
En términos de penetración de Internet fijo, estas acciones nos llevó a sumar 2,6 millones de cuentas nuevas, con penetración de 56 por ciento en hogares; sin olvidar que a Internet también lo pueden tener los ecuatorianos en sus puestos de trabajo. En cuanto a las líneas de telefonía fija, alcanzamos a 17 millones de personas, con 96 por ciento de penetración. Por estas razones, podemos asegurar que el servicio público ha tenido uno de los crecimientos más agresivos
¿En qué consiste el proyecto digital de Ecuador?
Hemos venido trabajando muy agresivamente y ya estamos en condiciones de madurez aunque sabemos que esto no es todo, que nunca se completa porque la evolución de la tecnología es rápida, pero buscamos llegarle lo más cerca posible. En el país se aprobó por unanimidad la Ley de Transformación Digital y Audiovisual, y también la Ley Fintech. Ambas proponen la creación de sandbox regulatorios para promocionar los procesos y servicios de manera digital de banca, financieras, seguros, finanzas personales, como billeteras, transferencias, tarjetas de crédito, todas medidas para propender a la economía digital.
La Ley de Transformación Digital es una real transformación del país. Hablamos de la validez similar de la firma electrónica para todos los actos, al igual que la física. También el uso de medios telemáticos para trámites notariales, similar para las inscripciones en tramitadores de propiedad inmobiliarias, todo lo de intermediación de bolsa de valores. En conectividad también se propician redes comunitarias en zonas rurales para que puedan utilizar sus propias redes como organizaciones no gubernamentales o medios comunitarios, todo con componentes muy altos en materia de ciberseguridad. La de Ecuador es la primera agenda de transformación digital de América latina.
¿Esto ya está en vigencia?
Esta ley se trabajó en julio y entra en vigencia en enero. Es una ley orgánica que establece un paraguas que lleva a la transformación digital no solo al gobierno como órgano ejecutivo sino a otras funciones como la judicial, y también a la actividad privada para que avance hacia ese lugar. Es un salto cuántico, geométrico, con planes específicos a partir de enero para que más procesos, actividades económicas no solo se realicen por medios digitales sino que también se registren, se inscriban posteriormente en el sistema digital, porque todo esto es en pos de la transparencia y de la coparticipación ciudadana que podrá visualizar cada uno de estos procesos.
¿Cómo se logra que esto se mantenga en el largo plazo y más allá de los cambios de gobierno?
Se trató de una ley aprobada por unanimidad. El Congreso está convencido del tema, y estamos convencidos que ayudará en el tiempo, además de advertir cómo la sociedad está dispuesta a esto. La agenda de transformación digital tiene 13 pilares: de acción, de cultura digital, como capacitación, la inclusión en la currícula estudiantil de los temas vinculados con las habilidades digitales, entre otros. Dentro de cada uno de estos pilares están definidos sus actores para que vayan implementando cada una de las acciones, además de establecer prioridades. No todos los planes tienen las mismas urgencias. Lo primero a atacar es la economía digital, para formalizarla, transparentarla; y en el aspecto de gobierno, el objetivo es de simplificación de trámites digitales. En lo que primero tenemos que trabajar es en las prioridades que se cumplirán en el transcurso del gobierno entendiendo también que la transformación digital es un continuo.
¿Cómo ha impactado la decisión de reducir los impuestos en el sector de las telecomunicaciones?
A finales de 2021 el gobierno impulsó reformas regulatorias que aliviaban la presión fiscal en telecomunicaciones pero a cambio de inversión. Acabamos de hacer una valoración con la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) para actualizar el costo del espectro tanto en nuevas bandas no adjudicadas, que representan el 70 por ciento, como las existentes. El marco impositivo y económico efectivamente es una prioridad nacional, y el gobierno y la presidencia entienden que es un elemento catalizador de la superación de las personas y el impulso económico del país. Hemos incrementado la penetración de Internet fijo, que tuvo un 23 por ciento de crecimiento entre 2021 y 2022 mientras en móvil, la penetración ya es de más del 96 por ciento. Hemos expandido los servicios en cifras históricas, en millones de personas. Todo esto, que es importante, se ha logrado sin recursos del Estado. La consecuencia natural de las decisiones tomadas es que se invierta en las personas, en conectividad en zonas rurales, en planes sociales de alto impacto. Y falta mucho por hacer, lógicamente, porque las telecomunicaciones requieren construcción permanente.
¿Qué cosas faltan?
Terminar con la conectividad. La meta es lograr conectar a la mayor parte de la población antes de lo establecido, de lo que hemos ofrecido. Necesitamos hacer eso para lograr lo otro, una población más capacitada que la región, que posea capacitación de la cultura digital, en habilidades digitales pero no solo de las básicas como es interactuar en línea sino que la población sepa para qué sirven las tecnologías y cómo se puede usar mejor. Esto nos puede convertir en un país que sea una potencia digital en la región.
¿Y qué planes tienen para la banda ancha fija, más allá de que el crecimiento ha sido muy importante?
Tenemos más que seguir creciendo pero con la accesibilidad económica de las personas. Se están haciendo planes que tengan algún nivel de componente social y esto supone que, a medida que haya más población conectada, se mejorará el precio, y esto debería ir funcionando de acuerdo a la evolución de los servicios.
¿Y en relación al espectro, sobre el que señaló que es bajo el porcentaje adjudicado, en qué bandas están pensando hacia adelante?
La UIT nos acaba de entregar el informe, que aún no hemos cerrado. Tenemos que verificar y definir como gobierno qué haremos. El primer uso de este reporte está orientado a servir en la renegociación de los contratos con Movistar y Claro, que están siendo llevadas con la CAF como banca, la UIT y el CERTAL como veedor internacional. Esto está en proceso y el input más relevante es el de la UIT. Se va a trabajar la asignación de las bandas que vayan en estos contratos y, eventualmente, servirá para incluir otras tecnologías más modernas. El objetivo es que se pueda poner a disposición de los usuarios. Esto sin olvidar la próxima Conferencia de Radiocomunicaciones de la UIT, porque no se puede decidir como país un compartimento estanco para que cuando el usuarios vayan a otro país no pueda seguir conectado. Tenemos que tomar como componente importante lo que se defina en la región. Vamos a usar este informe para la adjudicación y la renovación de los contratos incluyendo ciertas nuevas tecnologías, donde los usuarios tienen que estar bien servidos. Pero también para otra cosas como Internet de las Cosas, blockchain y demás tecnologías asociadas.
¿Y qué decisión tomará Ecuador en relación a la banda de 6 GHz?
Realmente, dependerá de la evolución que tengamos en la renegociación de los contratos porque se verán ambas posturas. Y el otro hito será el de la conferencia de la UIT. Algunos países han tomado las decisiones pero creemos que es necesario tener la definición internacional para poder tomar la nuestra con esa base. Creemos que será un compartido, probablemente.
¿Y cuáles son los objetivos del Ministerio para este año en cuanto a inversiones?
Al momento, se han registrado unos 700 millones de dólares de inversión que se van duplicar por las cuestiones prioritarias que hemos trazado. Además, la evolución de la desgravación tributaria también contribuirá a que hayan más inversiones. Se han desarrollado dos nuevos cables submarinos durante nuestro gobierno y tenemos uno más en construcción. Esto supone casi 1.000 millones de dólares de inversión de parte del sector privado en un año y medio. Y a esto se suma una parte del Estado.
¿Cómo quiere ver a Ecuador en materia de telecomunicaciones al final de su mandato?
Se resume en nuestro slogan y es lo que yo me creo: Transformamos vidas. Cuando nos vayamos dejaremos a un Ecuador mucho más evolucionado tomando como base la tecnología. Es la forma de correlacionar y de generar transformación. Nada en lo político es muy simple, pero lo hemos abordado como un concepto que aúna. Nos consideramos un ministerio que integra porque manejamos la información y la única manera de manejar la información de un país es integrarnos y eso ha logrado sumar otras visiones. Se puede disentir en los medidas pero si coincidimos en la base, es lo que nos ha dado ese este resultado que ha sido un compromiso colectivo.
