Ecuador continúa ajustando sus regulaciones para que las telecomunicaciones sean el motor del desarrollo del país

Ecuador reorienta su política de telecomunicaciones y espera expandir sus redes de Internet y reducir la brecha digital a partir de la decisión de quitarle cargas tributarias a las empresas y generar un nuevo ambiente de negocios que invite a jugadores externos a ser parte de este mercado. Es el camino trazado por la gestión del presidente Guillermo Lasso a menos de un mes de cumplir su primer año de mandato.

La tecnología inalámbrica continúa siendo la más extendida en este país, aunque la cobertura 2G y 3G, que alcanza al 87,11 por ciento, es todavía es más amplia que 4G, que llega al 75,92 por ciento de la población mientras que hay 203 parroquias sin conectividad. Las parroquias en este país localidades de tercer rango y que totalizan 1,499 poblaciones, de las cuales 1.140 son rurales, y las restantes 359, urbanas.

El acceso a internet llega al 54,4 por ciento de la población, mientras la red de fibra óptica acumula más de 139.000 kilómetros. El 54,7 por ciento de las escuelas no tienen conectividad, sobre un total de 12.367 establecimientos educativos.

Por eso, las perspectivas apuntan a llegar a 2025 con el 79 por ciento de las parroquias rurales conectadas con servicios móviles y superar el 30 por ciento de penetración de Internet fijo contra un 22,12 por ciento en la actualidad, además de seguir evolucionando con el resto de los indicadores del mercado.

Estos datos y expectativas fueron brindados por Patricia Falconi, presidenta de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel) de Ecuador y ex subsecretaria de Telecomunicaciones de ese país, durante el Foro Virtual 5G como herramienta de desarrollo económico para Ecuador, organizado por 5G Américas, y en la que se dio un panorama completo sobre la situación de este país en materia de telecomunicaciones.

“Venimos de una política en la que no se evidenciaba la dinámica de las telecomunicaciones”, expresó y anticipó que, “a partir de 2023 las empresas ya no tendrán que pagar por concentración de mercado, se eliminó el ICE (Impuesto a los Consumos Especiales) a servicios móviles e internet, y aún falta la TV paga.”, amplió, durante su exposición.

Parte de la política desarrollada desde el cambio de gobierno hasta ahora pasa por quitar o reducir impuestos que, desde hace años, son considerados barreras a la inversión y a la construcción de infraestructura. A esto se sumó un proceso de simplificación regulatoria que apunta a facilitar la operatoria diaria que no ha concluido aún, lo que anticiparía la disponibilidad de mayores facilidades hacia adelante.

Además del ICE, se redujo también en un 0,25 por ciento el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), baja que continuará ejecutándose de manera paulatina hasta la finalización de la actual gestión. A esto se sumó la eliminación del pago de partidas arancelarias para comprar equipamiento, tanto para usuario final como para despliegue de infraestructura, antenas y fibra óptica.

Las concesiones se extendieron y pasaron de 15 a 20 años y se avanzó en un nuevo reglamento de tarifas acorde a los estándares internacionales, aseguró Falconi durante su exposición en la que también abordó la cuestión del Servicio Universal que, si bien estaba siendo abonado por las operadoras de telecomunicaciones que actúan en ese país, “no eran reinvertidos por el Estado para generar proyectos de conectividad. Hoy la ley prevé que más del 50 por ciento del pago de las operadoras por uso del espectro puede usarse para conectividad”, aseveró.

Este punto no es menor. Ecuador quiere avanzar en el proceso hacia 5G aún cuando, como se ve, tiene mucho por hacer en 4G y en fibra óptica. Pero impulsar acciones para resolver las cuestiones del presente le permitirán preparar el camino para el futuro más inmediato y de mediano y largo plazo. Razón por la cual, la experta indicó que “la valoración del espectro tiene que ser técnica, y hecha por organismos internacionales. (Antes) Lo que primaba era recaudar sin evidenciar buenas prácticas internacionales ni valoraciones técnicas. Hoy, conforme a la ley se tienen que adoptar estas prácticas. Esto genera muchísimo aliciente hacia el sector y también atraer a posibles inversores”, auguró.

Este reordenamiento no está finalizado. La consultora advirtió que todavía falta mucho por hacer. Entre las prioridades aparece la emisión del reglamento de tarifas que, afirmó, “llevaría un ahorro de 85 por ciento de los gastos”. Y alertó que “es importante que esto se emita para que el crecimiento de las redes 4G, como las futuras 5G, ya tengan una hoja de ruta sobre cómo será la asignación. Si más tiempo sigue vigente este reglamento más tiempo llevará tener nuevos despliegues. Hay que continuar el proceso de simplificación”.

Los pendientes toman mayor envergadura si se recuerda que Ecuador tiene asignado el 30,8 por ciento del espectro radioeléctrico, uno de los niveles más bajos de la región. Posee 240 Mhz disponibles para otorgar en las bandas de 700 MHz, 900MHz, 2.5 GHz, 3.5 GHz, 1700 MHz y 2100 MHz.

Los otros aspectos sobre el cual continuar trabajando se vinculan con la desregulación del servicio de telefonía fija, aún cuando se trata de un segmento de la industria que viene decreciendo; valorar el espectro para 5G; y determinar el uso de la banda de 6 GHz porque, dijo “Ecuador no puede quedarse atrás”, en este proceso. También, actualizar conceptos como el de banda ancha, emitir la normativa que permita la aplicación de proyectos con el pago del 1 por ciento de SU orientado a “que se construya un Plan de Servicio Universal convergente que apunte al cierre de la brecha digital”.

Falconi propuso también la necesidad de establecer “mecanismos como sandbox regulatorios orientados a iniciativas de transformación digital que permitan al sector y a Ecuador en general establecer nichos y que permitan desarrollar estas iniciativas que no han tenido espacio de experimentación”; y continuar eliminando barreras, el combate a la prestación de servicios ilegales y la atracción de nuevos competidores en los diferentes mercados.

Se mostró a favor de aprender de las mejores prácticas que se han desarrollado en la región, como las encaradas por Brasil y Chile en relación a la licitación de 5G que, aunque fueron por caminos distintos, parecen haber satisfecho las expectativas de la industria. E insistió en la necesidad de considerar a las telecomunicaciones como el cimiento sobre el cual construir el nuevo desarrollo para el país.

“Hoy Ecuador no tiene una hoja de ruta para 5G. Hubo varios pilotos en 2019 y 2020 pero se quedaron en eso, pilotos. Estamos expectantes al reglamento de tarifas y a una agenda de transformación digital por parte del gobierno y de varios planes para ir adecuándolos a esta nueva visión de gobierno donde prima la inversión, además de entender que la visión recaudatoria lo que hizo fue atrasarnos”, concluyó.

En Ecuador, como en varios países de la región, se sigue tratando a las operadoras de telecomunicaciones como “vacas lecheras”, lo que muestra el escaso conocimiento que se tiene de una industria que también viene atravesando un proceso de transformación producto de los cambios que introduce la digitalización, con el consiguiente impacto a nivel de negocios e ingresos.

Por esta razón, Falconi enfatizó la necesidad de mejorar la situación regulatoria, aprender de las experiencias internacionales y mejorar el ambiente de negocios para que las telecomunicaciones tengan un rol dinámico en el desarrollo de Ecuador, más allá del sector en sí mismo.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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