Las operadoras de telecomunicaciones en Europa tienen luz verde para continuar con procesos de consolidación si la necesidad así lo manda. La Comisión Europea (CE) aprobó con condiciones la compra de las operadoras belgas VOO y Brutélé por parte de Orange, en momentos en que esta último se encuentra en proceso de fusión con MásMóvil, aunque aún no obtuvo el visto bueno de la autoridad europea.
Para autorizar este adquisición, Bruselas definió una serie de condiciones, a saber: Orange tendrá que darle acceso a Telenet, uno de sus principales competidores, propiedad de Liberty Global, durante 10 años, además de abrir su red de fibra óptica que prevé desplegar en el futuro. Al mismo tiempo, deberá otorgar acceso a la red fija de Brutélé y de VOO en Valonia y en parte de Bruselas.
Hasta ahora, Orange, con más de tres millones de clientes, ha sido el segundo mayor operador de telecomunicaciones de Bélgica. El año pasado, la compañía concentró parte de sus esfuerzos en ofrecer propuestas de contenido de valor diferenciales en el mercado belga.
Por el lado de VOO y Brutélé, estos también se convertirán en el segundo proveedor de servicios fijos de este país gracias al acceso que tendrán a las redes de Orange. Pero esto provocará que las zonas cubiertas por estos operadores se contraigan de tres a dos, con la consiguiente reducción de competencia tanto en el mercado de acceso como en los servicios de entretenimiento o, inclusive, en los combos convergentes.
Orange, que realizó una oferta por 1.800 millones de euros sobre el 75 por ciento de VOO a finales de 2021, recibió con beneplácito la decisión de la CE y anunció que el proceso de fusión, que se encuentra en plena marcha, podría culminar a mitad de este 2023.
Desde el punto de vista tecnológico, además de ser una de las integrantes del grupo de operadoras de telecomunicaciones europeo que formará parte de la plataforma publicitaria con la que buscarán competir con Google y Meta, también está comprometida con el desarrollo de nuevas tecnologías, como Open RAN. De hecho, junto a Vodafone, anunció que iniciarán los primeros despliegues basados en esta tecnología durante este año en zonas rurales de Rumania, cercanas a Bucarest.
Orange, que el año pasado inició también el proceso de fusión con MásMóvil, informó de esta operación a Bruselas el pasado 14 de febrero, y la CE debía pronunciarse sobre esta operación el 20 de marzo, pero a inicios de este mes informó que se tomaría algo más de tiempo, al menos hasta el próximo 3 de abril. Lo determinado, ahora, en Bélgica puede ser una antesala de cómo podría darse una eventual autorización en España, donde la transacción está valorada en 18.600 millones de euros.
