Los fanáticos o seguidores apasionados de Black Mirror seguramente recuerden Metalhead, uno de los capítulos de mayor tensión de la temporada 4, donde una mujer trata de huir de unos perros robóticos luego de entrar a un depósito. La posibilidad de contar con estos guardianes a prueba de todo es lo que, ahora, se va a probar en Brasil, más específicamente en Itaipú, la central hidroeléctrica binacional que comparte con Paraguay. Esto es posible gracias a 5G.
La compañía decidió apoyarse en dos perros robot conectados a una red privada 5G que opera en la banda de 3.5 GHz para realizar inspecciones en las áreas peligrosas de la central. Para concretar este objetivo, ambos robots funcionarán con equipamiento adquirido a Boston Dynamics, la empresa estadounidense dedicada a la ingeniería y a la robótica, obtenido por medio de un convenio entre el Parque Tecnológico Itaipú (PTI) y la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI). Esta última entidad está especialmente involucrada en la promoción de las redes privadas 5G y participa de una iniciativa orientada a ofrecer un sello de confianza a aquellas compañías que se comprometan en la difusión y adopción de esta tecnología.
Los perros robot que se ocuparán de supervisar la seguridad de esta central hidroeléctrica están equipados con una cámara, un micrófono y un conjunto de sensores, entre ellos varios infrarrojos, y un detector de fugas de gas. Están dotados, a su vez, con procesadores Snapdragon de Qualcomm. Además de vigilar, tendrán capacidad para transportar hasta 14 kilos y podrán moverse por cualquier tipo de terreno mucho más rápido que los robots con ruedas o con orugas. No hay certezas sobre si su agilidad emula a las del terrorífico capítulo de Black Mirror.
Sí se tiene claridad sobre la misión que tendrán que cumplir estos robots: serán probados en la inspección de equipos de misión crítica ubicados en áreas peligrosas o de difícil acceso. Esto permitirá reducir el riesgo de las personas que, hasta ahora, se han venido ocupando de estas tareas dentro de PTI. Y para eliminar cualquier sospecha de parecido con los pichichos de Metalhead, su programación les permitirá también apoyar a los equipos de rescate en situaciones de emergencia gracias a la posibilidad de enviarles imágenes sobre la ubicación en la cual actuar. Tienen capacidad para esquivar obstáculos y levantarse si se caen, tal como lo informó Mobile Time.
Otra ventaja de estos fieles amigos robóticos es que pueden ser controlados mediante una tableta o, en su defecto, ser programados para realizar tareas de forma autónoma (y acá habrá que confiar en la integridad del humano que se ocupe de dar esa orden).
Más allá del chiste que se pueda hacer en torno al uso de robots, en cualquiera de sus formas, que sean utilizados en espacios industriales para realizar diversas tareas es una ventaja. Básicamente si esas actividades representan algún peligro para las personas que se dedican a realizarla. Lo interesante de este caso es que se pretende darles un uso en relación con las redes privadas 5G: la experiencia que se gane seguramente permitirá pensar en otras soluciones a implementar o, inclusive, en mejorar las iniciales. Todo forma parte de la búsqueda constante por encontrar casos de negocios concretos y que permitan monetizar las enormes inversiones de la quinta generación.
Brasil quiere que se desarrollen redes privadas 5G para la industria, y para ello ha disponibilizado el espectro de 2.3 GHz y de 3.7 GHz para lograr ese objetivo. La ABDI detectó en la primera mitad del año que se habían frenado los proyectos de transformación digital entre las empresas de ese país y, por ello, se convirtió en una parte clave en esta estrategia fomentada desde las esferas de gobierno involucradas con la conectividad, las telecomunicaciones y la matriz digital.
Más allá de Black Mirror, los perros robots están siendo utilizados por distintos gobiernos en diversas partes del mundo con un objetivo primario de seguridad. Aunque sin el suspenso de la serie de Netflix (por ahora).
