La segunda parte de la segunda jornada de 5GTD LATAM SUMMIT trató las cuestiones vinculadas con los nuevos desafíos que enfrenta la industria, tanto en términos de sustentabilidad como de nuevos negocios digitales que las telcos podrían considerar para mejorar sus ingresos, sin dejar de lado las dificultados que supone la transformación digital. El cierre le puso picante a una jornada intensa y de mucho aprendizaje.
Mimi Tam, chair of the Next G Alliance´s SEN expuso en una ponencia titulada “Más allá de la velocidad: promoviendo oportunidades sociales y económicas a través de 6G”, en la que planteó que la entidad se concentra en el impacto que producen las tecnologías en la sociedad y en la economía. También se refirió a lo que podrá venir con 6G, sobre la que anticipó que hay que esperar más en lo referido a la conformación de ecosistemas con perspectiva global.
Tam preside uno de los grupos de trabajo en el que se evalúa el impacto de las redes móviles en las sociedades, las economías y lo que podría suceder a futuro, incluidos los efectos a nivel cultural a partir de lo que sucede en el arte, y demás expresiones artísticas.
Sostuvo que se abordaron cinco temas en este escenario: sostenibilidad, crecimiento económico, desarrollo de la fuerza laboral, equidad digital, y calidad de vida. Y desarrolló cada uno de ellos.
Sobre la calidad, de vida, sostuvo que la próxima generación promete una mejora para todo el planeta a través de cambios en distintos sectores de la sociedad, como la salud, el ambiente, la seguridad. Expuso esos conceptos como parte de los ejes que también forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
En relación a la equidad digital dijo que el acceso es una condición para que las personas puedan participar de la vida democrática donde la asequibilidad y la accesibilidad económica son dos de los ejes en los que trabajar. “La falta de acceso a Internet tiene impacto negativo en todos los órdenes de la sociedad, desde educación hasta ciberseguridad”, señaló Tam. Planteó alternativas para reducir la brecha donde la robótica podría ser un camino para lograr ese objetivo. En este contexto, “la confianza digital es fundamental para alcanzar un mundo conectado”, agregó. Por esa razón, apoyarse en la Next G, la próxima generación móvil, es esencial porque integrará los distintos aspectos de la vida cotidiana.
Por el lado de la cuestión laboral, planteó los cambios que deberían producirse sobre las distintas actividades económicas y sociales, inclusive ambientales, cada una con sus propios desafíos. Se necesita un cambio de mentalidad social que pase de la explotación y eliminación de los recursos a la reutilización.
En el eje vinculado con el crecimiento económico incluyó el uso de Internet para impactar en la competitividad global de los distintos sectores. “Explorar 6G para el ámbito educativo en áreas remotas como hoy lo hace 5G permitiría expandir cobertura y ampliar posibilidades, inclusive en IoT par ampliar posibilidades en la cadena de suministro. Son áreas que generarán un mayor crecimiento económico con 6G”, sostuvo. Aseveró que la sexta generación móvil impactará en las innovaciones, la industria, la infraestructura, el acceso a la educación, la producción, el consumo, la reducción de la brecha.
Por esa razón se preguntó ¿cómo podemos usar 6G para mejorar la calidad de vida? Es una tarea difícil pero sostuvo que abordar un enfoque multifacético entre salud, educación, ambiente, transporte, infraestructura para lograr esa mejora en la calidad de vida. Apuntó que es necesario “armonizar las prioridades y debatir los criterios para lograr ese objetivo que incluya la brecha tecnológica. La calidad de vida es un concepto multifacético y complejo. En los países desarrollados es un indicador de progreso pero en los emergentes todavía necesitan servicios básicos antes de pensar en la calidad de vida. Esa brecha no se resuelve de un día para el otro”, señaló.
A la hora de las recomendaciones Tam indicó que se busca “encontrar soluciones multidisciplinarias entre distintos actores de la sociedad que puedan resolver ese problema. A partir de ahí un llamado a la acción para implementar la Next G de manera integral. También definir métricas para la acción”, concluyó.
Al volver el foco sobre la industria, la siguiente exposición giró en torno a la búsqueda de nuevos ingresos para las telcos. César Obach, del TM Forum, se ocupó de dar una “receta de cocina” para el éxito de una telco en el negocio fintech y negobanco en América latina, tal el nombre de su exposición. Allí sostuvo que “lo que estamos viendo es que la transformación y el inicio de negocio de neobanco se percibe como difícil a la hora de iniciarse en este negocio, pero planteó que es posible hacerlo bien y no morir en el intento.
Por qué cuesta tanto encarar el negocio fintech, cuáles son los modelos de negocios y oportunidades competitivas y las recomendaciones de cómo hacerlo y cómo no. Y ante la primera pregunta, y traer a la discusión el caso de Africa, señaló que el negocio fintech les representa a las telcos el mayor nivel de ingresos. Se preguntó por qué eso no sucede en América latina y subrayó que “para las telco el hacer negocio tiene que ver con voz pero fue el negocio de los años 90, con riesgo bajo. Pero cuando se cruza el año 2000 la complejidad aumentó al igual que los riesgos. En la actualidad, además de la complejidad de la voz y los datos, aparece el tema fintech. Y si los CEO no tienen claridad meridiana para garantizar la rentabilidad y administrar el riego, no van a enfrentar el negocio fintech”.
“Todo depende de la confianza en manejar el riesgo”, aseguró. Pero consideró que hay que aprender a usar los elementos de la complejidad para poder enfrentar estos desafíos.
Sobre los modelos de negocios, en primer lugar describió las distintas alternativas existentes, para luego seguir por una enumeración de los diversos productos que se pueden ofrecer que van desde cuentas corrientes hasta créditos e inclusive la apertura de cuentas en el exterior.
Pero al definir oportunidades fue tajante y sostuvo que “es necesario convertir todo servicio móvil en una billetera digital de manera instantánea, incluyendo el sistema prepago. Esto supone que en 12 meses el 5,8 por ciento de la base instalada se convierte en usuarios activos”. Destacó el caso de Personal Pay en la Argentina.
También subrayó la capacidad de hacer credit scoring alternativos por información privilegiada en la industria, “porque el teléfono permite tener información de comportamiento de los usuarios que brinda más insumos que un simple bureau de crédito que se limite a la morosidad o no”.
La eliminación de los costos en recargas de prepago fue considerado como un factor clave a implementar puesto que el costo es de siete por ciento se puede llevar a cero por ciento en unos años, y convertir eso en Capex.
Para finalizar, planteó cómo hacerlo. En primer lugar, dijo los no: no desarrollar la propia plataforma, no hacer co-branding con banco o fintech, como tampoco conseguir la propia licencia de regulador porque dijo que no lo necesitan para iniciar el negocio, y considerarlo una vez que se desarrolla. Tampoco generar familia de nuevo productos sino que se debe iniciar como una unidad de negocio nueva e independiente, con apoyo directivo y con suficiente autonomía. Desaconsejó comenzar asumiendo todo el riesgo del negocio.
Sobre los sí, o los cómo hacerlo, planteó subcontratar llave en mano con servicios de program manager sin costos por transacciones. Desarrollar una estrategia de negocio fintech independiente que reporta directamente al CEO, con su marca incluso. También contar con un aliado catalizador que provee la tecnología, el know how, asume el riesgo y la transferencia tecnológica.
Como tercer punto, indicó hacer una experiencia piloto, con una implementación que puede llevar de tres a seis meses, y una operación en 18 meses, tiempo que “da muestra de primera mano de cómo se mueve el negocio”, aclaró Obach. El último paso es el spin off. “Probablemente no sobreviva dentro de la organización telco porque son negocios distintos y es una percepción independiente de que los reguladores señalen que son organizaciones distintas”, concluyó.
El cierre del 5GTD LATAM SUMMIT reunió a un panel de operadores que, justamente, conversó sobre la transformación digital telco en América animado por Israel Madiedo, director de innovación y tecnología de Izzi, del Grupo Televisa, y Marcelo Erlich, subgerente general de estrategia de negocios de Antel.
Los ejecutivos delinearon una especie de radiografía de la industria. Madiedo dijo que “depende mucho del país de las empresas en particular, y de la definición formal de transformación digital”. Al final del día se trata de la forma de adoptar herramientas que permitan adaptar los procesos y la cooperación de productos a medios digitales, amplió.
Agregó que “hay empresas que tienen estrategias muy sólidas y que están con paso firme avanzando hace dos o tres años, y otras que han empezado el camino pero no con tanta formalidad”, además de señalar que una cosa es la transformación digital en la parte interna y, otra, en la externa.
Erlich, en tanto, coincidió con los distintos estadíos que atraviesan las empresas, y lo comparó con otros mercados. “La transformación digital es un proceso que se está recorriendo con un fin. En América latina estamos atrasados”, sentenció sin vueltas. “En Europa hay avances en cuanto a la exploración y cómo apalancarla la transformación, pero desde el punto de vista interno consideró que también están atrasados “porque es muy difícil. Porque la transformación digital implica definir hasta dónde se quiere llegar y con quién se quiere comparar”, agregó.
Erlich sostuvo que la dificultad es concreta y que no se trata de una cuestión de dinero porque el proceso hoy se mueve entre una apuesta que consiste en un “20 por ciento tecnología, 40 por ciento proceso, 40 por ciento de cultura”.
¿Qué voy a transformar y para qué? Fue la pregunta que hizo al panel Israel Madiedo, y dijo que “ayuda en un momento a tener estabilidad porque permite enfocar en lo que se quiere hacer”. Un aspecto que toma dimensión por cuanto quienes lideran estos cambios.
“Como la transformación digital no es un objetivo en sí mismo y es un proceso, el tiempo que me lleva al objetivo final que es desarrollar negocio, ser competitivo, ofrecer tecnologías habilitantes y demás. Tengo que cumplir con determinados objetivos para competir en el posicionamiento que quiero en el mercado”, subrayó Erlich.
La discusión discurrió sobre el efecto que el tiempo y la velocidad imprimen a los procesos de cambio y a los procesos de las empresas. En ese contexto, y ante la hipótesis planteada sobre qué pasaría si un hiperescalador compra a un operador móvil y si esa transformación digital se aceleraría, Madiedo dijo que “ambos se aceleran porque se deben conectar cosas físicas y se debe contemplar el punto medio”. Aunque advirtió que lo que pesa es si es rentable como negocio.
Finalmente, abordaron la cuestión de la inteligencia artificial aplicada a telecomunicaciones. Madiedo apuntó que hay cosas de la IA que ya se usan desde hace años en las redes, como la predicción de fallas, y la atención al cliente, pero que el desafío pasa porque aparezcan casos nuevos de GenAI aplicado que genere un impacto nuevo en el sector. Por su parte, Erlich consideró que el desafío más importante pasa por la calidad de los datos para tener un buen algoritmo de IA. “Y las empresas de telecomunicaciones, porque tienen redes y demás tienen mucha información para volcar y optimizar y sacar el máximo provecho pero si la calidad de los datos no es buena el resultado de lo que se espera no va a ser el esperado. Primero unifiquen los datos que tienen dispersos e la empresa, segundo tengan nuevos ingenieros de datos para poderlos explotar de manera adecuada”, finalizó.
