Las telcos de la Argentina advirtieron sobre la destrucción del valor del ARPU más allá las dificultades macroeconómicas

El valor del ARPU es hoy una de las principales preocupaciones del sector de las telecomunicaciones en la Argentina. La contracción que viene sufriendo el ARPU no se debe sólo a la situación macroeconómica que afecta al país, sino también a prácticas de la industria que, según sus mismos actores, requieren ser revisadas para lograr la sustentabilidad que ellos vienen declamando.

Fue uno de los temas que surgió en el marco del Encuentro Nacional de Pequeños Proveedores de Internet – CAPPI 2023, que reunió a los ISPs que actúan en el interior de las provincias argentinas, y que también convocó a los grandes operadores. Porque, a la par de la advertencia sobre la afectación del valor del negocio, también surgió la necesidad de profundizar la colaboración como camino para enfrentar los desafíos de la próxima década. Y también acerca de lo que puede ser 5G como oportunidad para desarrollar otras áreas del sector.

Los referentes de CAPPI, de las cámaras Argentina de Internet (CABASE), de Telefonía IP y Comunicaciones Convergentes (CATIP), de Cooperativas de Telecomunicaciones (CATEL) y de Infraestructura Digital Argentina (IDA) expusieron durante el panel en el que se abordó la Actualidad y futuro de Internet en la Argentina. De ese panel también fue la Asociación Latinoamericana y del Caribe (LAC-ISP) un referente de peso a la hora de abordar los despliegues de conectividad en las geografías diversas como las de la región.

Fue Ariel Graizer, presidente de CABASE, quien expuso el tema del ARPU en la mesa de discusión. Tras señalar que el año ha sido difícil y complejo tanto en términos políticos como macroeconómicos, y describir los obstáculos que viene atravesando la industria, como la importación de equipamiento, advirtió sobre un tema “peligroso” que, en su mirada, requiere de suma atención.

“Lo que sí veo peligroso y que nos afecta a todos es que el ARPU se está destruyendo y nos afecta a todos por igual. Siempre estuve a favor de la competencia porque creo que la competencia es buena, pero que destruyamos nuestro valor no es bueno. La competencia tiene que venir por la calidad, por la atención, por los servicios, no destruyendo el valor que producimos”, aseveró Graizer. Y siguió en una declaración que también tuvo algo de autocrítica: “Que destruyamos el valor no es bueno. Y es donde estamos más débiles en nuestra industria. Estamos atravesados por una pérdida de valor de los servicios que proveemos. Eso me preocupa mucho más que la macroeconomía, porque como industria lo tenemos que resolver nosotros”.

Hasta ahora, el valor del ARPU surgía cuando se conocían los balances de las grandes operadoras, básicamente, los de América Móvil y de Telefónica en la región. El móvil ronda los tres dólares en la Argentina, según lo informado en el balance del tercer trimestre de estas compañías. Sobre el ARPU fijo la situación se dispersa más, porque los valores pueden variar de una zona a la otra ya que juegan diversas variables como poder adquisitivo, competencia y/o densidad de población, entre otras cosas. No obstante, en diálogo con TeleSemana.com, Rodolfo Bianchi, presidente de CAPPI y anfitrión del encuentro, sostuvo que el ARPU de los pequeños prestadores oscila entre los ocho y los nueve dólares, valor que luego debe ir a financiar los nuevos despliegues de red y/o su actualización y mantenimiento. Ese monto difiere de los 15 dólares promedio que registra el ARPU en América latina para conexiones de 50 mbps. En la Argentina un acceso de ese tipo puede llegar a ofrecerse en torno a los 1,2 dólares, cuatro o seis dólares, siempre de la cotización paralela, lo que muestra la dispersión y lo lejos que se está del promedio de la región.

Para el presidente de CAPPI, uno de los temas que genera temor entre los pequeños prestadores es el de 5G porque lo ven como un competidor directo de la fibra óptica y de los servicios que ofrecen quienes atienden a las localidades más pequeñas.

Bianchi coincidió con las dificultades esbozadas por Graizer y agregó que como “4G y 5G es muy difícil de llevar a la ruralidad y a los pueblos del interior. Como cámara vemos la posibilidad de acercarnos a las telcos y trabajar con ellas para tratar con Open RAN o RAN sharing y empaquetar servicios para dar cobertura en los pequeños pueblos del interior. Esto va a requerir de mucho trabajo conjunto, de una visión que hay que compartir: los pequeños ISP que ya tienen su infraestructura montada puedan sumar infraestructura para dar telefonía celular en un convenio que pueda tener con las distintas telcos. En vez de tenerle miedo al 5G hay que ver la oportunidad de trabajar en forma conjunta”.

Fue un punto en el que también coincidió Ariel Fernández Alvarado, presidente de CATEL, quien profundizó la cuestión de la movilidad a partir de la experiencia que están desarrollando con Imowi. “El producto que vendemos le tenemos que agregar valor a partir de nuevas funcionalidades. La movilidad e  una herramienta clave. Venimos trabajando en un proyecto que comenzó siendo un full MVNO, usando la red de Movistar en todo el país. Eso nos permitió incorporar la movilidad a la oferta y competir con todos los productos”, señaló. Tras recordar el reciente anuncio para usar espectro de Movistar en localidades donde no hay servicio, aseguró que  “5G es clave pero le podemos dar aceleración. Si nosotros logramos el longtail lo ponemos en el primero de la fila”.

Con menos optimismo y hasta una dosis de cierto humor que lo caracteriza, Franco Cecchini, presidente de CATIP, coincidió en que la colaboración y la compartición son el único camino que hoy el sector puede transitar porque “no nos une el amor sino la necesidad”. Y como en su mirada “el futuro es muy negro y muy malo como está planteado hoy” en la Argentina, afirmó que el futuro es Internet y que las personas quieren conectarse más allá de si se trata de un acceso fijo o móvil.

Tras indicar que en este país hay tres grandes operadoras de telecomunicaciones, Claro, Movistar y Personal, que pueden “jugar con la pierna izquierda y la derecha”, tal como lo describió a modo de metáfora, también alertó que hay más de 1.200 proveedores de Internet que “sólo pueden hacerlo con la pierna derecha”. De modo que, instó a hacer valer el derecho que les otorga la licencia de telecomunicaciones para brindar todos los servicios creados y por crear. “Si no hacemos valer esos derechos no vamos a poder patear con la pierna izquierda y vamos a perder por mucho los partidos en el futuro”, apuntó.

A esto añadió: “Tenemos claro que lo que invertimos tiene que servir para nosotros y para los otros. La colaboración entre todos los operadores tiene que ser la otra idea a tener en la cabeza. Todos los servicios y obligar a los líderes de las cámaras a que vayan y se mojen los pies tratando de generar los derechos que para eso son los líderes de las cámaras”, en directa alusión a sus colegas y a sí mismo. Y también a llevar a las grandes operadoras a repensar algunas cuestiones. “Para sobrevivivir necesitamos hacer valer nuestro derecho. ¿Cuánto podemos quitarle al establecido oligopolio móvil: 1,3 por ciento, dos por ciento del mercado? No creo que sea un problema para el oligopolio móvil. Tenemos que plantearlo porque es nuestro derecho y porque tenemos infraestructura y podemos colaborar”.

Finalmente, Alejandro Lastra, presidente de IDA, quiso ver el futuro más bien desafiante antes que negro, aún cuando coincidió en algunos puntos, al igual que con los expuestos por los otros disertantes. “Se habló de la macro, de la micro, del ARPU que se nos va cayendo. Pero el desafío es más grande que 5G, y es que nuestras redes van a tener más velocidad y capacidad. Y que un chico de Cuchillo Có va a tener clases en la UBA, en la Uninversidad de San Martín o en  la Salta. Creo que nuestras redes van a niveles de potencia que no imaginamos. 5G es mucho más que eso. Nuestras redes serán súper computadoras diseminadas a lo largo y lo ancho del país. Y ese es el desafío tecnológico a mirar”.

Como el futuro es difícil, según su visión, consideró que “tenemos que encontrar modelos de negocios disruptivos. La colaboración es uno. No es sólo la movilidad uno de los temas a resolver. La posibilidad del MVNO, de otros modelos son posibles de construir. Cómo llegamos con alta capacidad a todo el país obliga a pensar en nuevos modelos de colaboración. Tenemos que construir modelos que permitan llegar con mejor tecnología a mejores costos y eso implica pensar en colaborar, compartir, pensar en nuevs metodologías de despliegue”.

Lastra subrayó, además, que desde lo institucional “nadie nos va a resolver los problemas si no tenemos soluciones para ellos”. Y apuntó que más allá de la necesidad de las reglas claras, el largo plazo y la previsibilidad que siempre aparecen como mantras en estos encuentros, se mostró a favor de poder “acercar a los reguladores miradas comunes del sector que necesita para poder fortalecerse. Es importante educar al soberano en las necesidades del sector”.

La convocatoria a encontrar puntos en común, aspecto que se busca aglutinar a partir de la Mesa de la Industria TIC, y a unir esfuerzos volvió a escucharse entre los distintos integrantes del sector. No faltaron las autocríticas. También se planteó la necesidad de trabajar puertas adentro para hacerse valer en la agenda política del país como industria transversal al resto de los sectores económicos.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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