La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) decidió este jueves autorizar a SpaceX realizar pruebas de su sistema directo del satélite al celular. Se trata de una “autorización temporal especial experimental” que supondrá transmitir la conectividad satelital a teléfonos de T-Mobile no modificados en tierra.
La prueba se realizará en más de 12 localizaciones de los Estados Unidos. SpaceX tendrá 180 días, es decir, hasta el 14 de junio de 2024, para realizar la prueba piloto. Los test se efectuarán sobre las bandas ubicadas entre los 1910-1915 MHz y los 1990-1995 MHz.
Hace una semana, la FCC había dado una aprobación parcial a Starlink para comenzar a implementar su sistema con este objetivo. Es decir, a partir de ese permiso, la compañía podía comenzar a lanzar satélites equipados con la tecnología que permite la conectividad directa entre el móvil y el satélite. Pero estaba limitada a verificar que las antenas de los satélites funcionaran, nada más.
Con esta nueva autorización, la prueba se ampliará y, en caso de ser exitosa, posicionará de manera muy concreta a la compañía para brindar
La autorización llega una semana después de que la FCC inicialmente solo diera una aprobación parcial para que SpaceX comenzara a implementar el sistema celular Starlink. Ese visto bueno inicial permitía a la empresa comenzar a lanzar satélites equipados con la tecnología para impulsar la conectividad celular. Pero había una limitación: solo podía realizar pruebas breves para verificar que las antenas de los satélites funcionaban. Cualquier otro piloto estaba prohibido.
La autorización temporal otorgada este jueves amplía sus posibilidades.
Los servicios D2D (Direct to Device) prometen iniciar una fuerte curva de crecimiento a partir de 2024. Son varios los acuerdos en marcha entre diversos operadores de telecomunicaciones y empresas satelitales para avanzar en esta dirección. Al de T-Mobile con Starlink se suman la de Verizon con Kuiper, Telefónica con Sateliot y Starlink, y Orange con OneWeb, entre otros.
La decisión tomada ahora por el regulador de los Estados Unidos se produce un año después de haberle negado a SpaceX el otorgamiento de un subsidio por 885,5 millones de dólares para brindar servicios de banda ancha rural.
En aquella oportunidad, la FCC sostuvo que la compañía de Elon Musk no había cumplido con los requisitos básicos del programa para acceder a ese subsidio. Por esa razón, Starlink no tuvo la oportunidad de demostrar que ya estaba preparada para atender a las zonas rurales con su constelación de órbita baja (LEO, por su sigla en inglés).
En aquella oportunidad, la FCC argumentó que no había podido lanzar con éxito su cohete Starship al aseverar que “la naturaleza incierta de los futuros lanzamientos de Starship podría afectar la capacidad de Starlink para cumplir” con sus obligaciones. Es decir, miró en su capacidad financiera para poder brindar los servicios que pretendía.
En aquel momento, la agencia Reuters recordaba que “la FCC había rescindido la financiación en agosto de 2022 basándose en datos de test de velocidad después de que Starlink aceptara proporcionar servicio de Internet de alta velocidad a 642.000 hogares y empresas rurales en 35 estados”. Como contrapartida, Starlink respondió que era la mejor opción para cumplir los objetivos del programa de Internet rural.
Aquella decisión de la FCC no fue unánime. Las opiniones fueron dispares sobre las posibilidades reales de Starlink que, en la mirada de algunos de sus integrantes, estaba sancionando los objetivos a cumplir en 2025 tres años antes. Las voces señalaban que esta decisión se debía al contrapunto constante entre Elon Musk y la administración de Joe Biden.
