Siempre se vuelve al primer amor. Y si no fue el primer amor, siempre se puede volver para atrás. Parece ser parte de la historia que este martes decidió escribir otra vez el Gobierno de España luego de que el Consejo de Ministros decidiera ordenar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adquirir el 10 por ciento del capital social de la operadora. Esto supone comprar el doble de lo esperado por el mercado, es decir, el cinco por ciento.
De concretarse este movimiento, el Estado a través de SEPI, su brazo empresarial más que romántico, se convertiría nuevamente en el principal accionista de la operadora. Su participación superaría la de BBVA, Caixa Bank, Black Rock y, especialmente, la de Saudi Telecom Company (STC), que en septiembre decidió ingresar a la compañía a través de la compra del 9,9 por ciento de su capital.
La entrada de STC en Telefónica provocó un tembladeral España y en el sector: lo pagado por el fondo saudí terminó bajando la valuación de la operadora, tarea sobre la que concienzudamente viene trabajando José María Alvarez Pallete, su CEO: bajar la deuda, modernizar la compañía y refocalizarla en el universo digital para recuperar brillo bursátil. En este marco también se inscribe el movimiento orientado a recuperar el control de la filial alemana. Para ello, pagará 2.000 millones de euros.
Por eso, la determinación tomada por el Consejo de Ministros fue interpretado, y con razón, como una respuesta a la movida del fondo soberano de Arabia Saudita.
Este retorno al control de la compañía se produce 26 años después de la privatización de Telefónica. En 1997, cuando Juan Villalonga conducía la empresa y José María Aznar era el presidente de España, se tomó la decisión de vender la operadora aunque el Estado siempre mantuvo bajo su poder la llamada “acción de oro”, para no perder la totalidad de su control. Telefónica no deja de ser una compañía estratégica para España. Un amor que mejor no perder.
Parte de eso se expresó con claridad en el comunicado que Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Comercio y Empresa, envió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): “Con una vocación de permanencia, la participación de SEPI proporcionará a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para que alcance sus objetivos y, por ende, contribuirá a la salvaguarda de sus capacidades estratégicas”, afirmó.
A partir del ingreso de SEPI con el 10 por ciento de participación, no se descarta que pida dos representantes en el Consejo de Administración de Telefónica, tal como lo señaló el medio Cinco Días. En la actualidad, BBVA y Caixa tienen un 5 por ciento del capital cada uno y cuentan, a su vez, con un representa cada uno en en ese órgano de gestión.
La SEPI también explicó que el ingreso ampliado en el capital de Telefónica va en línea con lo que están haciendo otros países de la UE en sus principales operadoras de telecomunicaciones. Alemania posee un 13,8 por ciento del capital de Deutsche Telekom, mientras que Francia cuenta con un 13,4 por ciento de Orange. La historia se repite en Italia, donde el gobierno de ese país mantiene el control de Telecom Italia pese al ingreso del fondo KKR.
