Las ciudades inteligentes y su alianza con las smart utilities para crear un mundo sostenible

Las ciudades inteligentes surgen de la necesidad de redefinir el diseño y la gestión de los entornos urbanos, utilizando tecnologías avanzadas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, impulsar la eficiencia operativa y gestionar los recursos de manera más inteligente. Aunque este concepto puede sonar futurista, actualmente, muchas ciudades en el mundo están adoptando estas medidas para integrar la tecnología en áreas como movilidad, seguridad y servicios públicos.

El 70 por ciento de la población mundial se prepara para hacer de las ciudades su hogar para el 2050. Esta situación hace que los centros urbanos se preparen para fusionar tecnología y sostenibilidad y así poder enfrentar los retos de la urbanización desenfrenada y garantizar un futuro sostenible para sus habitantes.

En Latinoamérica, el sector de energía eléctrica se encuentra enfrentando este tipo de desafíos. Por ejemplo, en Argentina la prioridad sectorial pasa por la renovación constante de las redes eléctricas; momento en el que las empresas deben enfrentar proyectos en los que se plantea la digitalización de la red para tener mucha más información acerca del servicio, de los flujos de carga, para poder mejorar el trabajo conjunto con las empresas generadoras y poder perfilar disminuciones en los costos de generación de la energía.

En esta transformación, los servicios públicos emergen como un pilar esencial en el desarrollo y funcionamiento de las ciudades inteligentes. Las empresas de servicios públicos, deberán evolucionar a smart utilities, organizaciones tecnológicamente avanzadas, con un enfoque sostenible que contribuya significativamente a la creación de entornos urbanos más eficientes, cómodos y amigables con el medio ambiente.

Las empresas de telecomunicaciones ya vienen trabajando en estos procesos de digitalización de manera intensa, en parte, porque están en un mercado mucho más competitivo que otros servicios. Inclusive, muchos operadores han comenzado a trabajar para ver cómo amplían su portafolio, más allá de la simple conectividad o de servicios de voz y datos.

Además, las empresas deben incorporar diversas tecnologías, como medidores inteligentes, redes inteligentes (smart grids), Internet de las Cosas (IoT) e Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, en esta tarea, es crucial que las empresas de servicios públicos puedan contar con un sistema de gestión comercial o CIS, por las siglas en inglés de Customer Information System, que optimice el uso de recursos (infraestructura, tecnología, entre otros), que le facilite la adaptación a contextos cambiantes y potencie la innovación, para proporcionar una experiencia superior al cliente, adaptada a las cambiantes necesidades de los ciudadanos.

En resumen, para que una empresa de servicios públicos evolucione hacia una smart utility capaz de impulsar el desarrollo de una smart city, debe adoptar soluciones tecnológicas avanzadas que gestionen de manera eficiente los recursos, que ofrezcan servicios personalizados a los clientes, fomenten la sostenibilidad y estimulen la innovación en la experiencia del cliente.

Jesús Sánchez es vicepresidente de Mercadeo de Open, compañía especializada en soluciones de tecnología para empresas de servicios públicos y telecomunicaciones. Ingeniero de Sistemas y Computación de la Pontificia Universidad Javeriana, Sánchez cuenta con estudios de posgrado en Mercadeo por la misma casa de altos estudios; y en Dirección de Compañías de Entretenimiento y Medios, por la Universidad de Palermo. Posee más de 20 años de experiencia en la industria y como impulsor de procesos de transformación digital en empresas verticales.

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