El Gobierno de Italia autorizó a Telecom Italia la venta de su unidad de red fija, por un valor de hasta 22.000 millones de euros (23.920 millones de dólares al fondo estadounidense KKR. Con esta transacción, que se desarrolló con idas y venidas durante más de dos años, se abre un nuevo capítulo en la historia de esta operadora de telecomunicaciones, y también en la gestión de la llamada “acción de oro”.
TIM anunció que la aprobación se produjo después de que las empresas asumieran compromisos que el gobierno consideró “totalmente adecuados para garantizar la protección de los intereses estratégicos relacionados con los activos involucrados en la transacción”, informó la agencia Reuters.
En una declaración separada, el gobierno subrayó que los compromisos propuestos garantizan que la administración italiana tendrá el poder de supervisar la nueva empresa de red en áreas relacionadas con la seguridad y la defensa nacional.
Se trata de compromisos que el gobierno hizo obligatorios, e incluyen la creación de un grupo de trabajo de seguridad que supervise la empresa de red además de dejar establecidas en Italia todas las actividades relacionadas con el mantenimiento y la supervisión de la infraestructura. Es decir, los datos que circulen por estas redes deberán quedarse en este país.
La legislación vinculada con la llamada “acción de oro” permite a Italia intervenir en acuerdos que involucran a sectores considerados estratégicos, como la banca, la energía y las telecomunicaciones.
La venta de la red de telefonía fija se concretó en noviembre pasado, luego de un acuerdo histórico realizado en este país, cuyo objetivo principal es reducir la deuda y el personal de TIM. El pasivo de la compañía supera los 26.000 millones de euros y se contraería a la mitad, mientras que el plantel ronda los 40.000 empleados y también soportaría un fuerte ajuste.
Aunque cuenta con el apoyo del gobierno italiano, que planea adquirir una participación del 20 por ciento en la empresa de redes, el acuerdo está siendo impugnado en los tribunales por el principal inversor de TIM, Vivendi.
El desprendimiento de la unidad de red fija tuvo varios idas y vueltas, hasta que en noviembre se alcanzó el acuerdo final. Parte de esos vaivenes se relacionaron, justamente, por la posición que tomaron los distintos accionistas de TIM, tanto Vivendi, en su calidad de mayoritario, como de los más pequeños, nucleados en otras representaciones.
Todavía queda resolverse el destino de Sparkle, la unidad de cables submarinos de TIM. El fondo KKR también es el principal candidato a quedarse con ese negocio, aunque a finales del año pasado pidió un poco más de tiempo para efectuar una nueva oferta. El Gobierno de Italia no aceptó el valor ofrecido en una primera instancia.
El futuro de TIM comenzará a reescribirse a partir de esta operación. Conocida la noticia, la acción de la compañía comenzó a subir aunque se debe recordar que la cotización de sus títulos se ubica por debajo del euro. De ahí que las expectativas hacia adelante sean auspiciosas.
