Transición de las redes 2G y 3G a 5G SA: con VoLTE/IMS y en la nube

La llegada del 5G representa un desafío para los operadores móviles en todos los sentidos. No se trata de una evolución sobre los modelos anteriores sino de una auténtica disrupción que obliga a todos los actores implicados a pensar y actuar de forma diferente. Los proveedores de servicios de comunicación (CSP, por sus siglas en inglés) se preparan para este escenario de futuro con infinitas posibilidades, pero sin dejar ni por un momento de cubrir las necesidades de sus clientes en el presente, brindando sus servicios con las estructuras que están operativas hoy en día.

La tecnología 5G —igual que en su momento la 4G— se ha desarrollado pensando en una creciente necesidad de transmisión de datos y como respuesta a una imparable demanda de banda ancha móvil. En ese aspecto, sus capacidades y su potencial son incuestionables. En su debido tiempo, y para poder dar prioridad al despliegue de las redes LTE, se empleó la conmutación automática de circuitos (CSFB, por sus siglas en inglés) que traspasa los servicios de voz a 3G. Sin embargo, con el apagado de las redes 2G y 3G en el mundo, los CSPs tienen la necesidad de migrar todos estos servicios de voz a un sistema compatible con 4G y 5G, porque no olvidemos que la voz sigue siendo fundamental para los usuarios y, por tanto, para los operadores. En algunos casos incluso existe obligación legal de garantizar este tipo de llamadas. Es en este escenario donde la voz sobre LTE (VoLTE) y el IP Multimedia Subsystem (IMS) se presentan como las alternativas más convenientes.

Basada en la arquitectura IMS, la tecnología VoLTE se desarrolló para realizar llamadas de voz de forma nativa a través de las redes 4G. En comparación con los sistemas de conmutación de circuitos (CS, por sus siglas en inglés), VoLTE hace un uso de los recursos de radio y de la energía mucho más eficiente, mejorando significativamente la economía de la red. Además, permite ofrecer mayor calidad de sonido con llamadas en alta definición y menor tiempo de establecimiento de llamada, hechos que mejoran enormemente la experiencia del usuario final, incluso en entornos urbanos en los que pueda haber interferencias.

La solución está en la nube
Si —como se ha visto— es necesario implementar VoLTE/IMS, es lógico plantearse cuál es la mejor forma de hacerlo: aquella que minimice los costos y maximice los resultados. Hoy, los modelos que mayor aceptación tienen son los que ofrecen, además de la obligada calidad y eficiencia, flexibilidad y escalabilidad.

Son muchos los sectores de la economía que ya aprovechan las ventajas de la nube para acceder al software como servicio (SaaS, por sus siglas en inglés): desde aplicaciones de productividad básicas a sofisticados procedimientos industriales. En un principio, el reto se centraba más en virtualizar las funciones de infraestructuras físicas (VNF, por sus siglas en inglés), pero ahora y cada vez más, se diseñan soluciones pensadas para operar íntegramente en la nube, es decir, cloud-native (CNF).

Las CNFs consisten generalmente en uno o más microservicios implementados en contenedores, y es gracias a esta forma de empaquetar software que es posible ejecutar múltiples aplicaciones de forma simultánea, en el mismo servidor. Esto supone grandes beneficios, tanto en términos de costo como en rendimiento.

Por otra parte, la adopción de una plataforma de gestión de código abierto como kubernetes permite utilizar estos contenedores en diferentes entornos cloud. Así es posible combinar los recursos disponibles, independientemente del proveedor.

En el caso concreto de VoLTE/IMS, el uso de contenedores y kubernetes permite que la solución escale desde un sistema capaz de soportar tan solo 30 llamadas por segundo, hasta millones de llamadas en horas de máximo tráfico. La escalabilidad no sólo beneficia al propio entorno operativo del sistema, sino también a nivel de negocio porque permite establecer modelos de precios de pago por uso, optimizando así la inversión de los CSPs.

En definitiva, si los operadores quieren ofrecer a sus clientes todas las ventajas del 5G sin dejar en ningún momento de ofrecerles un servicio de calidad que cubra todas sus necesidades, pueden confiar en las ventajas de una solución cloud-native, capaz de interoperar con las estructuras existentes pero que ya esté preparada para el futuro. Con ella, podrán realizar una transición sin sobresaltos —ni operativos ni económicos— a los modelos 5G NSA y SA.

Alejandro Suaza es actualmente Presales Engineer de JSC Ingenium. Cuenta con amplia experiencia en el sector telco, donde ha ocupado diversos puestos de responsabilidad. Hasta su incorporación a JSC Ingenium se desempeñaba como Wholesale MVNO and Roaming Expert en Tigo Colombia y anteriormente, trabajó como Core consultant en compañías como Oracle o Huawei, desarrollando proyectos para Tigo, Claro o AT&T. Ingeniero de Sistemas por la Universidad del Valle, es, además, especialista en Sistemas Gerenciales de Ingeniería -Pontificia Universidad Javierana- y Magíster en Gerencia de Tecnologías de la Información (MBA), Universidad ICESI.

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