“Si esto sigue así la industria no va a estar en capacidad de entregar a América latina la conectividad que necesita para ser parte de la economía digital”

Telefónica Hispam se mantiene en movimiento en América latina a pesar de las dificultades. Y ese movimiento se debe a la misma necesidad de la operación de conseguir ingresos en un entorno en el que cada país pone sus dificultades propias, a la par que a la industria en general le está costando encontrar nuevas fuentes de ingreso. En diálogo con TeleSemana.com, en la previa del MWC2024, José Juan Haro, director de Negocio Mayorista y Asuntos Públicos en Telefónica Hispanoamérica, profundizó sobre por qué hay que insistir con la necesidad de monetizar la infraestructura, situación que lleva de manera directa al debate sobre el fair share. Subrayó que el sector tiene el deber de exponer su situación y que lo realizado en México es uno de los caminos para desarrollar el negocio que se pretende.

¿Qué objetivos se propone Telefónica Hispam para 2024?

Hoy todo el sector tiene el foco muy puesto en cómo monetizar la inversión en infraestructura. Hay dos temas centrales. Uno tiene que ver con Open Gateway, que es la iniciativa que está piloteando la GSMA para amplificar redes y permitir conexiones que nos permitan exponer distintas funcionalidades de nuestras redes en un esfuerzo de monetización con desarrolladores. Esta es una apuesta que el sector tenía que hacer. En segundo lugar, hay debates regulatorios, con un gran foco en Ecuador, y que se expanden a otros países, en primer lugar en Brasil y luego en otros territorios de América latina que tienen que ver con la sostenibilidad de las inversiones en red, donde el 60 por ciento de las capacidades totales son de OTT y no pagan por el uso de las redes. Estos dos debates tienen como punto en común la monetización.

¿Por qué cuesta tanto generar nuevas fuentes de ingresos?

En los últimos años los tráficos han venido creciendo a tasas interanuales en torno al 30 por ciento. El de los ingresos es un tema global de la industria, y donde más nos preocupa es en las zonas donde las rentas son menores. No es que los tráficos perdonen sino que los ingresos no crecen. No crecen los ARPU en términos reales, entonces los ingresos decrecen. Esto ha pasado en América Latina por efectos del tipo de cambio y por la propia situación macroeconómica, pues no sabemos en términos reales de crecimiento cómo cuadrar la ecuación, cómo hacer que a ingresos decrecientes y a costos crecientes la industria de telecomunicaciones pueda seguir siendo sostenible. Es la pregunta que se hace Hispam desde 2019 y nuestra respuesta ha sido fundada en las alianzas, en la colaboración. En Argentina hemos hecho cosas con Iplan, con Sion, con Metrotel.

Acuerdos que se han replicado en otros países…

Y, a nivel regional, creo que ha sido muy clara la apuesta, tanto por la fibra que nos ha llevado a construir compañías con participación mayoritaria de terceros abiertas, en Chile, en Colombia y en Perú, que es la experiencia de On Net, con más de 12 millones de hogares pasados. Si sumamos Argentina, Hispanoamérica tiene 15 millones de hogares pasados con fibra.

En el frente móvil, tenemos una experiencia diferencial. En México nos atrevimos a hacer algo que no se hizo. Apagamos la red, devolvimos espectro que era muy caro, y operamos sobre la infraestructura de AT&T. Y además hemos lanzado 5G. En Perú, la empresa rural mayorista móvil, Internet para Todos, ya tiene a tres empresas montadas sobre las infraestructura: Telefónica, América Móvil y Entel, y cubre a 3,6 millones de peruanos, y a 18.000 centros poblados con cobertura 4G que no existía antes de iniciarse la pandemia. Y el modelo viene funcionando bien con los socios como el BID, la CAF y Facebook.

Lo nuevo es el acuerdo con Tigo en Colombia que nos ha permitido comprar conjuntamente espectro para 5G y consolidar una única red, que será la única netco móvil de la región. Este tipo de estrategia destinado a reducir costos es para lograr cuadrar la ecuación de ingresos decrecientes con inversiones crecientes.

¿Es suficiente?

Este tipo de estrategias dirigidas a reducir el costo de entregar conectividad a los clientes son centrales para cuadrar esta ecuación complicada de ingresos decrecientes y tráficos crecientes. No es lo único. Además de hacer nuestra tarea en el frente empresarial, pues tenemos que dar el debate regulatorio, explicar que si no se accede a nuestras redes, que es gratis, pues al final del día esto incentiva usos ineficientes y usos inadecuados. Esto es parte de la discusión que tenemos. Y además de todo esto seguir apostando por esquemas de monetización de distinto tipo. De esta necesidad de negocio surgen todo tipo de discusiones, como la de revisar los impuestos sectoriales, los costos del espectro y otras cosas por el estilo.

Mencionó el caso de México, donde siguen en tercer lugar a pesar de estos movimientos

Hay que medirlo de distintas formas. Los números de cuota son engañosos porque se puede medir sobre la base de accesos o se puede medir sobre la base de ingresos. Al final del día, como quiera que se midan, los operadores no hacen dinero en función de cuánta cuota tienen, sino en función de cuánta caja, de cuánto margen sean capaces de generar. Uno puede tener una compañía muy, muy grande en ingresos. Si los costos son superiores a los ingresos, esa compañía no es sostenible. Evidentemente, lo que hay que hacer es que la relación entre costos e ingresos permita capturar un margen que pague la tasa de rentabilidad que el inversionista te exige. Si el inversionista mete su dinero en un banco y gana más dinero que metiéndolo en acciones de tu compañía, pues hará eso. Entonces, cuál es para nosotros el motivo de satisfacción principal en México. Creo que estamos creciendo en el segmento de valor en pospago. Nuestra compañía se ha ido convirtiendo en una compañía más de pospago. Ya nos hemos colocado en niveles cercanos a breakeven y aspiramos a generar flujo de caja a partir de este ejercicio del año 2024. Y esos indicadores nos permitan sostener una compañía sustentable, que es lo que no teníamos antes de que decidiéramos hacer esta operación. Para nosotros estas son las claves del asunto.

Hace unos días, la GSMA se pronunció junto con los operadores de América latina sobre el fair share. Si en Europa cuesta tanto dar la discusión donde tienen más fuerza que aquí, donde los reguladores son más complicados ¿qué expectativa tienen de que el debate aquí tome fuerza y se ponga sobre la mesa?

Hace seis años comenzamos a decir que el espectro era caro en México. Y como no nos escucharon tuvimos que devolver espectro. Esto cambió el debate en gran medida. Aunque en México ya no tenemos espectro, el precio ya había caído. Alrededor de América latina se vio la discusión. En el caso de la Argentina se ha entendido que a una industria que no gana dinero es muy difícil pedirle precios diseñados para un momento distinto de la economía. Ese debate fue muy difícil, porque los ingresos de espectro no son ingresos del fisco pero son reales, y han sido la fuerza de gravedad la que ha llevado la discusión a donde hoy la tenemos. No estamos todavía en el espectro donde quisiéramos estar, pero en los últimos cinco años los precios de espectro decaen. Hay una diferencia muy grande entre las expectativas de la última licitación de espectro de la Argentina y lo que finalmente terminó ocurriendo. Algo de esto ha pasado en Colombia y Ecuador. ¿Los gobiernos han dado un gran salto? No, la realidad es la que hay. Y lo propio pasa con la salud financiera del sector en este momento. Si como industria decimos que la ecuación es insostenible, lo decimos con claridad. Es un debate complejo porque hay muchos intereses involucrados, y se puede tardar muchos años. Es nuestro deber como industria, en primer lugar, exponer la realidad. Si esto sigue así, la industria no va a estar en capacidad de entregar a América latina las redes de telecomunicaciones, la conectividad que necesita para ser parte de la economía digital. A partir de allí, exploremos soluciones con mente abierta.

Una parte también relevante del problema es que esta industria, con márgenes decrecientes,  está obligada a invertir año a año con tasa de tráfico que crecen a doble digito, inyectados por empresas que tienen la mayor capitalización a nivel global. Estamos hablando de las 10 primeras empresas de capitalización a nivel global.

¿Qué expectativas hay sobre el desarrollo de Open Gateway en América latina? ¿En qué países se desarrollarán funcionalidades después de Brasil y con qué operadores?

El Open Gateway es un correlato de la estrategia que ya venimos implementando en Hispanoamérica: colaborar para el desarrollo del ecosistema digital. La colaboración encarna el poder de lo que puede hacerse cuando nos unimos. Eso es Open Gateway. Como anuncio José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, 12 meses después del lanzamiento de Open Gateway, 47 operadoras se han unido a la iniciativa, un total de 239 redes que representan más del 65 por ciento de las conexiones móviles globales. Por ello es importante que la GSMA nos haya confirmado como MarketChampion en Chile, Ecuador y Perú. Si bien nosotros veníamos ya liderando conversaciones en los tres países de manera informal, ahora tiene la formalidad de Open Gateway.

¿Quién pierde más si se deja de invertir en redes? ¿las telcos o las digitales?

En Telefónica creemos que los clientes están en el centro de las decisiones. Para ofrecerles el mejor servicio y continuar contribuyendo al desarrollo del mundo digital es importante ser una empresa sostenible, con una situación financiera que permita invertir en el futuro y así mejorar la atención y calidad de servicios. Hoy tenemos altos niveles de inversión sólo para aumentar la capacidad de la red, necesaria para acomodar el tráfico creciente en las redes móviles que se espera crezcan un 28 por ciento anual durante los próximos 5 años, y las fijas a un 14 por ciento. Esto se debe en parte a la importancia de las empresas Over the Top (OTT) para la población y su relevancia en el consumo de datos sobre las redes de los operadores de telecomunicaciones. Por ello es importante dejar en claro que todos los actores del ecosistema digital deben contribuir con su sostenibilidad. En este contexto entra a tallar la importancia de la contribución de OTT como actores de este ecosistema.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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