La Antártida está en la mira de las operadoras de telecomunicaciones de los dos países de América latina más cercanos a ella, Chile y Argentina. El objetivo es dotarla de la conectividad necesaria para para quienes viven allí como también para quienes desarrollan actividades científicas y económicas puedan desempeñarlas sin inconvenientes: 5G y satelital.
Dos empresas son las que están encarando estas tareas. De un lado de la cordillera, Entel Chile acaba activar una red 5G que permitirá mejorar las operaciones y gestiones en los sectores de la logística, el transporte, las comunicaciones, la salud y los servicios básicos, además del impacto que producirá en la comunidad científica que reside de manera permanente o temporal en la Antártica chilena. Red 5G cuya conectividad es provista por Starlink.
La cobertura en esta zona del continente antártico incluyó también la modernización de las comunicaciones con tecnología 3G y 4G para mejorar la experiencia y la capacidad de la base. Para ello, Entel Chile realizó una inversión de 345.000 dólares, desembolso que impactará entre quienes llegan hasta este extremo del mundo en modo turista. La iniciativa de Entel Chile en el continente blanco forma parte de sus acciones por los 60 años de la compañía, que sirvió como excusa para brindar conectividad tricontinental: Sudamérica y Oceanía (por la Isla de Pascua), y ahora la Antártida.
“Hoy la Antártica queda con una conexión robusta, igual que la de alguien en Santiago. De hecho, en estas pocas semanas de prueba, la antena trafica un 28 por ciento de lo de una antena promedio de la red. Es una red pública, por lo que turistas y visitantes que tengan un chip Entel y un teléfono compatible podrán conectarse a la red más moderna en estas latitudes”, aseguró Antonio Büchi, gerente general de la compañía.
El ejecutivo aclaró que “la experiencia de navegación o de red no es la misma que en el continente, ya que la conexión de la Antártica a Internet se hace vía satelital, que si bien es de un tipo de tecnología satelital avanzada, es de capacidades bastante inferiores a la fibra óptica”.
Conectividad satelital es lo que, del otro lado de la cordillera, está probando Movistar Argentina para dotar de esta tecnología a la Antártida Argentina. Como parte del acuerdo entre Telefónica Hispam y Starlink, los especialistas del área de Red de Movistar encararon diversos ensayos de conectividad a través de tecnología satelital para ver cuán eficiente y estable se comportaba en esta zona extrema e incluirla en el portafolio de servicios de la filial local para el segmento corporativo en las próximas semanas.
Parte de las pruebas se desarrollaron en la Base Marambio, epicentro de la presencia argentina en el continente blanco, y la experiencia que se recolecte allí será clave para las futuras prestaciones que la operadora brindará en la Argentina.
En estos días se conocieron a los distribuidores que tendrá Starlink en este país, luego de que fuera autorizada su operación, junto a la de OneWeb y, en el futuro, la que provea Amazon a través de la constelación Kuiper.
La iniciativa de llegar con conectividad a la Antártida no es nueva y hace un semestre, el Centro de Cooperación Multilateral para la Financiación del Desarrollo (MCDF, por sus siglas en inglés) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) aprobaron un financiamiento de 1.680 millones de dólares para analizar la viabilidad técnica, legal y económica que permitan conectar a Chile con el continente blanco; a la par que se cumplían dos años del anuncio de la argentina Silica Networws (Grupo Datco) de invertir dos millones de dólares para estudiar la factibilidad de una iniciativa similar.
