Los resultados de un reciente estudio[1] han planteado que una reducción de los precios promedio de Internet resultaría en un aumento de casi 19 por ciento en la tasa de penetración de este servicio en la región de América Latina y El Caribe (4,7 millones de conexiones adicionales). Esta conclusión sugiere que las restricciones más importantes que enfrenta la expansión de los servicios de banda ancha fija en la región, están asociadas principalmente a factores de demanda (ingresos, patrones de consumo, características demográficas, entre otros). Esta conclusión resulta particularmente atractiva, considerando el caso de países como el Perú con niveles de ARPU situados por debajo de los 10 dólares y con reducidos niveles de cobertura en banda ancha.
En el presente ensayo, elaboramos algunos argumentos a partir de la experiencia peruana, que sugieren que la solución al problema de baja cobertura de la banda ancha fija pasa necesariamente por una combinación de políticas que influyen tanto en la oferta como en la demanda de servicios.