Telefónica y su rueda de auxilio llamada Latinoamérica

El Grupo Telefónica anunció esta semana que en 2011 marcó un nuevo récord de 3.074 millones de euros en repatriación de fondos netos por sus operaciones en Latinoamérica, superando la marca de 2.491 millones lograda en 2006. Según el informe enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cifra alcanzada representa un crecimiento del 44,6 por ciento respecto a 2010. Este anuncio reafirma que en los últimos años las operaciones de la multinacional en Latinoamérica ayudaron a compensar su retroceso en el mercado europeo.

En la región los negocios del grupo siguen creciendo, pero en España los efectos de la crisis y la caída del consumo ya impactaron en los resultados conjuntos de Telefónica de España y Telefónica Móviles España, que tuvieron un retroceso del 60,7 por ciento con respecto a 2010. De las dos filiales, la del negocio de telefonía fija y banda ancha sufrió más en su resultado de explotación con una caída del 87,7 del beneficio neto. Esta caída del resultado tiene relación directa con el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), negociado en julio de 2011, que prevé la desvinculación de 6.500 empleados durante los próximos tres años.

Mientras en el Viejo Continente los números no proyectan un futuro más bondadoso y la compañía sigue intentando evitar una multa de 200 millones de dólares dictada por la Comisión Europea por prácticas monopólicas, en Latinoamérica el horizonte se muestra despejado y con aires de buenas noticias.

La semana pasada el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) de Perú le puso fin a las discusiones mediáticas de 2011 y dejó trascender que había notificado a la empresa española sobre su solicitud para la ampliación del contrato de concesión para su negocio de telefonía y que la renovación sería  por 12 años. La compañía tiene hasta finales de este mes para evaluar el informe técnico elaborado por el Organismo Supervisor en Telecomunicaciones (Osiptel) sobre el contrato de concesión de Movistar para entregar una respuesta formal.

La empresa también recibió esta semana otra buena nueva porque llegó a un acuerdo con el Gobierno de Colombia para fusionar sus negocios de telefonía fija y móvil en el país. En el negocio de telefonía fija el Grupo Telefónica tiene una participación accionaria del 52 por ciento, mientras que el 48 restante se encuentra en control del Estado. Esta operación será efectiva a partir del próximo 24 de abril y le permitirá a la compañía reducir su deuda financiera neta por cerca de 1.300 millones de euros.

A comienzos de este año la compañía dio a conocer que en 2011 incrementó en un 10 por ciento los ingresos por tráfico de datos en Latinoamérica y que su desafío ahora es comercializar smartphones a menos de 100 dólares para fomentar su penetración y continuar apuntalando el crecimiento del tráfico de datos. Enfocado en esta meta, recientemente el operador anunció un acuerdo con el fabricante Qualcomm para fomentar la adopción de la tecnología 3G y de smartphones colaborando en un esfuerzo conjunto para llevar una gran variedad de los más recientes dispositivos 3G a toda la región.

Durante 2011 la cifra que Telefónica destinó a inversiones en Latinoamérica alcanzó los 5.299 millones de euros, incluida la compra de espectro, lo que hizo de la compañía el principal inversor de la región. Esto pone de manifiesto que el Grupo Telefónica tiene claro que Latinoamérica es y será el motor que impulsa a la empresa, al menos hasta que Europa se recupere.

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