Si bien el Sindicato Nacional de Trabajadores de Cable & Wireless Panamá rechazó la posibilidad de que el Estado venda sus acciones en la compañía, ya que considera que son “patrimonio de los panameños”, otro es el cantar de los directivos.
Según publicó La Estrella, los ejecutivos de C&W apuestan a que el Estado se desprenda del 49 por ciento de sus acciones, y así convertirse en el accionista mayoritario, además de comprar un cinco por ciento para manejar el 54 por ciento de la compañía.
Si el Estado decide vender “no habría objeción de nuestra parte de considerar la compra”, aseguró Jorge Nicolau, presidente Ejecutivo y gerente general de C&W a la prensa local.
En respuesta a los cuestionamientos sobre el alejamiento del Estado dentro de la empresa, Nicolau indicó que la compañía “seguirá siendo la misma. No debe pasar absolutamente nada en las operaciones”.