La semana pasada, Eduardo González, recientemente designado presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) de Paraguay, daba a los medios locales una declaración significativa. El funcionario admitía que el organismo no tiene actualmente la capacidad para controlar la calidad de servicio de la telefonía móvil, según recogió el diario paraguayo ABC Color.
González dejaba estas palabras en un encuentro con la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), ante cuyos miembros presentó un informe sobre las debilidades, desafíos y proyectos a ser encarados por Conatel. El titular del regulador considera que la Ley 642/95 de Telecomunicaciones y los demás reglamentos que rigen al organismo están desfasados, por lo tanto, la entidad no cuenta con las herramientas adecuadas para desarrollar sus tareas.
Según refiere ABC Color, hay dos proyectos para actualizar este marco legal, pero Conatel espera elaborar su propio proyecto de ley, que someterá a consulta pública y remitirá posteriormente al Poder Ejecutivo para que éste lo presente a su vez ante el Parlamento.
Uno de los puntos en los que se ve el talón de Aquiles de la Conatel es el control de la calidad del servicio, uno de los temas de mayor actualidad en América Latina. El regulador paraguayo cuenta con dos vehículos de monitoreo, y está en proceso de adquirir cinco unidades más.
Vale recordar que Brasil recientemente tomó medidas estrictas sobre la calidad de servicio, llegando a prohibir las ventas a los operadores que presentaban los peores índices de prestación. Desde allí, además, inició una serie de iniciativas para controlar el servicio. El tema se volvió parte de la agenda corriente del sector.
También la Secretaría de Comunicaciones (Secom) en Argentina presentó un reglamento actualizado de calidad de servicio, y ahora está en proceso de elaborar un nuevo reglamento de derechos de usuarios.
En agosto, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de Chile inició también una consulta pública para fijar estándares de calidad de servicio en telecomunicaciones. Países como Colombia, Perú y Ecuador, entre otros, también están preocupados por elevar los niveles de prestación de las redes de telecomunicaciones.
Volviendo a Paraguay, Conatel también planea habilitar nuevas oficinas para recibir reclamos de los usuarios. González dejó entrever que podrían venir también cambios en la forma de atribuir licencias. Explicó que hasta ahora, se otorgaban a petición de parte. El funcionario también consideró bajos los aranceles de las licenciatarias: el uno por ciento de los ingresos brutos anuales se destina al Fondo de Servicios Universales (FSU), y el regulador percibe entre el tres y el cinco por ciento de esos ingresos por concepto de renovación de licencia; en tanto que las rurales sólo aportan el 0,25 por ciento.
De lo anterior se desprende que la nueva administración de Conatel buscará fortalecer las atribuciones del organismo, con el fin de tener un mayor control sobre el sector, especialmente en lo que respecta a los parámetros de calidad del servicio. Resta ver si consigue el apoyo necesario del Poder Ejecutivo para alcanzar estas metas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.