La realización de la Copa del Mundo en Brasil—y de la próxima edición de los Juegos Olímpicos en la ciudad de Río de Janeiro en 2016— demandó un gran esfuerzo de parte del Estado de Brasil, pero también de los operadores de telecomunicaciones, que debieron realizar grandes inversiones en infraestructura para atender las demandas de la FIFA. La inversión no es en vano, y toda la infraestructura desplegada queda hoy como legado para el beneficio del mercado.
El operador estatal Telebras fue el encargado de crear la infraestructura necesaria para conectar los estadios con los centros de transmisión. La infraestructura — que hoy tiene 15.000 kilómetros y una capacidad de transmisión de datos de 30 Gbps— será utilizada para las necesidades del Plan Nacional de Banda Ancha (PNBL, por sus siglas en portugués). Según el ministro de Comunicaciones de Brasil, Paulo Bernardo, el volumen de datos transportados por esta red durante el Mundial de Fútbol fue de 166 terabytes.
El balance presentado esta semana por el Ministerio de Comunicaciones de Brasil afirma que las inversiones realizadas para la Copa del Mundo fueron de 100 millones de reales (44 millones de dólares) en infraestructura de red, equipamientos y sistemas, 171 millones de reales (76,9 millones de dólares) por parte de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) en equipamientos, sistemas y capacitación para la fiscalización de servicios privados de telefonía y banda ancha móvil, 110 millones de reales (49,4 millones de dólares) en servicios de audio y video para la transmisión de los juegos —la Copa del Mundo fue el primer evento deportivo en transmitirse en 4K—, 14 millones de reales (6,2 millones de dólares) en servicios IT para la atención de los 25 puntos de conexión a los Campos de Entrenamiento y 33 millones (14,8 millones de dólares) en servicios de audio, video y servicios de IT ejecutados para la Copa de las Confederaciones. Es decir, un total de 428 millones de reales (192,5 millones de dólares).
Paralelamente, los operadores privados destinaron un total de 1.300 millones de reales (584 millones de dólares) en infraestructura en las doce ciudades sedes —contempla 10.000 kilómetros de fibra óptica y una inversión de 200 millones de reales (89,9dólares) en la colocación de antenas para cobertura indoor en los estadios—. De acuerdo con los datos divulgados por SindiTelebrasil, fueron instaladas 3.724 antenas para cobertura móvil indoor y 1.041 antenas para cobertura Wi-Fi —en total, hubo cerca de 120.000 puntos Wi-Fi instalados en las 12 ciudades sede—. Además, se colocaron otras 15.000 nuevas antenas en las ciudades sedes, con el objetivo de reforzar la señal de 3G y 4G.
Sobre esta infraestructura se realizaron 4,4 millones de llamadas de voz —con una duración media de 2,4 minutos— y se traficaron 26,7 terabytes de tráfico; todo en el mes que duró la Copa del Mundo. Adicionalmente, se conectaron cerca de 341.867 usuarios en roaming y se comercializaron unas 16.163 SIM Cards a extranjeros. Cabe destacar que los operadores brasileños habían lanzado promociones específicas para la adquisición de SIM Cards durante el Mundial de Fútbol.
Al igual que sucede con la realización de otros espectáculos deportivos de gran magnitud, la Copa del Mundo también movilizó el mercado local de venta de equipos electrónicos. En el período la producción y comercialización de terminales de recepción de TV digital creció un 60 por ciento hasta llegar a 9,8 millones. De este total, ocho millones corresponden a televisores, 1,5 millones a teléfonos celulares y 300.000 a tabletas.
