¿La 5G reconfigurará el mercado de smartphones? No necesariamente

Con cada nueva generación de tecnología móvil, se alteró la participación de mercado de los fabricantes de dispositivos. Compañías líderes en su día como Nokia o Motorola, por ejemplo, vieron sus números derrumbarse para ser superados por los asiáticos Samsung, Huawei en lo que significó el paso de la 2G para la 3G y, luego, la 4G. Con la 5G asomándose, Strategy Analytics se pregunta si la nueva tecnología se llevará también algunos de los líderes hacia el abismo.

“Con cada nueva generación (GSM, WCDMA, LTE) hemos visto cambios profundos en el lenguaje de diseño y los casos de uso. El diseño impulsado por la generación fue disruptivo en el status quo en numerosas ocasiones”, afirma Strategy Analytics. La consultora señala como, por ejemplo, Nokia era líder en 2G pero cayó a un tercio en 3G y luego desapareció en 4G. En tanto, Motorola perdió cuatro quintos de su participación de mercado en la transición entre 2G y 3G. Mientras tanto, Samsung encontró su oportunidad con 3G y se ubicó como líder en el mundo 4G, al igual que las marcas chinas que fueron ganando cada vez más participación.

Sin embargo, no necesariamente es la tecnología de red móvil el causante (y determinante) de los cambios en la participación de mercado de los fabricantes de dispositivos, sino que, más bien es su capacidad de adaptarse a los nuevos formatos, interfaces y sistemas operativos. La realidad es que la gran reconfiguración del mercado se dio entre las tecnologías 3G y 4G, cuando Apple lanzó el primer iPhone, revolucionando la interfaz para el usuario e inaugurando un nuevo mercado: el de las aplicaciones.

Las marcas que tardaron demasiado tiempo en ver este cambio en el mercado —o que, en vez de abrazar soluciones como Android apostaron con otros sistemas operativos ya desaparecidos—, se encontraron desplazados por usuarios que demandaban teléfonos capaces de ofrecerles pantallas táctiles y de alta resolución, un ecosistema de aplicaciones, cámaras de foto de calidad, entre otras características que ya se han vuelto un commodity en el mercado. Es decir, si bien parece que el cambio se inició en la transición de una tecnología móvil a la otra, la realidad es que poco tuvieron que ver las características diferenciales de 4G para que una marca de dispositivos prevalezca sobre la otra.

Ahora bien, ¿qué ocurrirá con la 5G y su ecosistema? Por empezar, deberíamos tener en cuenta que el mercado de smartphones ha ralentizado su crecimiento, lo que demuestra que ha alcanzado cierta madurez. Y, como esto fuera poco, no parece haber ningún dispositivo que venga a revolucionar el mundo móvil, al igual que lo hizo el smartphone y, en particular, el iPhone. Quizás pueda haber algo disruptivo en el mundo de Internet de las Cosas (IoT), pero el abanico es tan diverso y el ecosistema está todavía tan inmaduro y fragmentado que es difícil saberlo. Sirva de ejemplo los smartwatches: Apple lidera este segmento, pero no supone ni de cerca el liderazgo y ventas que supuso el iPod Touch o el iPhone. Esto es una muestra que el mercado de dispositivos, en sí mismo, estará fragmentado, y se podrán ver focos de innovación de nicho.

Strategy Analytics afirma que los primeros tres fabricantes de teléfonos móviles del mundo —Samsung, Huawei y Apple— podrían perder algo de su participación en los próximos años. Eso porque algunos jugadores globales y mucho más adaptativos como Sharp, ZTE y Sony han consolidado una presencia en el mercado localizada y mucho más pequeña.

Lo mismo que le ocurrió a Nokia. Al gigante de telefonía móvil lo superó marcas mucho más pequeñas y ágiles para innovar —¿será que todas las compañías, cuando se encuentran en lo más alto, pierden esa capacidad?—.

“Los fabricantes experimentarán una compleja transición a la 5G y a nuevos diseños cuando los consumidores están cada vez más reacios a gastar 800 o 1.000 dólares por mejoras incrementales”, señalaba Ken Hyers, director de la unidad de Tecnologías Emergentes de Dispositivos de Strategy Analytics. “Competir en tecnología será extremadamente desafiante sin una buena cantidad de activos de propiedad intelectual”, afirmó Hyers. En este sentido, apunta a que 5G puede ser la oportunidad de los fabricantes de reinventarse.

Sin embargo, cabe volver a preguntarse aquí si es la 5G la que empuja a reinventarse o, más bien, es el mercado en declive que tiende a la comoditización el que obliga a los proveedores de terminales a ser innovadores. Hoy en día, la ventaja competitiva de una marca por sobre la otra está en su hardware, el ecosistema de aplicaciones al que pueden acceder (Play Store o App Store), su sistema operativo —en el caso de Android, especialmente, las mejoras que le hagan a éste— y la eficiencia en costos. “Ser capaces de alinear la tecnología y capacidades de los terminales con las necesidades de los operadores móviles es crítico para sobrevivir, pero las ganancias solo son posibles si los costos de 5G son administrados de manera eficiente”, indicó la consultora. Esta misma frase de Strategy Analytics nos hace preguntar si quizás la 5G, lejos de ser el empujón que necesita la industria para reinventarse —tal como parece decir la consultora—, es, en realidad, un nuevo costo que añadirle a un dispositivo cuyo precio final no tiene mucho espacio para crecer.

Es posible que Strategy Analytics tenga razón y el mercado deba reinventarse y, también es posible, que los tres fabricantes principales pierdan participación de mercado en ese camino. Pero nada parece decir que más velocidad y menor latencia en la red sean la razón de este cambio. Los cambios no parecen estar empujados por la tecnología de la red sino, más bien, por un mercado que ya se ha consolidado y que buscará nuevas vías para mantenerse en la cima.

En el medio, los fabricantes deberán negociar con los operadores las capacidades de la 5G que añadir a los dispositivos, aunque allí no parece estar la innovación ni la ventaja competitiva. La real ventaja competitiva de un fabricante estará en su capacidad de seguir mejorando su sistema operativo, añadir nuevas aplicaciones y el hardware que demanda el cliente —ya sea triple cámara, una mejor pantalla o hélices para que se comporte como un dron—. Y, en lo posible, hacerlo sin presionar hacia arriba un precio que no para de subir. Excepto que estemos equivocados y la 5G traiga a los consumidores finales una innovación sin precedentes —no parece ocurrir porque solo se está vendiendo la posibilidad de tener una red más veloz—, no es la 5G la que moverá las fichas, sino la propia dinámica del mercado que pone a algunos arriba y a otros abajo.

Quizás el iPhone no sea el modelo emblema de la próxima generación móvil y, en su lugar, aparecerá otro. Quizás ni siquiera sea un smartphone lo que revolucionará el mercado. Los primeros dispositivos se verán en 2019 y, por ahora, no se vislumbra ningún formato innovador. Quizás el nuevo ecosistema no reconfigurará el mercado de smartphones, sino que, más bien, reacomodará los terminales y sus categorías. Así como nacieron los smartphones entre la 3G y la 4G, quizás entre la 4G y la 5G nazca otra categoría donde los protagonistas sean otros. Eso sí, no parece ser la posibilidad de tener mayor velocidad y menor latencia la que impulse este cambio sino el propio agotamiento de un mercado que fue un boom y ahora tiende a estabilizarse. ¿Quién será la compañía que sepa leer mejor las necesidades de los consumidores?

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Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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