AT&T prepara apagón 2G en México al tener el 99% de su base en otras tecnologías

No se sabe a ciencia cierta cuándo pero podría ser en abril de este año que AT&T replique en México lo que ya hizo en Estados Unidos: apagar su red 2G. La decisión del operador se da luego de rumores de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) tendría dentro de sus proyectos uno destinado a la migración definitiva de los usuarios de esa red. Aunque se habla de evolución natural, también vale ponerle números al asunto: solo el uno por ciento de los usuarios de la compañía usan 2G y ese parece ser el umbral que mueve la palanca.

La de la empresa no será misión sencilla por varios motivos. Debe, así se lo propone, “hablar de cerca con cada uno” de los alrededor de 1,7 millones de usuarios que aún permanecen sobre esa tecnología. Tendrá que darles “alternativas” para que cambien su teléfono y mantenerlos con un buen servicio sobre las otras redes.

Las cuestiones técnicas que llevan a la compañía a apagar 2G son las mismas que llevaron a los operadores brasileños a popularizar la palabra refarming en sus redes. “Independientemente de cuánto le cueste a cada empresa apagar la red, lo que hará es generarle ahorro, pues tienden a ser menos eficientes en el uso de espectro”, dijo el analista Jesús Romo en diálogo con El Economista. La inminente llegada de 5G también podría tomarse como un factor para entender las urgencias de la compañía.

La pregunta es por qué ahora y no antes. El operador deslizó en su anunció que el uno por ciento de su base es actualmente 2G. El mismo porcentaje es el que mostraba cuando hizo lo propio en Estados Unidos. Hay más casos: NTT Docomo fue pionero en apagar 2G en marzo de 2012, justo cuando “más del 99 por ciento del total de suscriptores había migrado a 3G/4G”. Taiwán hizo lo propio algunos años después, cuando la base era menor al 0,5 por ciento. Un poco más cerca, Nextel dio de baja su red iDEN luego de que el porcentaje de usuarios fuera de WCDMA se redujera a apenas 0,6 por ciento.

Con los números en una mano y la innovación en la otra, AT&T parece estar listo para este desafío antes de que sus competidores siquiera se refieran al tema. Quizás los asusta que todavía existan en el país 27 millones de usuarios 2G que generan el 0,5 por ciento del tráfico. Las cifras fueron expuestas por Gonzalo Rojón, analista de The Competitive Intelligence Unit (The Ciu). En dinero, se proyecta que la inversión total necesaria para la migración es de hasta 9.800 millones de pesos (515 millones de dólares).

El caso de AT&T difícilmente se replique pronto en toda la región. Fuera de las cuestiones económicas, 2G era a 2017 responsable del 23 por ciento de las conexiones IoT en la región. El operador mexicano desarrolló algunos recursos, como el despliegue de LTE-M, que podría suplir esta red.

AT&T pisa el acelerador en México y guiña el ojo como muestra de satisfacción. Se adelanta a sus competidores con la bandera de la vanguardia y con la seguridad que le da que se trata de una réplica de lo que hizo a pocos kilómetros de distancia hace apenas seis meses. Su realidad la posiciona en mejor lugar que el resto de Latinoamérica para dar el salto, pues la región espera terminar 2019 con un 19 por ciento de su base móvil sobre 2G.

GSMA estima que, en 2025, 2G tendrá una participación de seis por ciento en esta parte del mundo. Si se mantiene la tendencia de baja de tres por ciento anual en la cuota de la tecnología, se podría augurar un apagón tecnológico definitivo recién para mediados de 2027.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.