“Tenemos el sueño de tener fibra que vaya desde Tierra del Fuego a la Antártida”

“Tenemos el sueño de tener fibra que vaya desde Tierra del Fuego a la Antártida”
Horacio Martínez, CEO de Silica Networks.

Silica Networks Chile cumplió con todos los requisitos y se adjudicó dos de los cuatro tramos en los que se dividió el proyecto Fibra Óptica Austral. Se trata de los tendidos terrestres de Aysén y Los Lagos. El otro tramo terrestre es el de Magallanes, que se unirá a un tendido submarino que conecta el sur del país y que ya fue inaugurado por las autoridades. En este contexto, TeleSemana.com dialogó con Horacio Martínez, CEO de Silica Networks, que explicó cómo se acomoda este proyecto en el rompecabezas de la compañía y dio detalles de sus objetivos en el corto y mediano plazo.

¿Por qué decidieron participar de la licitación de Fibra Óptica Austral?

La fibra submarina sale de Puerto Montt, tiene una escala en Caleta Tortel, que queda a la altura de la provincia de Santa Cruz, y después llega a Punta Arenas y Puerto Williams. A Silica Networks Chile se le adjudicó el proyecto desde Caleta Tortel hasta Coyaique (Aysén) y de Río Negro hasta Puerto Montt (Los Lagos). Son tramos donde no hubo competencia, fuimos la única oferta porque son lugares difíciles de justificar económicamente. Allí hay muy poca población pero igualmente nosotros los consideramos palancas del desarrollo. Nuestro mayor interés es que podemos vincular la Fibra Óptica Austral desde Caleta Tortel con comunicaciones que tenemos del lado argentino a la altura de Río Mayo (Chubut). Eso nos permite al mismo tiempo vincular no solamente Chile con su extremo sur sino que vamos a cruzar también a Argentina aprovechando las sinergias de distintos proyectos. Obviamente necesitas subsidio para ejecutarlo porque el tráfico comercial que hay es escaso, pero a nosotros igual nos cierra como otro paso más para vincularnos entre el Atlántico y el Pacífico.

Hubo varios intentos fallidos de adjudicar estos proyectos, ¿a qué lo atribuyen?

Sí, de hecho nos habíamos presentado en las licitaciones anteriores pero estábamos fuera de pliego porque el dinero no alcanzaba para poner todos los pelos. Quedamos afuera y lo volvimos a intentar. Después se ampliaron los subsidios y logramos ganarlo. Antes, sinceramente, la cuenta económica no cerraba. Siempre fuimos por los tramos terrestres porque nos interesa vincular Chile con Argentina. El tendido submarino es más complejo porque hay que mantenerlo en caso de cortes y no estábamos aptos para hacerlo. Lo ganó una empresa chilena (Comunicación y Telefonía Rural S.A), excelentes profesionales, y creo que va a servir como manera de llevar precios competitivos.

Al margen del subsidio, de 6.138 millones de pesos (8,8 millones de dólares) entre ambos proyectos, ¿cuál es la inversión prevista para ejecutarlos?

Te puedo decir que la inversión más grande ya la hicimos. Tenemos dos cruces entre Río Mayo y Coyaique y, a su vez, tenemos otra fibra que va desde Río Mayo hasta un lugar muy cercano a Comodoro Rivadavia, o sea tenemos una fibra que cruza transversalmente la Patagonia. Esa fibra tiene cuatro años y es como tener un pedazo del rompecabezas que hace sinergia con el otro. De esta manera hasta podrías iluminar con la fibra óptica austral Comodoro Rivadavia. La zona de la Patagonia tuvo cortes severos de fibra, con por ejemplo la caída de un puente un tiempo atrás por donde pasaban las vías de dos o tres proveedores así que queda por hacer.

Tienen nueve meses para iniciar obras y 19 meses para que los tendidos estén operativos, ¿piensan adelantar esos plazos?

Por cuestiones de clima no se puede iniciar todavía porque hay que esperar a la primavera así que lo que esperamos es ajustarnos a los plazos previstos.

Plantearon como objetivo llegar con redes donde otros no están desplegando, ¿en qué proyectos trabajan?

Nosotros tenemos un sueño que es hacer una fibra que vaya desde Tierra del Fuego hasta la Antártida. Desde Puerto William hasta la Antártida hay como 1.000 kilómetros y en San Jorge hay como ocho bases de distintos países. Un sueño sería llegar a la Antártida con fibra, juntándonos con otros países como Chile. Es un sueño, pero estás cosas hay que planteárselas.

Con presencia en distintos mercados, ¿cómo manejan el tema del precio?

Lo manejamos con cierta dificultad pero tratando de generar sinergias y alianzas. Nosotros apostamos a lo que llamamos un precio bajo con un alto volumen de datos. Ahora, por ejemplo, tenemos una alianza con Angola Cables para cruzar el Atlántico. Hay una idea de que el ancho de banda es algo caro y nosotros consideramos que existen posibilidades técnicas de vender mucho ancho de banda más barato.

Arsat tiene en 10 dólares el mega mayorista, ¿cuál es su idea?

La Red Capricornio es una unión de varios operadores y cada uno cobra por su tramo. El más lejano, que sería en la punta de Formosa o Chaco, estamos intentando llegar con cinco dólares el transporte más dos dólares de Internet internacional en Bernardo de Irigoyen. Esto sería, entonces, cinco dólares el transporte puro y siete dólares el mega con Internet.

¿Cómo avanzan con la Red Capricornio?

Estamos trabajando en la iluminación en DWDM de toda la red. Nos encontramos revisando cuál es la demanda para evaluar la situación. Creo que hoy es más un problema de demanda que de oferta, o sea, vos podrías llegar con una capacidad robusta en algunos lugares pero si no están los sitios cableados con fibra o tienen cierta capacidad de distribuir no podes aumentar la oferta. Se requiere que el receptor o el cliente tenga cableado que le permita mover más capacidad. Por ejemplo, en muchas zonas petroleras se llega con dos megas, y a veces dentro de los yacimientos tienen fibra para manejo de cámaras de televisión, entonces se genera un contrasentido: hay capacidad de distribución pero no llega la fibra, en otros lugares es exactamente al revés. Es una obra compleja donde debe confluir el ancho de banda mayorista pero también la capacidad de distribución minorista y conceptos que hagan uso de ese ancho de banda. Tiene que haber apetito de contenidos y necesidad de utilizarla. Netflix no sería posible sin la capacidad moderna de entrega ancho de banda y la capacidad no tendría sentido sin un Netflix que la use.

Por último, ¿cómo avanza el negocio IoT con Sigfox?

Estamos en el despliegue, un poco demorados pero avanzando. Tenemos unas 600 antenas desplegadas. Para que sirva el modelo IoT tenés que tener cobertura, sobre todo en el caso de Sigfox. Para fin de año tendríamos que llegar con 1.000 antenas que nos dará un volumen de cobertura lo suficientemente grande. Lo que nos falta ahora es comenzar a tener aplicaciones para que las torres trafiquen datos.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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