5G demandará creatividad para monetizar y hacer crecer el negocio

“A principios del milenio los análisis planteaban que Latinoamérica tenía un límite estructural de penetración móvil del 35 por ciento pero luego Telcel creó el modelo prepago, los operadores lo adoptaron rápidamente, y fue el catalizador del crecimiento”, señalaba Carlos Slim Domit, de América Móvil, en el último Mobile 360 América Latina que se celebró la semana pasada en México.

Las palabras de Slim Domit son un ejemplo de cómo los operadores han innovado en ofertas para permitirse crecer en una región cuya estructura social limitaba la expansión. Y son, justamente, un importante recuerdo de cara a una industria que está buscando la fórmula mágica que los lleve hacia la 5G.

En Estados Unidos ya se han lanzado las primeras redes 5G. Los casos de uso en ese país hoy se concentran en banda ancha ultrarrápida, en su modalidad fija y móvil y, por supuesto, entretenimiento. Si bien en América Latina habrá algún caso de uso que requiera llegar con banda ancha ultrarrápida móvil —especialmente en aquellos sitios dónde desplegar fibra óptica no sea costo-efectivo—, la realidad es que este servicio, en sí mismo, no parece ser suficiente argumento para que los operadores inviertan capex en una nueva tecnología móvil.

El consumo de datos tiende a crecer y su valor a descender, por lo que el mercado tiende a commoditizarse. En Estados Unidos, el paquete de datos ilimitado todavía funciona porque su precio es lo suficientemente alto pero en América Latina, evidentemente, no puede serlo.

La situación no parece mejorar si tenemos en cuenta el último análisis de Strategy Analytics que señala que, a pesar que 5G alcanzará el 26 por ciento de los ingresos por servicios inalámbricos en 2024, esto no representará un impulso al crecimiento de la facturación. “Entre 2012 y 2018, mientras 4G creció en suscripciones del cuatro por ciento al 61 por ciento a nivel global, los ingresos por servicios crecieron solo un uno por ciento”, recordó la consultora que también alertó que “el impacto de la 5G será igualmente decepcionante”. Por esto, es que la industria está tan enfocada en entender cuáles serán los casos de uso que ayudarán a monetizar la próxima tecnología móvil.

En el país dónde la 5G se convirtió en una cuestión de Estado, Korea Telecom asegura tener ya ocho casos de uso para 5G: juegos en línea y por streaming, realidad virtual y aumentada, TV en vivo y transmisión de eventos deportivos son algunos de los servicios que ya comercializa el operador en ese país. Pero en América Latina, dónde las necesidades son otras y el entretenimiento no parece ser un mercado lo suficientemente atractivo para los operadores, la respuesta a la pregunta sobre cómo monetizar la próxima tecnología móvil está menos clara.

En los foros se habla de que el operador se convierta en plataforma o incluso de enfocarse de lleno en el segmento corporativo y de Internet de las Cosas (IoT), eligiendo verticales estratégicos para desarrollar. Agro y ciudades inteligentes aparecen como los más nombrados en una región cuya economía se basa en la venta de commodities.

Por supuesto que para desarrollar estos negocios de IoT no hace falta la 5G, y, por eso, compañías como Nokia llaman a empezar este camino incluso antes de desplegar la nueva tecnología móvil. Con LTE y sus variantes LTE-M y NB-IoT, los operadores pueden comenzar a entrar en el negocio de IoT, generar demanda e ir encontrando el camino para que, cuando desplieguen 5G y puedan expandir sus ofertas, ya hayan hecho la mitad del recorrido y hayan entendido cómo monetizar parte de la capacidad que ofrecerá la nueva tecnología móvil.

Sin embargo, entrar en el mercado corporativo es un desafío para operadores que han basado casi la totalidad de su negocio en el mercado masivo. Por eso, se buscan incansablemente alternativas para no perder el negocio del consumidor final. A pesar de que los beneficios de la nueva tecnología para el negocio masivo parecen estar más que claros —¿quién no quiere más velocidad, capacidad y menor latencia?—, las expectativas en cuanto a la creación de nuevos ingresos son —igual que al principio del milenio— algo decepcionantes.

Strategy Analytics recomienda a los operadores dejar de competir por quién tiene la red más rápida o el plan de datos más amplio y empezar a pensar en cuál es, realmente, la necesidad del usuario, personalizando la oferta. La consultora parece decir que la forma de comercializar 5G deberá ser distinta a la de 4G si se quiere impulsar los ingresos y generar el caso de uso que permita un retorno de inversión razonable.

Mats Granryd, director General de GSMA, señalaba en octubre que los operadores habían sido muy exitosos e innovadores en tarifas y ofertas, pero quizás no lo suficiente en materia tecnológica. En esa capacidad de innovación es dónde parece estar puesta la esperanza de cara al futuro.

La 5G en América Latina debería encontrar su fórmula, quizás distinta al resto del mundo, para desarrollar la nueva tecnología móvil. La industria necesita de una idea similar a cuando nació el prepago y permitió expandir la telefonía móvil hasta porcentajes antes inimaginables.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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