Perú mejora múltiples índices pero aún hay una amplia brecha en el acceso entre zonas urbanas y rurales

La Encuesta Residencial de Servicios de Telecomunicaciones (Erestel) que se hace en Perú da muestras de que el país avanzó en varios sentidos en el período 2017-2018: más hogares acceden a servicios, creció el acceso a Internet en viviendas de menos recursos y el precio pagado, en general, disminuyó. Sin embargo, a pesar de los avances, se mantiene una importante brecha en la adopción de servicios de telecomunicaciones entre zonas urbanas y rurales.

El estudio se desplegó sobre una muestra de 12.669 hogares a escala nacional, un universo acotado si se contempla que los resultados intentan reflejar lo que ocurre en las más de 9,6 millones de viviendas existentes en Perú. De todas formas, el Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) considera que el nivel de confianza de los resultados es de 95 por ciento. La metodología del sondeo es “cara a cara”.

El 75,1 por ciento de los hogares encuestados cuenta con al menos un dispositivo móvil. La cifra es mejor que en 2016 cuando la suma daba 69,3 por ciento. La gran mayoría tiene solo un celular, casi un 22 por ciento dos y un 11 por ciento tres o más. En cuanto al equipamiento TIC capaz de acceder a Internet, los smartphones ganan por su presencia ante las computadoras de escritorio y notebooks. El estudio indica que hay un televisor en nueve de cada 10 casas pero no ofrece mayores detalles sobre ese punto.

Casi el 96 por ciento de las viviendas accede a al menos un servicio de telecomunicaciones, esto es un poco menos de lo registrado en el estudio realizado en 2016. El 18 por ciento solo contrata solo uno de ellos, el 35 por ciento dos, el 26 por ciento tres y el 16 por ciento los cuatro. Con servicios se hace referencia a los tradicionales (Internet, TV paga, telefonía fija y móvil). El 73 por ciento de los hogares sondeados tiene Internet, el servicio que más creció en cuanto a cantidad de accesos en los últimos años.

El ítem acceso a smartphone refleja lo que se indicaba antes: en sitios rurales el porcentaje de adopción se reduce drásticamente. Tiene un celular inteligente el 57,4 por ciento de las personas en Perú. En Lima Metropolitana el valor asciende a 76,9 por ciento y en el resto de zonas urbanas se reduce a 57,8 por cierto. En el ámbito rural, en tanto, tiene un dispositivo de este tipo apenas el 23,7 por ciento de las personas y el 38 por ciento de los hogares.

En el segmento Internet también se observa la brecha entre ámbitos rurales  y urbanos. En Perú el 73 por ciento de las viviendas accede al servicio. En Lima el porcentaje asciende al 91,2 por ciento y en el resto de sitios urbanos es de 76,5 por ciento. En la zona rural, en tanto, el acceso es de 36,5 por ciento a 2018, incluso peor que el 37,8 por ciento registrado en 2016. En 2014 lo hacía el 13,5 por ciento y dos años atrás el dos por ciento.

Esta distancia entre sitios urbanos y rurales no es una característica particular en Perú, más bien un patrón habitual en los resultados presentados por este tipo de encuestas en países de toda la región. De hecho, es habitualmente trabajo de los gobiernos buscar con distintas herramientas a brazos ejecutores de proyectos que tengan como objetivo dar servicios en zonas rurales. Los aliados más frecuentes de este tipo de propuestas en Latinoamérica son empresas públicas del sector, algo con lo que Perú –al menos por ahora- no cuenta.

Para peor, el país desarrollo un megaproyecto denominado Red Dorsal de Fibra Óptica, que tenía como principal foco llevar servicios a todo el país, con foco en sitios no atendidos. Sin embargo, la estrategia no tuvo en cuenta cuestiones como competencia o crecimiento del tráfico y esto generó que hoy el tendido se encuentre subutilizado. El gobierno todavía busca alternativas para mejorar la situación, un plan en desarrollo pero todavía incipiente.

Sobre el informe, se puede agregar como positivo que “se registró una reducción importante en el gasto de servicios de telecomunicaciones declarado por hogares peruanos”. Las viviendas que contratan cuatro servicios, por ejemplo, gastan hoy un promedio de 269 soles (80,5 dólares) mensuales mientras que en 2016 necesitaban 324 soles (97 dólares), un 20 por ciento más. Para estos hogares, las telecomunicaciones representan en 9,9 por ciento de sus gastos totales.

Para casi siete de cada 10 hogares, internet es el servicio fijo más importante de todos. Esto también se ve reflejado en que el 64 por ciento de los encuestados dijo que ese servicio es el que más influyó a la hora de contratar a su actual proveedor de servicios empaquetados. Usa Internet en su casa el 61,4 por ciento de los peruanos, cifra que disminuye a 26 por ciento en zonas rurales, en una muestra más de que el acceso está más rezagado en el campo que en la ciudad.

También hay materia pendiente en cuanto al acceso para personas de bajos recursos, un punto que recientemente se observó en Colombia. Aunque en la mayoría de los índices se observó mejoras en este aspecto, todavía hay mucho margen para mejorar. Por ejemplo, tiene un smartphones el 93,4 por ciento de las personas de nivel socioeconómico A, la más alta, y la cifra cae a 27,3 por ciento para personas de clase E, la más baja. La situación aquí tampoco es exclusiva de Perú sino un aspecto compartido por la mayoría de los países de la región.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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