Los ojos del sector se abrieron más de la cuenta cuando algunas semanas atrás América Móvil señaló que no planeaba desembolsos extraordinarios para la llegada de 5G. Se refería en general a todas sus filiales y yendo un poco más al detalle esto no significaba que no pondría dinero para el desarrollo de esta tecnología sino que éste sería solo un concepto dentro de una larga lista de los desafíos que se vienen. Una reunión de sus ejecutivos con Jair Bolsonaro ayudaron a despejar dudas sobre los planes de la compañía en Brasil: invertirá 11.000 millones de reales (2.621 millones de dólares) por año en el próximo trienio.
No es tan sencillo como parece calcular si el desembolso anunciado significa más o menos dinero. En un reduccionismo extremo se podría decir que es más, pues el Capex previsto por la firma para este año es de 9.680 millones de reales, un 12 por ciento menos. Sin embargo, en la conversión a dólares esa cifra suponía en el momento en que fue anunciado 2.600 millones de dólares, prácticamente lo mismo que ahora. Siguiendo la misma lógica, como la previsión es en moneda local, la conversión podría dar incluso una baja en los próximos años.
Desde la compañía dijeron estar conformes con la reunión que tuvieron con el presidente de Brasil. “Tenemos muchos años aquí, es un país con mucho potencial”, empezó Carlos Slim Domit su diálogo con el medio local Teletime. Inmediatamente se mostró algo molesto con el manejo de la próxima subasta de espectro, que tras varios cambios tiene fecha prevista para la primera mitad del año próximo. “Faltan definiciones, aquí y en general, sobre si las frecuencias serán concedidas por precio o por compromisos de inversión y cobertura”, disparó.
América Móvil es la compañía que más al margen se mantuvo de hacer comentarios respecto de la licitación por la que se entregará espectro compatible con quinta generación en el país. Desde la firma dijeron en varias oportunidades que no se pronunciarían sobre el tema hasta tanto haya reglas claras que permitan entender bien cuáles son los puntos a considerar. Lo que sí creyó relevante mencionar el CEO del grupo, Daniel Hajj, es que para esperar la llegada de 5G la compañía trabajará en alianzas con empresas con expertise en mercados como automatización, seguridad o Internet de las Cosas.
A la compañía no le preocupa el eventual ingreso de nuevos competidores al mercado. Se siente bien posicionado con la adquisición de Nextel, que pretende completar pronto, y se muestra abierto a charlar sobre posibles nuevas compras. Sobre la posibilidad de quedarse con Oi, los ejecutivos indicaron que siempre están “observando oportunidades” y que el foco actual está en expandir en cada vez más ciudades la red de fibra de la compañía porque “precisamos estar en todo Brasil”.
En el contexto de dudas y cambio de fechas, también se consultó a los ejecutivos si esperan o no que la próxima subasta de espectro se realice el año que viene. “Lo importante no es cuándo sea sino que venga bien. Si es preciso un poco más de tiempo para que sea de forma ordenada no tenemos problema en que sea en 2021. Lo importante es que todos los operadores cuenten con las mismas posibilidades, que haya reglas iguales para todos”, concluyó Hajj.
Según los resultados al tercer trimestre, Brasil generó ingresos por 9.111 millones de reales (2.200 millones de dólares) a América Móvil en ese período, un dos por ciento más que lo informado un año atrás y el 17 por ciento de todo lo facturado por la compañía. Cuenta en el país con 56,4 millones de usuarios móviles, de los cuales 30,2 millones corresponden al segmento prepago y el resto al pospago. En tanto, son 34,4 millones sus unidades de ingresos fijas luego de un año en el que su base cayó 3,2 por ciento.
