El cuarto de los cinco movimientos en Centroamérica por el desprendimiento de operaciones por parte de Telefónica goza de buena salud y Tigo Costa Rica espera que su base de clientes incluya a la de su ahora competidor en febrero próximo. Al menos eso señalan las autoridades locales de Millicom, que espera que pronto se completen los requisitos que faltan para que la operación se convierta en un hecho.
El pedido de concentración ya fue autorizado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) en agosto y ahora queda el visto bueno de traslado de la concesión, que está a cargo del viceministerio de Telecomunicaciones. La cartera prepara tres informes: uno de política pública, un análisis de ingeniería y otro jurídico, señaló el portal local La República. Con eso determinará si valida o no la operación.
“Posteriormente hay que hacer un acuerdo ejecutivo que esperamos enviar la primera semana de enero para el departamento de leyes y decretos, para que pase a firma del presidente Carlos Alvarado y el ministro del ramo, para ser enviado a la Contraloría para el debido refrendo”, explicó el viceministro de la cartera Edwin Estrada. Desde el principio, no parece haber mayores argumentos para que la respuesta resulte negativa.
El acuerdo entre las partes se conoció en febrero pasado por un total de 570 millones de dólares, que incluye infraestructura desplegada, oficinas, sucursales, cartera de clientes y el derecho para explotar el servicio de telefonía celular hasta 2026, plazo prorrogable por 10 años adicionales. Tigo tendrá que asumir, claro, las obligaciones y compromisos a los que estaba sujeto Movistar.
La filial de Millicom podrá, con la adquisición, sumar 2,4 millones de clientes móviles, un segmento en el que hasta ahora no compite. Esto lo ubicará en el segundo lugar entre los proveedores, detrás del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que cuenta con 4,5 millones, y por encima de Claro, que tiene 1,6 millones. El mercado celular local está compuesto por 8,4 millones de líneas, que equivalen a una penetración del 169 por ciento.
En telefonía fija y VoIP, en tanto, le permitirá sumar 8.000 líneas a su base actual de 24.000. En Internet fijo, en tanto, mantendrá las 157.000 líneas con las que cuenta porque Movistar no participa de ese servicio. En televisión paga mantendrá en 155.000 la cantidad de clientes de cable al tiempo que sumará 4.500 hasta contar con 65.000 clientes en su base de TV satelital. Esto según los registros del regulador a 2018.
Telefónica vendió operaciones en Centroamérica como parte de su estrategia enfocada en mejorar su situación financiera. El paquete también incluyó la salida de Panamá y Nicaragua, que ya está en manos de Millicom. También de Guatemala y El Salvador, a favor de América Móvil. De las últimas dos, se completó la primera y la otra está a la espera de luz verde por parte de las autoridades, tras algunos intentos fallidos.
