La mexicana Axtel anunció el cierre definitivo del acuerdo estratégico con Equinix para la venta de tres centros de datos, dos de ellos ubicados en Querétaro y uno en el área metropolitana de Monterrey. La valuación de la transacción es de 175 millones de dólares. La operación fue anunciada en octubre del año pasado y ya recibió la aprobación regulatoria correspondiente.
“Axtel mantendrá una participación minoritaria en la nueva entidad. Excluyendo gastos de la operación y el saldo en custodia, los recursos por aproximadamente 157 millones de dólares se utilizarán para fortalecer nuestra estructura financiera”, dijo la empresa en un comunicado. Al cierre del tercer trimestre de 2019 la deuda neta de Axtel se ubicaba en 765 millones de dólares.
Los clientes del operador, tanto empresariales como de gobierno, que utilizaban estos centros de datos continuarán siendo atendidos por Alestra —una de sus dos unidades de negocio definidas en la nueva estrategia de la compañía—, bajo las mismas condiciones y niveles de servicios convenidos en los contratos. Axtel mantendrá, en tanto, los centros de datos que tiene en Monterrey y Gualadajara.
Equinix, que ya había comprado 24 centros de datos a Verizon Communications por 3.600 millones de dólares, indicó que la nueva adquisición le permitirá “extender su liderazgo global a los mercados atractivos de gran crecimiento. Esto respaldará nuestro rol de ayudar a las empresas a evolucionar sus negocios tradicionales a digitales”. La compañía opera actualmente más de 200 centros de datos en 55 mercados.
En Latinoamérica se ha vuelto costumbre que los operadores se desprendan de activos que consideran no estratégicos. Telefónica, por ejemplo, ejecuta un plan con el ojo puesto en mejorar su situación financiera y también anunció la venta de 11 centros de datos instalados en siete países, a manos de Asterion Industrial Partners. Axtel, que antes se fue del negocio masivo, también vio en estos activos una oportunidad y acaba de cerrar un negocio útil para alivianar sus números.