Son tiempos difíciles para la industria y todos lo saben. A las empresas públicas ya les pesa hace rato la competencia con estructuras privadas con mayor capacidad de inversión y los ojos solo puestos en el sector. Telebras mezcla cuestiones compartidas con otras de sus condiciones y decisiones propias en un cocktail que abrió la posibilidad de que sea privatizada. La firma intentó poner paños fríos a la situación con buenas proyecciones para este año pero los registros de 2019 rompen el optimismo.
Telebras perdió 237,5 millones de reales (48,2 millones de dólares) en 2019, 5,6 por ciento más que lo informado un año atrás. Sus ingresos crecieron un cuatro por ciento pero no fueron suficientes para tapar el incremento es conceptos como costos financieros y gastos. Además, fue resultó negativo para la compañía la depreciación de algunos de sus activos, como el satélite geoestacionario, indicó el portal local TeleSintese.
Al cierre del año la empresa tenía 12.000 puntos de acceso a Internet instalados en sitios públicos, puntos de frontera y unidades de salud. En su plan a corto plazo, pretende ampliar su red óptica que actualmente se extiende por 28.000 kilómetros, generando nuevos puntos en los estados de Bahía, Minas Gerais, Mato Grosso, Piauí y Pernambuco. Todo esto mientras evalúa qué hacer con los contratos que ya entraron en vigencia, entre ellos el que todavía lo une con Ellalink.
Las autoridades de la estatal se quejaron de una ayuda menor a la prevista por parte del gobierno. El presupuesto inicial estaba en 10.000 millones de reales (2.031 millones de dólares) pero finalmente recibió 106,8 millones de reales (21,6 millones de dólares), solo el 10 por ciento de lo pautado. Los recursos de la firma sufrieron la decisión local de poner a Telebras en la lista de empresas susceptibles de pasar a manos de privados para asegurar su continuidad.
Hace algunos días, Telebras dijo que este año generaría ingresos operativos brutos por 383,6 millones de reales (81,8 millones de dólares) este año, cifra sensiblemente superior a los 260 millones de reales (55,5 millones de dólares) informados un año atrás. Estas proyecciones, alertó, pueden cambiar por los riesgos propios del mercado, el escenario económico actual o los efectos de la regulación que se aplique, agregó en un comunicado.
La elección de un socio extranjero para el uso de la capacidad civil del SGDC puso a Telebras en el ojo de la tormenta y sus números no acompañan la misión de sus autoridades de permanecer como empresa estatal. Los próximos pasos marcarán el ritmo de una compañía que, por problemas propios y coyunturales, entró en un laberinto que gana en dificultad a cada rato.
