La Comisión de Servicios Públicos de California aprobó la unión por fusión entre T-Mobile y Sprint en Estados Unidos. Es el último eslabón que faltaba para que las empresas completen la operación tras un largo período de revisiones. La transacción está valuada en unos 26.500 millones de dólares.
Las empresas ya habían celebrado la novedad a principios de mes, cuando a través de un comunicado señalaron que habían ganado la batalla legal con 14 fiscales estatales y prometieron también inversiones en el orden de los 40.000 millones de dólares en los próximos tres años. Sin embargo, todavía quedaba California.
Antes de esto la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC) se tomó su tiempo para analizar la operación. Finalmente, la decisión resultó favorable con tres votos contra dos. Quienes se oponían, ponían sobre la mesa varios argumentos, entre ellos que la transacción podría perjudicar directamente a los consumidores por una menor competencia que se hará que aumenten los precios.
Para completar el último paso las firmas se comprometieron a proveer servicios 5G con velocidad de 100 Mbps al 99 por ciento de los californianos para 2026 y llegar para el mismo año a una cobertura de 94 por ciento en zonas rurales locales. También a mejorar la calidad y cobertura de la red 4G y dar Internet fijo al menos 2,3 millones de hogares.
