Asequibilidad de smartphones: un balance entre precios e ingresos en el que América Latina se mueve relativamente cómoda

A las redes móviles se les ha otorgado la meta de conectar a las próximas 1.000 millones de personas que hoy todavía están desconectados. La tecnología móvil tiene múltiples ventajas para hacer más accesible la conectividad pero todavía tiene desafíos por cumplir. Uno de ellos, alerta la Alianza por un Internet Asequible (A4AI, por sus siglas en inglés), es el costo de los teléfonos inteligentes.

En los países menos desarrollados, entre los que se encuentra América Latina, los smartphones son demasiado caros para las personas de bajo nivel de ingresos. Una encuesta desarrollada por A4AI en 70 países de renta media y baja indicó que cerca de 2.500 millones de personas viven en países donde el costo del smartphone más barato es un cuarto o más de los ingresos medios mensuales. Esto representa la misma proporción que lo que un hogar en Europa destina a servicios públicos y para el hogar.

En algunos países, la tasa de asequibilidad —que mide el costo del smartphone más barato en relación al ingreso mensual— es preocupante. En Sierra Leona, por ejemplo, una persona necesita trabajar seis meses para comprar el teléfono más económico del mercado. En India, en tanto, el precio del teléfono inteligente más barato representa un 206 por ciento del ingreso promedio mensual de un ciudadano. Y esto sucede en un país que tiene los precios de servicios de datos más bajos a nivel mundial.

En realidad, lo que el informe parece indicar no es solo que el precio de los smartphones —incluso los más económicos— es alto sino que existe una gran dispersión en los ingresos de los usuarios a lo largo del mundo. Con un promedio de precio de venta similar, de 62 y 67 dólares, respectivamente, África tiene una tasa de asequibilidad del 62,8 por ciento y América, del 11,7 por ciento de los ingresos mensuales. Esto es mucho más grave al segmentar la población por género, ya que las mujeres tienen, en promedio, un 25 por ciento menos de capacidad de tener un teléfono inteligente por su limitado poder adquisitivo.

En nuestra región la situación es variada. La buena noticia es que ningún mercado de América Latina y el Caribe aparece entre el top cinco de países menos asequibles —Sierra Leona detenta el primer lugar y lo acompaña Burundi, India, Níger y República de África Central—. Y, además, hay tres países de la región que se encuentran entre los cinco países donde comprar un smartphone resulta más asequible para sus habitantes. Se trata de Jamaica, que se encuentra en el segundo lugar de la lista con un precio que representa el 4,91 por ciento del salario promedio, seguido de México (5,66 por ciento) y Costa Rica (6,09 por ciento). Estas cifras se consiguen con un precio de smartphone de 20 dólares, 43 dólares y 58 dólares, respectivamente —lo que muestra, nuevamente, la dispersión de precios e ingresos—.

En lo alto de la tabla también aparece Colombia, que recientemente redujo el impuesto al valor agregado (IVA) para los smartphones más económicos, en un intento de promover la comercialización de dispositivos. Colombia tiene smartphones en la gama baja a 37,13 dólares —uno de los más bajos de la región—, con una asequibilidad del 7,20 por ciento. En la peor posición se encuentra Haití, donde el precio del smartphone más económico corresponde al 84,15 por ciento del ingreso medio del país, Nicaragua (33,98 por ciento), Guatemala (31,16 por ciento) y Suriname (23,82 por ciento). Interesante es el caso de Argentina, que tiene el precio de venta de smartphones más alto para la región (121,93 dólares) pero como su ingreso promedio es también alto, la asequibilidad se sitúa en el promedio regional del 11,83 por ciento.

El reporte de A4AI sirve para entender que, más allá de extender la cobertura de las redes, es necesario ampliar el acceso de los usuarios a los dispositivos que permiten conectarse a estas redes. América Latina se encuentra en buena posición al compararse con otros mercados de renta media y baja, pero si quiere dar un paso más allá y conectar a los desconectados, deberá tomar acción para que el precio de los dispositivos sea más asequible.

A4AI propone reducir impuestos para dispositivo de bajo coste con el objetivo de alentar a los fabricantes a ofrecer productos a precio bajo, tal como lo hizo Colombia. Además, recomienda utilizar subsidios del servicio universal y generar mecanismos de crédito y financiamiento para la adquisición de dispositivos de bajo costo. En la otra vereda, algunos gobiernos latinoamericanos distribuyen directamente computadoras conectadas y tabletas, como una forma de impactar más rápidamente en un mercado que no tiene las posibilidades de adquirir un teléfono inteligente.

La asequibilidad se trata de un balance entre ingresos y precio de venta. Por eso, aunque el promedio sea alentador, existe un porcentaje de la población para la cual el precio de venta es restrictivo. Para poder cerrar la brecha digital, la conectividad debe llegar, pero también lo deben hacer los dispositivos compatibles y económicos.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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