El área de telecomunicaciones quedó finalmente conformada en el Gobierno de la Argentina. Con un retorno que, de alguna manera, se esperaba en el sector. Héctor Huici fue designado al frente de la Subsecretaría de Comunicaciones y Conectividad, cargo idéntico al que ocupó en la gestión de Mauricio Macri. La industria no tendrá que volver a explicarle a un funcionario cómo es su dinámica, una queja recurrente en otras gestiones.
Este lunes se publicó en el Boletín Oficial el decreto 366/2024 de la Jefatura de Gabinete de Ministros, mediante el cual se oficializó su designación desde el pasado 19 de abril. Su nombre venía sonando desde hacía tiempo y tomó forma más concreta hace dos semanas, cuando volvieron a informarse cambios para el área de las telecomunicaciones que quedó de manera definitiva bajo la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.
La designación de Huici trae cierta expectativa al sector porque, además de no tener que explicar el rol que ocupa cada uno de los actores, entiende al mercado, dos condiciones consideradas necesarias para trabajar en temas a resolver. Asume, además, con el decreto 690/2020 derogado y una licitación 5G resuelta, más allá de cómo las operadoras estén avanzando en este despliegue. En todo este tiempo, el funcionario siguió en contacto con el grueso del sector. En la campaña electoral del año pasado trabajó en el equipo de la hoy ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, además de tener línea directa con el presidente Mauricio Macri.
Entre los temas a resolver, aparecen el Fondo de Servicio Universal (FSU) sobre el que se vienen pidiendo si no cambios, al menos sí nuevos abordajes. Si bien el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) es el que recauda y luego dispone el destino de esos fondos, con el reordenamiento definido hace dos semanas quedó claro que las políticas emanarán de la Subsecretaría de Conectividad y que el regulador ejecutará.
Vinculado con este punto, un grupo de 15 redes, institutos y organizaciones del mundo universitario especializados en TICs se pronunciaron sobre la posibilidad de que se produzcan cambios con el FSU y el destino de Arsat a partir del tratamiento, este lunes, de la Ley Bases luego del fracaso de la Ley Omnibus.
En un documento expresaron que la creación del FSU y de Arsat “han sido decisiones que apuntalaron a fuertes inversiones público-privadas y robustecieron a través de la puesta en marcha de programas y líneas de acción, el acceso y la asequibilidad a servicios de telecomunicaciones e Internet para millones de hogares, empresas, cooperativas, trabajadores, estudiantes y organizaciones”. Y que por esta razón el ajuste propuesto por el gobierno nacional no puede ser excusa para “desfinanciar programas vitales”, por lo que alertaron “sobre los alcances de los artículos 3°, 4° y 5° del dictamen de mayoría”, del mencionado proyecto.
Más allá de la coincidencia sobre la emisión de este documento con la oficialización de Huici en su cargo, este retorno pareciera estar marcado por un poder de maniobra diferente al de aquella primera vez que habilitó, por dar un ejemplo, el ingreso de las cooperativas al mundo móvil a través de una normativa más clara, paso que se dio a través de Imowi.
Al sector lo preocupan temas en común pero en las crisis también afloran las diferencias, sin olvidar que hay diversos temas que mejorar en materia de telecomunicaciones, desde despabilar inversiones en ciertas zonas de la Argentina donde la conectividad está por debajo del promedio y/o la calidad de servicio es deficiente hasta continuar cerrando brechas, desde el lado del usuario. El despliegue de nuevas infraestructuras se torna también prioritario en un contexto económico que requiere de la conectividad para su desarrollo.
Las telecomunicaciones y la conectividad ya tienen su organigrama definido. Llegó, finalmente, el tiempo de la gestión integrada.
