El market share en telefonía móvil de la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel) creció en los últimos años y Gabriel Gurméndez, que en julio asumió como presidente de la estatal uruguaya, cuestionó los gastos que se generaron para lograr ese objetivo. Aunque el reclamo fue general destacó un ítem: en 2014 —año de elecciones— “se gastaron 87 millones de dólares” en subsidios para que clientes adquieran dispositivos.
Gurméndez admitió que el movimiento “puede ser un instrumento válido como competidor” pero se preguntó si realmente era necesario destinar ese monto. Sus dichos fueron una respuesta indirecta a Carolina Cosse, quien fungió el mismo cargo, y había destacado en los últimos días que entre 2008 y 2015 la compañía ganó un 14 por ciento de participación en ese mercado.
“Esa participación de mercado se compró mucho más caro que con la publicidad. No se dice toda la verdad”, señaló el funcionario en declaraciones tomadas por el portal local El Observador. Agregó que “se venían gastando 35 o 45 millones de dólares y de repente salta a 87 millones de dólares”. Esta cifra, según averiguó el portal, representó el 17 por ciento de los ingresos operativos anuales del negocio móvil para Antel.
El funcionario también dijo que los datos oficiales deben ser analizados minuciosamente pues, añadió, hay 331.000 de los clientes móviles que no son personas. También se quejó de que la empresa registró 178.900 chips regalados en 2019. “Una persona que ingresaba por un paso de frontera o bajaba de un Buquebus recibía un chip con recarga”, cuestionó.
En 2009 la compañía contaba con el 43 por ciento del market share móvil, seguido de cerca por Movistar (39 por ciento). Cinco años más tarde tenía un millón más de clientes hasta 2,7 millones equivalentes al 51 por ciento de la torta. El operador estatal cerró 2019, en tanto, con 3,03 millones de líneas y una participación de 53,6 por ciento frente al 29,5 por ciento de la filial local de Telefónica y el 16,9 por ciento de la de América Móvil.