El Departamento de Justicia de Estados Unidos exigió a Liberty Latin America la venta de ciertos activos para aprobar la transacción por la que busca quedarse con las operaciones de AT&T en Puerto Rico e Islas Vírgenes. La empresa ya está lista para ejecutarla y se propone quedarse con los activos el 31 de octubre próximo, casi un año después de anunciarla.
Las condiciones incluyen que la empresa se deshaga de ciertas operaciones B2B que son parte de sus operaciones en Puerto Rico y propone a WorldNet como posible comprador. Liberty Latin America confirmó que ya tiene un acuerdo con esa compañía para cumplir con el desprendimiento. “Esperamos que la desinversión se cierre pronto”, dijo la empresa en un comunicado.
La condición incluye, entre derechos y otros, la venta de la red de fibra óptica Columbus, que la empresa adquirió cuando compró Cable & Wireless, y activos de fibra adicionales. “No esperábamos esta condición pero cumpliremos con lo establecido. Trabajaremos de cerca con WorldNet para asegurar una transición fácil para los clientes y empleados que serán transferidos”, dijo a El Nuevo Día el presidente de Liberty Communications Puerto Rico, Naki Khoury.
Las condiciones surgieron de que “la fusión, como se estructuraba originalmente, habría eliminado la competencia para servicios críticos de telecomunicaciones basados en fibra. El nuevo acuerdo garantiza, en tanto, que el resto de las empresas sigan beneficiándose de una competencia vigorosa en la prestación de servicios”, añadió el secretario de Justicia Auxiliar de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, Makan Delrahim.