El gobierno chileno considera un éxito la implementación de la plataforma “Me quiero salir”, una opción que aplica desde mediados del año pasado para facilitar que usuarios disconformes con servicios de telecomunicaciones puedan darlos de baja de forma rápida y sin barreras. Desde entonces se utilizó 157 veces por día. Las autoridades ya trabajan en aplicarlo en el mercado de seguros.
Con bombos y platillos la subsecretaria de Telecomunicaciones (Subtel) anunció el 11 de junio de 2020 que ya regía la obligación para los operadores de telecomunicaciones de incluir un botón en su página Web que permita a los usuarios dar de baja su contrato. Desde entonces, se aplicó 32.000 veces. El 82 por ciento de los requerimientos terminaron por la rescisión del contrato.
“Los reclamos y estudios del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) comprobaron que existen prácticas de las empresas que dificultan el término del contrato, como derivar las quejas, omitir información, excederse en el tiempo de espera y otras estrategias que buscan que los usuarios se resignen a seguir”, dijo el regulador en un comunicado. Agregó que con la herramienta cayó el número de reclamos relacionadas con este tema.
Una vez realizada la solicitud, las empresas tienen un día hábil para cumplir. Si no lo ejecutan, están cometiendo una infracción al Reglamento de telecomunicaciones y a la Ley del Consumidor. Las multas por incumplimiento son de entre cinco y 1.000 unidades tributarias mínimas, entre 252.000 y 50 millones de pesos (entre 357,5 y 70.940 dólares) por infracción.