Tras la caída de OneWeb, las expectativas sobre los proyectos de constelaciones de órbita baja (LEO) para banda ancha parecían desinflarse. Sin embargo, en este 2021, el mercado parece revitalizado tanto por el resurgimiento de OneWeb, los lanzamientos de SpaceX, los planes de Amazon y la llegada de un nuevo jugador: Telesat.
La semana pasada, en la última capitalización de SpaceX, la compañía satelital de Elon Musk alcanzó una valuación de 74.000 millones de dólares, un salto del 60 por ciento con respecto a su valuación anterior. La razón, según analistas consultados por CNBC, es el interés de los inversores por dos proyectos que la compañía desarrolla en simultáneo: Starship, un cohete de próxima generación y Starlink, la constelación de satélites no geoestacionarios de baja órbita con la que piensa ofrecer servicios de Internet en todo el mundo. Starlink es el proyecto más ambicioso para satélites LEO con cerca de 1.000 satélites en órbita y una constelación de 4.400 planeados para 2024 y un total de más de 42.000 satélites para completar su constelación. OneWeb, en tanto, ha reducido sus previsiones de lanzamientos a “apenas”, 6.372 satélites.
El interés de los accionistas por este tipo de proyectos se ha puesto de manifiesto en las sucesivas rondas de inversión que realizaron compañías como OneWeb o SpaceX. Sin embargo, con la crisis de la pandemia, los inversores quitaron su apoyo y compañías como OneWeb tuvieron que someterse a un proceso de reorganización y restructuración por quiebra. Antes, otra empresa que buscaba entrar en el mercado de banda ancha satelital, LeoSat, también se había presentado bancarrota.
Pero estos casos no frenaron los proyectos de constelaciones LEO y tampoco pusieron en pausa el interés de los inversores. OneWeb enseguida logró capturar inversiones —incluso de inversores inesperados como el Gobierno del Reino Unido—, SpaceX siguió recaudando dinero y nuevos actores buscan también hacerse de un espacio en el mercado.
Telesat anunció esta semana que ha firmado un memorando de entendimiento (MOU) con el Gobierno de la ciudad de Quebec que está dispuesta a invertir hasta 400 millones de dólares canadienses (316,9 millones de dólares) en Telesat Lightspeed, un proyecto de red de satélites de baja órbita para ofrecer servicios de banda ancha. A cambio, Telesat proporcionará recursos por 1.600 millones de dólares canadienses (1.267 millones de dólares) a la ciudad, tanto de forma directa —las operaciones de Telesat Lightspeed se ubicarán en la ciudad de Quebec— como a través de su cadena de valor.
El acuerdo se firma luego de la selección de Thales Alenia Space como el principal contratista para la flota de Lightspeed y una asociación de 600 millones de dólares canadienses (475 millones de dólares) con el Gobierno de Canadá para saldar la brecha de conectividad en el país a través de Lightspeed.
Telesat tiene previsto desplegar inicialmente 298 satélites de nueva generación, integrados a una red terrestre. Se trata de la menor constelación anunciada hasta la fecha para un proyecto de este tipo. La compañía espera ofrecer servicios “similares a la fibra” para “operadores fijos y móviles, usuarios aeronáuticos y marítimos, empresas y gobiernos” con una constelación orbitando a 1.000 kilómetros por encima de la superficie terrestre. Operará en los derechos de espectro que la compañía tiene en banda Ka y dará servicios a todos los rincones del planeta Tierra, con foco en aquellas zonas desconectadas. Se espera que su lanzamiento ocurra durante los próximos dos años, con servicios comerciales disponibles a partir de 2023.
