5G, la nube y edge: llega la hora de gestionar redes más servicios de valor

La nube es la excusa para que las empresas de telecomunicaciones avancen en su proceso de transformación digital. Y mientras avanzan en el doble juego de llevar a la nube pública algunos de sus procesos mientras prueban con otros en la nube híbrida, se preparan para 5G y edge porque ese será el escenario en donde se ponga en juego un nuevo tiempo de competencia, caracterizada por los servicios de valor, diferenciales. Pero también un nuevo momento de la economía mundial cuyas variables dependerán de cuán digitalizadas estén las de los distintos países.

Para el 71 por ciento de los directores ejecutivos de telecomunicaciones, la computación en la nube será la tecnología central que ayudará a obtener resultados en los próximos dos años, porcentajes que alcanza al 61 por ciento cuando se trata de pensar en el advenimiento masivo de 5G, previsto para dentro de tres años.

Estos datos surgen del estudio “La próxima era de las telecomunicaciones”, elaborado por IBM, y que se puede descargar aquí, en el que se da un panorama sobre las tendencias en las que tendrá que trabajar el mercado para continuar siendo competitivos, tanto por lo que traiga 5G como por lo que ya se está generando en edge.

¿Será que a los operadores de telecomunicaciones les llegó, de una vez, la hora de prestar mucho más que un servicio de conectividad, tal como se esperaba cuando llegaron las redes 3G y, luego, las 4G y no sucedió en ninguno de esos momentos?

Tras un 2020 en que la cuestión digital tuvo una expansión inesperada, las expectativas hacia adelante es que, en la medida en que se vaya retornando hacia cierta normalidad, también comenzarán a verse de manera efectiva casos de realidad virtual y/o aumentada, industria 4.0 y vehículos conectados. Para que eso suceda será necesario que los proveedores de soluciones en la nube (CSPs, por su sigla en inglés) se preparen para dar lugar a cambios culturales, operacionales y tecnológicos a fin de dar lugar a esa nueva economía.

El reporte señala que el concepto de redes de nube (network cloud) será el que caracterizará a la próxima ola en donde la convergencia de redes y servicios cloud, la conectividad y la computación, y la inteligencia de datos junto a la automatización darán lugar a la “conectividad inteligente”.

Esta nueva plataforma producirá ventajas económicas y, en la medida en que se establezcan entornos para que los desarrolladores y los ecosistemas diseñen “puntos de control”, se podrá maximizar su aprovechamiento.

La expectativa es que hacia 2025 esos ecosistemas deban desplegarse en torno a más de un punto de control lo que obligará a los CSPs a desarrollar nuevas competencias y asumir nuevos roles en la cadena de valor. Es decir, tendrán que buscar nuevas formas de ganar dinero más allá de medir la conectividad y el acceso a los datos.

Y es que en la era 5G los CSPs van a tener muchos más servicios que ofrecer desde experiencia a puntos de presencia, pasando por sistemas empresariales, datos únicos y trabajar en la confianza del cliente. Esto se debe a lo que se supone que habilitará 5G y la informática de borde.

De ahí que la encuesta también indique que el 50 por ciento de los servicios de comunicaciones de alto rendimiento admitió que deberán convertirse en plataformas estratégicas en la nube donde el valor esté dado por los socios que se nucleen en este entorno. Otro 59 por ciento señaló que deben convertirse en nubes seguras con inteligencia artificial (IA) y automatización.

La encuesta indagó entre las opiniones de ejecutivos de telecomunicaciones de 21 países del mundo. Y cuando la lupa se puso sobre lo que significará 5G en términos financieros el reporte señaló que si bien les resulta costoso prepararse para la computación edge habilitada para la quinta generación, la oportunidad que se ve para obtener ganancias es muy grande, a tal punto que el 91 por ciento del los proveedores de servicios de comunicaciones de alto rendimiento esperan superar sus expectativas financieras en cinco años.

¿Por qué tanto optimismo? Porque esta expansión progresiva – en el informe le llaman hiperexpansión de 5G – superará al mejor momento que tuvo la economía tradicional conocida como brick and mortar. A finales de 2018 las plataformas digitales movían más de 7.000 millones de dólares en el mercado empresarial y la perspectiva es que en 2025 la economía de las plataformas digitales globales se multiplique por nueve para llegar a unos 60.000 millones de dólares, es decir, un tercio del comercio mundial global.

Si estas proyecciones se mantienen más o menos estables, entonces las previsiones hacia adelante son todavía más promisorias pues la perspectiva es que en 2030 el crecimiento de 5G y de las plataformas digitales impulse más del 50 por ciento de la economía mundial en general, y para que ello suceda a mediados de esta década ya deberían verse innumerables casos de uso soportados en un avance importante de la infraestructura física y el tráfico de datos móviles.

Aquí es donde aparecen los números del mercado global de infraestructura que moverá 5G: de 2.000 millones de dólares que traccionaba en 2019 pasará a 500.000 millones de dólares en 2027, monto que incluye más de 200.000 millones de dólares en tecnología de redes móviles.

Aquí es donde aparecen algunas referencias de parte de operadores de la industria. Swisscom, por caso, implementó una red 5G que cubre al 96 por ciento de la población lo que equivale a unos 10,5 sitios celulares cada 10.000 habitantes. Eso significa que la cobertura de red requerirá unos 100.000 sitios por cada 100 millones de personas por operador y sin tener en cuenta los acuerdos de uso compartido de torres. Las smalls cells podrían hacer que estos números sean todavía más altos.

Samsung, en tanto, predijo que en 2030 unos 500.000 millones de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) ya estarán en línea, es decir, más de 25 veces que los 20.000 millones de dispositivos que operaban en 2020. Esto muestra que las redes serán tan densas como estratégicamente distribuidas y que esto sucederá en un período corto.

El reporte también muestra la contracara de este boom optimista. Se sabe que los aumentos de escala son algo bueno para la industria y para los CSPs en particular en este contexto, pero esto sucederá siempre que los precios sigan el ritmo de la tasa de expansión, es decir, que se reduzcan. Y aquí aparece un indicador de Ericsson que señaló que, mientras en 2030 las TIC generarán 31.000 millones de dólares de parte de los consumidores, sólo el 12 por ciento de ese mercado podría ser absorbido por los CSP. ¿Por qué? Porque la proyección de los ingresos de los consumidores es de un pobre 1 por ciento anual.

Seguramente, algunos consumidores pagarán algo más por tener una conectividad 5G de baja latencia y demás promesas de la tecnología. Si la conectividad será cada vez más una commoditie no hay dudas de que, para dejar de gestionar sólo esa infraestructura, habrá que dar servicios de valor. Y para eso, la economía en general tendrá que colaborar a fin de que este círculo sea virtuoso.

Y acá aparece la pregunta de siempre. ¿Los operadores de telecomunicaciones lograrán dar ese salto? El informe recordó que hace una década aproximadamente, el advenimiento de plataformas como Skype, Whatsapp y Facebook quitaron a las telcos tráfico monetizable en miles de millones de dólares. En 2012 se perdieron más de 23.000 millones de dólares en ingresos por SMS. Como la conectividad se fusiona cada vez más con la nube, otros servicios de comunicaciones podrán verse afectados también por esta disrupción de hiper escala. Y eso podría generar un nuevo cambio en los consumidores que pagan por conectividad.

Si antes se dejaron de pagar paquetes de mensajería porque con Whatsapp se resolvió y lo mismo sucedió con la larga distancia cuando Skype apareció ¿qué sucedería si la conectividad y la nube se fusionan y los usuarios consideren que conectarse sea un derecho para poder acceder a otros servicios, como los que vinculan aplicaciones con asistentes de voz impulsados por IA o donde el comercio móvil se centre en torno a recompensas? Quienes provean la conectividad seguramente estén más presionados a dar valor agregado.

El informe es extenso y también aborda cuestiones vinculadas con la seguridad que, finalmente, parece estar adquiriendo la relevancia merecida. Para el 60 por ciento de los directores ejecutivos consultados fortalecer la seguridad privada y la privacidad de los datos es importante para sus clientes y una forma de ganar la confianza en los próximos dos a tres años. La historia y la vida están surcadas por las redes, trabajar en la seguridad es, nada menos, que cuidar el devenir cotidiano que marca los tiempos con 5G y edge en el horizonte cercano.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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