Las telcos y el desafío de generar negocios desconocidos y en colaboración a partir de edge

Mientras se avanza hacia 5G y la demanda de mayor conectividad para la sociedad se convierte cada vez más en una commoditie, las operadoras de telecomunicaciones están obligadas a pensar en nuevos modelos de negocios. La posibilidad de ofrecer servicios en el borde se erige como una alternativa para generar nuevas fuentes de ingresos a través de servicios diferenciales. Pero también a pensar nuevas maneras de encararlos, a través de alianzas impensadas hasta el momento, donde el abordaje de temas poco familiares y la generación de confianza aún con competidores asociados conforman los ejes de la transformación de este sector.

¿Cuál es la definición de edge? fue el disparador que inició la conversación en el panel “Retos y oportunidades para desarrollar edge” en el marco del webinar organizado por TeleSemana.com en el que participaron representantes de operadores de telecomunicaciones y analistas de América latina.

Eduardo Durán, consultor senior de tecnología de Entel Chile, la definió como “ una capacidad de procesamiento importante de máquinas y personas cerca de los clientes. Esa capacidad de cómputo también tiene que estar asociada a la virtualización de los clientes, lo que pongo cerca del borde” y de ello dependerá el caso de uso”. Las opciones son variadas y van desde ubicarse cerca del dispositivo, del cliente, en la estación base, del core de la red.

El especialista ejemplificó con un caso implementado en Chile en donde se colocó capacidad de cómputo en video con cámaras en la calle para procesar alertas con videoanalítica. Fue posible hacerlo porque al tener unidades de cómputo muy pequeñas, altamente eficientes y que gastan muy poca energía, se pudieron poner en el borde, hecho que también permitió mejorar los algoritmos.

Rafael A. Junquera, director editorial de TeleSemana.com, advirtió que “pareciera que no hay una definición universal porque si dependerá de la aplicación o de los modelos de negocios productivos no es posible encorsetarla en una sola”. Durán confirmó esa mirada con otro ejemplo en el que los casos de uso se pusieron en el core o en redes privadas, y en donde los servicios se pudieron escalar mejor y a costos más bajos. El concepto, en definitiva, pasa por dónde.

Marcelo Erlich, subgerente general de estrategias de negocios de Antel, apuntó que “esto tiene que ver con el desarrollo de la industria y de la tecnología. Y se puede hablar de edge según el tipo de aplicación. Hay soluciones edge que requieren apoyar negocios terminados con requerimientos de muy baja latencia donde los usuarios están muy distribuidos. Y una industria necesitará poner el negocio a un data center más local y llevar el procesamiento a las regiones lo más cerca del cliente”.

Señaló que, en el caso de un país como Uruguay, al tener una red de fibra nacional es posible montar una solución de edge en la nube y resolver así casi todos los problemas.  No obstante, consideró que en verticales muy específicos, como parques industriales, se busca llevar parte del procesamiento de la red porque hay que resolver otras cosas, otra gestión de tráfico, y la necesidad de participar de un negocio. “El edge para los operadores no es sólo necesidad de la industria y del negocio sino de participar del negocio, aportar algo de valor que si el operador no lo aporta lo van a aportar terceros”, alertó.

Ante la descripción de diversos casos, Sonia Agnese, analista senior de Omdia, consideró que “edge es un concepto en evolución. Las aplicaciones que hoy tenemos no justifican llevar al edge al cliente. A  medida que se evolucione sí se va a requerir pensar en esto por la cantidad de datos a procesar, la latencia, que obligará a ir al principio al core y, de a poco, hacia el edge”.

Hubo coincidencia entre los oradores de este panel que el cambio es profundo en la industria porque ahora no se trata del mercado masivo sino de verticales, lo que exige mucha automatización y gestión de servicios. “Sin automatización edge no sería posible”, enfatizó el ejecutivo de Antel. También quedó claro que la experiencia que se vaya acumulando será fundamental.

Por eso fue inevitable aludir a más casos. Durán refirió a los de grandes clientes industriales como mineras o forestales que quieren su propia red y su propio core para poder desarrollar sus apps. “Entonces ahí se ve que la monetización del edge está asociada a la monetización de su core. Hay mucho proceso de máquinas remotas que requieren alta latencia y disponibilidad. No quieren irse a un core público, ni a otro país, quieren tener su core cerca por si hay algún problema”.

Entonces si las oportunidades de negocios son los que promueven el camino hacia edge, por dónde pasan estas alternativas, planteó Junquera.

Agnese consideró que hay dos vertientes: una, vinculada con el sector empresarial, con las industrias dependientes de equipamiento; la otra, relacionada a cómo los operadores se preparan para 5G, cómo se optimizan.

Erlich reiteró que las oportunidades más pragmáticas se dan en los verticales específicos. “El concepto de nuevo negocio está atado a las oportunidades de slicing. Desde el punto de vista pragmático los operadores ya se dieron cuenta de que el mercado masivo de móviles está llegando a saturación, el empresarial también, y los clientes quieren pagar menos. Hay que pensar que hay que construir nuevos negocios en verticales para las empresas que aún no conocemos mucho pero tenemos que estar cerca porque si no los operadores se convierten sólo en proveedores de conectividad, o dueños de espectro; y con edege pueden agregar valor y explotar nuevos negocios” que permitirán sustituir ingresos de otros servicios que irán decayendo.

A la hora de indagar sobre si hay problemas de inversión o culturales para avanzar más rápidamente hacia edge, los especialistas coincidieron en que el principal problema tiene que ver con que no conocen a sus clientes y, como se dijo más arriba, con que los operadores de telecomunicaciones explotaron un negocio masivo y de volumen. En paralelo a ello, los proveedores de tecnología estuvieron mucho más en contacto con los clientes empresariales, razón por la que Erlich planteó que uno de los problemas existentes y actuales pasa por la confianza. “¿Tendrán confianza en que podremos ayudarlos a desarrollar nuevos negocios?”, se preguntó.

La falta de experiencia de las mismas operadoras en estos nuevos escenarios empresariales es lo que obligará a desarrollar una curva de aprendizaje con procesos estratégicos, tal como consideró Agnese. “Hay que pensar en qué socios va a sumar la telco para hacer esto porque nadie es especialista en todo y este es el mundo de la colaboración y de las alianzas”, enfatizó porque, si esta tarea no las encaran las telcos la van a hacer otros y a las operadoras no les va a quedar más que brindar conectividad básica con la poca rentabilidad que ya plantea.

Durán consideró que uno de los cambios que deben introducir las operadoras es ser más rápidos para responder, especialmente porque fallan a la hora de llevar a cabo las ideas que generan. Erlich coincidió pero también alertó que “la mayoría de los operadores piensa que no puede hacer esto solo. Muchos de nuestros socios también son competidores, en otros casos son vendors, tenemos que aprender a jugar esos roles. Hay que hacer alianzas estratégicas con los vendors porque lo necesitamos, lo mismo que con los proveedores de tecnología, de ciberseguridad y demás”.

El punto de contacto entre todos es que se debe buscar la manera de crecer a partir de servicios diferenciales. En este escenario, el tema de la seguridad es uno de los que más aparece a la hora de plantear el edge en América Latina porque las preguntas pasan por cómo se accede a equipos, que riesgos tienen  por el vandalismo, entre otros temas vinculados. La seguridad, justamente, aparece como una de las barreras porque también los operadores deben generar más confianza en este terreno al resto del ecosistema y porque exigirá invertir millones de dólares.

De modo que la colaboración parece ser el camino irreversible que deberán transitar los operadores, aún cuando con algunos de ellos también se planteen momentos de competencia. “El único camino es aliarse con ellos y generar valor y pensar en dónde está el valor para complementarse”, subrayó Durán.

En este punto fue inevitable abordar 5G sobre el que Junquera planteó si es el long tail de lo que viene. Para Erlich sumar casos va a demorar, aunque acotó esa situación al contexto propio de Antel. Desde Entel, por el contrario, el clúster 5G establecido en Santiago generó que el sector industrial fuese el más interesado en ver cómo avanzar con las nuevas tecnologías, aspecto que, por ahora, pareciera aunar más coincidencias en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocios en el borde.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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