Chips y litio, entre la necesidad imperiosa, el desabastecimiento y las estrategias innovadoras de cara a la transformación digital

La escasez de chips recorre como un fantasma todas las latitudes y el runrún globalizado acerca de su impacto en los precios ya es una realidad: Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo cuya producción representa la mitad de la global, adelantó que ante la crisis actual aumentará sus precios en hasta un 20 por ciento. Y es un alza que, todo está dado, se traducirá en el incremento del precio de los dispositivos.

Y esta insolvencia es el resultado de diversos factores, entre los que se encuentra la adopción masiva de tecnologías para el desarrollo industrial, como las de inteligencia artificial (IA); pero también el impacto negativo que la pandemia por covid-19 imprimió, ya que la demanda global de equipamiento informático para dar continuidad a la vida en sociedad en tiempos de aislamientos sanitarios poblacionales preventivos desbordó toda expectativa posible. Y, aunque poco a poco el mundo entero comienza a avizorar la vuelta a un paulatino retorno a las actividades presenciales, nada parece alcanzar.

El avance de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TICs) tampoco se detienen y, prueba de ello, son las implementaciones de 5G que se están dando en diversos puntos del planeta y que requerirán más semiconductores y nuevas fuentes de energía.

A mediados de agosto, por ejemplo, el Servicio de Noticias Económicas de China anunció que TSMC alcanzó un acuerdo con Apple para comenzar a trabajar en su procesador A6 de próxima generación, cuyo producto final estaría listo durante el primer trimestre de 2022, y con el que se alimentará a dispositivos como iPads y iPhones de próxima generación.

Y se suma al anuncio que, por estos días, también hizo Samsung, sobre el desembolso de 240.000 millones de dólares para innovar en negocios estratégicos, entre los que 5G concentrará buena parte de los esfuerzos a partir  de las posibilidades que propiciará y que se impulsarán con 6G. E, inclusive, al anuncio de Intel acerca de su decisión de abastecer de chips a Qualcomm. 

Otro buen ejemplo del impacto de la necesidad de avanzar en nuevas iniciativas, aún a pesar de la carencia generalizada de semiconductores, es la que exhibe el sector automotriz. En este caso, varios fabricantes adelantaron que incrementarán entre el 10 y el 20 por ciento de sus precios finales por las dificultades de conseguir ese insumo tan preciado que, para colmo, acaba de aumentar su valor. Se trata, en este caso, de un sector sobre el que diversas estimaciones advierten que deberá enfrentar pérdidas de ingresos por 110.000 millones de dólares y aguardar hasta 2023 para ver subsanada la escasez.

“Tanto las autoridades americanas como las europeas están preocupadas por esta situación y ya han anunciado que tienen la intención de invertir activamente en el desarrollo de su propia producción de chips para reducir su dependencia de los proveedores asiáticos. Se trata de una cuestión especialmente urgente de la agenda económica mundial, dado que la demanda de chips aumentará pronto debido al aumento de la producción de coches eléctricos”, indicó el analista Alexéi Fomichev en una nota publicada por el medio argentino Ámbito.

En ese escenario, los minerales y los metales son una parte importante para el desarrollo de nuevas fuentes de energía, por ejemplo, de las baterías de ion-litio que utilizan los teléfonos celulares, las tablets y las computadoras portátiles, pero que también prometen ser la fuente de alimentación de automóviles y de estrategias de energías renovables.

Inclusive, diversos especialistas advierten que el potencial del litio es tan grande que su demanda y su precio “se dispararán” en breve y que metales como el litio, el níquel, el cobalto y el cobre jugarán “un rol central en un futuro sostenible” por ser elementos críticos para el desarrollo de tecnologías verdes.

En Argentina, por ejemplo, se avanza en una iniciativa alternativa. Y-TEC, la empresa de investigación y desarrollo (I+D) para la industria energética y perteneciente a la petrolera estatal YPF, anunció en julio que erigiría la primera fábrica de baterías de litio de América Latina. Y, en estas últimas horas, se precisó un plan que demandará de una inversión cercana a los cinco millones de dólares y cuya inauguración está prevista para 2022, en cuyo segundo semestre iniciaría su producción.

El anuncio estuvo a cargo de Hernán Letcher, economista y asesor de la presidencia de YPF; Eduardo Dvorkin, presidente de Y-Tec; y de Santiago Sacerdote, gerente general de Y-Tec, y fue publicado por el medio local PolíticayEconomía.

Se trata de un proyecto piloto que prevé producir 13 Mw/hora por año o el equivalente a equipar las baterías necesarias para unos 45 colectivos eléctricos y que, por tratarse de la primera en su tipo en la región, genera muchas expectativas porque su avance determinará o no la posibilidad de escalar su producción.

Entre los socios de esta iniciativa se encuentran el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet); los ministerios nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación y el de Defensa; la Universidad de la Plata (UNLP), el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, la Comisión de Investigaciones Científicas de dicha provincia (CIC).

En ese marco, Sacerdote, explicó que el rol de Y-Tec es “explorar qué tecnologías se pueden desarrollar para potenciar la estrategia. En el caso del litio hace años que se viene trabajando apalancados en los recursos que tiene el Conicet en el país con la idea de desarrollar materiales activos para hacer potencialmente buenas baterías”.

“El objetivo es desagregar el paquete tecnológico, es decir que el Estado argentino entienda la tecnología de las baterías de litio ya sea que esta planta se expanda a través de capitales públicos o privados que deseen instalar una planta más grande manejando tecnología propia”, precisó Dvorkin.

Ya en la provincia de Jujuy, en el norte argentino, Y-TEC trabaja con el Centro de Investigación y Desarrollo en Materiales Avanzados y Almacenamiento (CIDMEJU) en el desarrollo de un innovador proceso para la extracción de litio de salmueras por métodos electroquímicos, que prevé mejorar la eficiencia y sustentabilidad de los procesos actuales, y que en diciembre de 2021 finalizaría la instalación de la primera planta piloto de separación de sales de litio.

 

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.