La noticia quema. Sin demasiado preludio, cabe decir que el Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó ese viernes, en la XVI Reunión Extraordinaria del Consejo Directivo, que el 4 de noviembre será el día en que Brasil realice la subasta más grande de su historia. Con ella, se aspira a recaudar 50.000 millones de reales (casi 9.500 millones de dólares) de base, repartidos entre los 10.000 millones de reales que recogerá el Estado y los 40.000 millones de reales que se invertirán, sobre todo, en la red 4G hasta 2029.
La cita fue valorada de “histórica” por Leonardo Euler de Morais, presidente de Anatel, funcionario que ese mismo día culminará su mandato. Y nadie pone en duda de su valor histórico, no sólo porque se subastarán lotes de las bandas de 700 MHz, 2.3 GHz, 3.5 GHz y 26 GHz; sino porque promete ser una bisagra en términos de desarrollo económico y social para el país, pero también para región.
Tal como lo reflejaron los medios locales Teletime y Telesíntese, la versión definitiva y aprobada para poder establecer la fecha, involucra casi la totalidad de los cambios que solicitó el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
Inclusive, estos medios destacan que la letra hace un punto medio entre la formulación del relator del asunto, el concejal Emmanoel Campelo, y el voto ofrecido por el concejal Moisés Moreira hace pocos días.
Entre las definiciones, cabe destacar que se mantuvo al 31 de julio de 2022 como la fecha indicada para el inicio de la prestación del servicio, tanto en las capitales brasileñas como en el Distrito Federal, tal como lo había solicitado el propio Jair Bolsonaro, presidente del país.
El aviso cuenta con algunas nuevas líneas, como los plazos para la instalación de la Red Privada del gobierno y el Proyecto Amazonia Integrada y Sostenible (PAIS), que será financiado por aquellos operadores que compren licencias nacionales en 3,5 GHz.
A su vez, y aún a pesar de las largas discusiones que provocó la construcción de la red privada del gobierno y de la Red Amazónica Integrada y Sostenible (Padres); ambas fueron aprobadas por unanimidad por Anatel.
Muchas otras discusiones se dieron alrededor de la conectividad escolar, un tema sensible, sobre todo, a partir de las urgencias que la pandemia evidenció. “En mi opinión, el compromiso con la conectividad en las escuelas merece su propia institución de gobierno”, dijo Moreira y propuso la creación de la Entidad de Administración de Conectividad Escolar (EACE), que reemplazaría a la Entidad de Administración de la Frecuencia (EAF) en este compromiso, dado que en su espalda recae la creación de la red privada para la Administración Pública y la red de infovías País.
Inclusive, en lo que refiere a la administración de los recursos de la banda de 26 GHz, se propuso crear al Grupo de Seguimiento del Costeo de Proyectos de Conectividad Escolar (GAPE, por sus siglas en portugués).
Otras definiciones implicaron mantener el margen operativo del 20 por ciento sobre los costos de la migración del servicio de televisión por satélite a la banda Ku, medida por la que se le devuelve el saldo restante al Estado; la no flexibilización de los lotes nacionales de 3,5 GHz, por repasar algunas de ellas.
En lo que refiere a los montos de esta licitación -que fue ponderada por diversos actores como no recaudatoria porque contempla sólo una quinta parte de sus ingresos para el Estado- la porción de 40.000 millones de reales (más de 7.500 millones de dólares) que será dedicada a inversiones, se repartirá entre las estaciones de televisión y canales satelitales (2.500 millones de reales), la red privada de gobierno (1.000 millones de reales) y la red de datos de la Amazonia (1.500 millones de reales), los compromisos de expansión y robustecimiento de 4G (35.000 millones de reales) y la conectividad escolar (6.000 millones de reales).
La expectativa de este anuncio fue tal, y desde hace tantos meses, que en muchas oportunidades se valoró a esta historia como “una larga telenovela”, por el raid de desencuentros que involucró. Y, ponderando la noticia que refleja este viernes esta nota, se puede decir que sus protagonistas encontraron un feliz momento de distención y que, claramente, continuará.
