Telefónica continúa moviéndose en el mercado en distintas direcciones y a un lado y otro del Atlántico. Por un lado, confirmó su compromiso con blockchain, ahora para gestionar sus infraestructuras, cuya gestión será cada vez más crítica a medida que se incremente la demanda de conectividad de la mano de 5G. Por el otro, decidió retirarse de El Salvador, tras vender su filial por 144 millones de dólares al fondo International Telecom Limited, y así completa su salida de América Central.
Vamos por partes. Y comencemos por el anuncio vinculado con la salida de El Salvador, sobre la que había ejercido tres intentos. La tercera fue la vencida.
En un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, la compañía informó que Telefónica Centroamérica Inversiones, sociedad participada en un 60 por ciento por Telefónica y en un 40 por ciento por Corporación Multi Inversores, acordó con General International Telecom Limited la venta de la totalidad de su capital social en Telefónica Móviles El Salvador por 144 millones de dólares.
La operación está sujeta, a partir de ahora, a las aprobaciones regulatorias y forma parte del proceso de desinversión que la compañía viene realizando en la región. Con este paso, salió definitivamente de América Central.
Curiosamente, terminó de retirarse de un país que adoptó el Bitcoin como criptomoneda hace algo más de un mes, y que no ha logrado ganar la adhesión de la ciudadanía. Allí, el proceso es cuestionado porque crecen las denuncias sobre la desaparición de los 30 dólares en bitcoin que el gobierno de ese país entregó a quienes se descargaban la Chivo Wallet, la billetera mediante la cual se comenzaría a operar con esta cripto como moneda de curso legal.
Por otro lado, y en la previa a este desprendimiento, Telefónica Tech anunció que integrará su plataforma propia de blockchain gestionada TrustOS con la TREE, de Atrebo, para contar con información en tiempo “casi” real de lo que sucede con la infraestructura de la operadora en todo el mundo. El acuerdo está en marcha y se prevé que en 2022 toda la infraestructura global esté gestionada por este activo digital.
Más allá de la novedad, este acuerdo forma parte de una estrategia de Telefónica iniciada en 2018 cuando decidió utilizar blockchain para optimizar los procesos de negocios orientados a la generación de datos, a través de un acuerdo con IBM. La operadora, que desde la asunción de Alvarez Pallete no ha dudado en incorporar en su gestión cuanta tecnología haya ido apareciendo en el mercado, y asociándose con aquellos con los que considera que puede hacer una buena dupla, profundiza el uso de la cadena de bloques para la gestión de la infraestructura. Será clave su buen funcionamiento a medida que se incrementan las demandas de conectividad que, con 5G, se volverá extremadamente crítica, no sólo en cuanto a lo técnico sino también en lo relativo a la logística.
El valor de contar con blockchain a nivel de la gestión de infraestructura radica en que los responsables tendrán información en tiempo casi real y con total garantía de que eso que se ve, que se informa, efectivamente está sucediendo, lo que habilita la trazabilidad y transparencia a las operaciones de las torres. Se podrán registrar todas las actividades de mantenimiento realizadas, los activos incorporados o retirados, el equipamiento de que dispone, los eventos a los que están expuestos, la administración de la energía, entre otras cuestiones que resultan gravitantes para la buena operación.
¿Cómo funciona este sistema en el marco de este acuerdo puntual? Una vez que la torre se digitalizó y se creó como un activo en TrustOS, con blockchain se podrá auditar tanto su estado actual como el histórico de acciones ejecutadas en ella. Esto resulta clave en aquellos procesos de fusiones y adquisiciones. En tiempos en que Telefónica encara acciones de infraestructura compartida en diversos países, la movida tiene mucho sentido.
Este modelo de digitalización y trazabilidad que inaugurarán Telefónica Tech y Atrebo se convertirán en estándar para la industria. Esto se concretará junto a la Tower Automation Alliance, una asociación que promueve la automatización de las operaciones de telecomunicaciones a partir de los avances tecnológicos con el objetivo de llevar innovación a la administración de las infraestructuras.
Lo cierto es que ambos movimientos de Telefónica la muestran muy activa en términos de negocios. En relación al uso de blockchain porque en el marco de la alianza con Atrebo pretende desarrollar nuevos modelos de negocios sobre las infraestructuras. Uno de ellos podría ser la tokenización vía NFT (Non Fungible Tokens) de las torres, la comercialización de los derechos sobre una torre en relación a la emisión de esos NFTs o la implementación de modelos de micromecenazgo en base a rentabilidades futuras que permitan financiar la operación o futuros despliegues., como indicó en su comunicado. Servicios que, de activarse, la pondrían en lo alto de la marquesina, como los mejores toreros.
En cuanto a su salida de América Central, porque con un “Ole” exitoso termina de sacarse un peso sobre el que también viene trabajando desde hace al menos dos años y que, finalmente, concluyó este viernes, punto que también podría posicionarla mejor frente al mercado por el impacto que esa movida representará en reducción de deuda y, sobre todo, de riesgos a futuro.
