Los culebrones no son exclusividad de los países latinoamericanos. En Europa también se consiguen. Estamos hablando de telecomunicaciones, por supuesto. Y a tono con su historia, Telecom Italia parece haberse convertido en la protagonista de su propia comedia, aunque por ahora presenta algunos tintes dramáticos. Luego de que se conociera la oferta pública de acciones (OPA) de parte de KKR por esta compañía, Luigi Gubitosi presentó su renuncia al consejo de administración, a pedido de Vivendi, el principal accionista, con el 24 por ciento de participación. Como el teatro es pura acción, su lugar ya fue ocupado por Pietro Labriola, el CEO de TIM Brasil, que tendrá la misión de conducir los destinos de la operadora en semejante tormenta.
Este movimiento en la principal operadora de telecomunicaciones italiana se produjo luego de que, hace menos de 10 días, KKR, el fondo de inversión conocido en tierras latinas por compartir la propiedad de las unidades de infraestructura con Movistar en Chile y Colombia, realizara una oferta equivalente a 12.000 millones de dólares (10.800 millones de euros), más la deuda, que ronda los 29.000 millones de dólares (26.000 millones de euros).
La salida de Gubitosi, a pedido de Vivendi, no se produjo sólo por la irrupción de la propuesta en escena sino, básicamente, porque en los últimos trimestres, los resultados de la operadora no fueron buenos. Y es esto lo que despierta el apetito de los fondos de inversión que, en América latina, están jugando fuerte en el segmento de torres. Encuentran en la industria de las telecomunicaciones a jugadores tentadores sobre los que ingresar por relativamente poco dinero previendo que, en un futuro, sus valuaciones crezcan producto de los profundos procesos de transformación digital que experimenta el mundo y que generará no sólo mayor demanda de conectividad sino, principalmente, de los servicios digitales que se montan sobre ella.
Gubitosi es el cuarto consejero delegado que tuvo la compañía italiana en menos de seis años, según cuenta Cinco Días, lo cual muestra lo complicado que es ser protagonista en esta historia. De hecho, el pedido de renuncia se fundamentó en que, ante la movida de KKR, el ahora ex consejero estaba pidiendo actuar rápido frente a la oferta y acelerar la entrega de la información solicitada por el fondo. Los de Vivendi lo acusan de tener contactos cercanos con KKR, aunque Gubitosi lo negó, como en una buena comedia.
Lo cierto es que Telecom Italia no la viene pasando bien en la Bolsa. En septiembre pasado había registrado una fuerte caída, similar a la del mismo mes del año anterior, aunque en un contexto de constante contracción desde 2016 en adelante. De hecho, cuando se conoció la oferta de KKR, los papeles experimentaron una vertiginosa suba aunque en niveles comparables a los anotados a principios de 2020, y lejos del valor que mostraba en los años previos. La razón de este comportamiento parece residir en la fuerte competencia que se viene registrando en Italia en esta industria.
A partir de ahora, Pietro Labriola, a cargo de los destinos de TIM Brasil, tendrá que hacer frente a los nuevos pasos de comedia que se den en la operadora italiana sin dejar de mirar lo que sucede en el mayor país de Sudamérica, aunque delegará algunas funciones, aseguró Teletime. En otras palabras, tendrá que moverse entre la comedia y el samba. Aunque no estará solo. Salvatore Rossi, ex funcionario del Banco Central, asumió los poderes restantes de Luigi Gubitosi,entre los que se incluye la supervisión de los activos de TIM que son importantes para la seguridad nacional de Italia.
El mercado, en este penúltimo día de noviembre, no recibió bien la noticia y la cotización de Telecom Italia abrió a la baja.
